jueves, 28 de febrero de 2013

CAPÍTULO 41.

-¿Te queda mucho?- Le pregunto a Dani, que está en el baño.
-No, ya salgo. Me lo has preguntado  7 veces.
-Es que quiero terminar esto cuanto antes.
Dani sale del baño y se sienta conmigo en el sofá.
-Escúchame.- Me coge de las manos y respirando hondo, me mira.- Esto está siendo más duro para ti que para mi. Lo sé. Pero, ¿la verdad? Esto solo lo puedes solucionar tu.
-Es más duro de lo que parece.
-Marina Gijón, mírame a los ojos.
Al igual que hago con Niall, me quedo quieta mirando fijamente sus ojos marrones parecidos a los míos, pero más pequeños y con pestañas diminutas.
-¿Difícil? Increíble, diría yo. He estado con Josh y ahora estoy con Liam. He sido capaz de enamorarme y vivir sensaciones que por miedo a todo pensé que nunca iba a vivir. Tu siempre has sido la que me has incitado a probar cosas nuevas, a divertirme, tu siempre has sido la más segura y me parece increíble que en estos días no hayas sido capaz de besar a Niall.
-¿Crees que no me lo reprocho capa puto segundo?
Tiene razón, y lo sé, pero es como si...Como si la magia de ese día se esfumase, como si se hubiese escondido entre los cojines del sofá o en  la tinta de los rotuladores. Claro que lo hemos intentado. Iban dos o tres intentos por día, pero al final acabábamos en abrazo, o en sonrisa, o en la simple mirada de siempre.
-Yo también me reprocho haber interrumpido aquel día.
-Pero no fue culpa tuya. Fue  casualidad.
-Bueno, Marina, esta es tu última oportunidad. Se va dentro de poco...
-De muy poco- Recalco sus palabras sobre mi, mientras me aparto el pelo de la cara, ya que me empieza a agobiar todo.
-...así que lo que tengas que hacer, hazlo ya, porque...
El timbre interrumpe a Dani, que con fastidio abre la puerta. Nos sorprendemos al ver que es Harry.
-Hola Dani- La aparta con cuidado y corre hacia mi.-Toma esto- Dice, sin ni siquiera saludar.
-¿No deberías estar yendo al aeropuerto?- Le pregunto, pero él ya está saliendo por la puerta. Me levanto para verle marchar y le veo entrar en el coche, dónde está Louis.
-¡Hola Louis!- Saludamos.
-¡Nos vamos chicas, llegamos tarde! ¡Marina, lee eso antes de llegar al aeropuerto! ¡Y ni se te ocurra decírselo a Niall!
-¿Esto es de Niall?
Asiente y casi salta al coche, todo por ganar tiempo. El motor se pone en marcha y corren entre el tráfico. Dani y yo nos miramos atónitas ante tanta prisa. Miro  lo que me ha dado. Es una funda con tres folios dentro.
-¡Joder, tía, mira que hora es! ¡Lo leemos en el taxi!- Dice Dani, que por pocas no me deja coger mi bolso cuando me empuja a la calle y pega un portazo mientras yo, con las mismas prisas que Harry, llamo a un taxi.
Le digo la dirección del aeropuerto con la voz casi inaudible. El taxista se pone en marcha y una vez más relajadas me dejo caer en el respaldo del asiento.
-¿Leemos eso?
-Ah, sí.
Meto mi mano en el bolso y cuando palpo el plástico lo saco con cuidado. Son dos folios escritos por una cara grapados mas uno con la estructura de una canción.
-¿Será para ti?
-Lo único que sé es que son de Niall. ¿Por dónde empiezo?
-No sé, lo que quieras.
Me decanto por empezar por la supuesta canción, que se titula "My paradise". Le echo un vistado general y veo que las mismas letras están escritas en español. Nuestros ojos llenos de incertidumbre empiezan a devorar las líneas.




MY PARADISE.
When she smile, I cant breath
She´s so lovely, she so me
And when I wake up all I want to see is her, next to me.
When she slowly moves her hair, when she laughs, oh, then I can die.
She´s my paradise.
I wanna walk in her heart
I wanna be her reason to love
I wanna take her to walk in London
But I know that I will go any day
I dont wanna say Good Bye, but I will

`Cause:
So many times looking to her eyes
So many things we talked about
She´s not a model, she´s not a star, but:
She´s my paradise.
Remember everytime I tried to kiss you
Sorry, I wasnt sure, but understand me, you are so perfect, oh, to me:
You are my paradise.
Yeah, my paradise, 
Oh, my paradise.

Dont say that you`ll miss me
Dont say you are gonna cry
Dont stop to hug me
Just go and enjoy your life
All I wanna do now is call your name
But I know I wont

Cause:
So many times looking to her eyes
So many things we talked about
She´s not a model, she´s not a star, but:
She´s my paradise.
Remember everytime I tried to kiss you
Sorry, I wasnt sure, but understand me, you are so perfect, oh, to me:
You are my paradise.
Yeah, my paradise, 
Oh, my paradise.




Cuando sonríe, no puedo respirar.
Ella es tan adorable, ella es tan "yo"
Y cuando me levanto todo lo que quiero ver es a ella, a mi lado.
Cuando ella lentamente mueve su pelo, cuando ella se ríe, oh, entonces puedo morir.
Ella es mi paraíso.
Quiero caminar en su corazón
Quiero ser su razón de amar
Quiero llevarla a caminar en Londres
Y sé que algún día me iré
No quiero decir adiós, pero lo haré.

Porque:
Tantos días mirándole a los ojos
Tantas cosas que hemos hablado
Ella no es una modelo, ella no es una estrella, pero:
Ella es mi paraíso
Recuerda cada vez que intenté besarte
Lo siento, no estaba seguro, pero entiéndeme, tu eres tan perfecta, oh, para mi:
Tu eres mi paraíso,
Sí, mi paraíso,
Oh, mi paraíso.

No digas que me echarás de menos.
No digas que vas a llorar
No pares para abrazarme
Solo ve y disfruta tu vida
Todo lo que quiero hacer ahora es llamar tu nombre
Pero sé que no lo haré

Porque:
Tantos días mirándole a los ojos
Tantas cosas que hemos hablado
Ella no es una modelo, ella no es una estrella, pero:
Ella es mi paraíso
Recuerda cada vez que intenté besarte
Lo siento, no estaba seguro, pero entiéndeme, tu eres tan perfecta, oh, para mi:
Tu eres mi paraíso,
Sí, mi paraíso,
Oh, mi paraíso.



-Oh, Dios, mío.- Susurra Dani, tapándose su boca abierta mostrando sorpresa- Es lo que parece.
-¿Esto es...?
-Una canción, una jodida perfección de canción para ti.
Las manos me tiemblan tanto que la hoja acaba en el asiento delantero del coche. El taxista, algo preocupado, nos pregunta:
-¿Va todo bien?
-Pues mire usted- Digo, cogiendo aire- Va se putísima madre todo, porque ese papel que usted tiene en el asiento, es lo más bonito que he leído en mi vida, pero la persona que lo ha escrito se va de mi lado muchos meses y cuando vuelva a saber si volvemos a intentar estar juntos. Estoy de los nervios, ¿sabe? ¡¡Estoy de los nervios!!
Un extraño ataque bipolar me envuelve y mientras río por el vocabulario que acabo de soltarle a este pobre señor, lloro y me tiro del pelo con Dani a mi lado susurrándome "tranquila, tranquila" todo el tiempo. Por suerte, esto solo dura pocos segundos y no tardo en disculparme por mis malas palabras.
-No te preocupes.-Me contesta el hombre, que se lo ha tomado con humor e intenta disimular su risa.
-Aún quedan los otros dos folios- Me dice Dani, mostrándolos ante mi.
-No puedo leerlos.
-¿Por qué no?
-En serio, Dani- Las lágrimas corren más lentamente por mis mejillas- No puedo hacerlo. Señor, ¿Le importa que lo lea en voz alta?
-No, no, adelante.
Dani se aclara la garganta y se asegura de sonreírme para que respire tranquila. El buen hombre y yo escuchamos atentamente sus palabras:




Sé que nunca seré capaz de decírselo todo.
Si alguna vez logro tenerla entre mis brazos no seré capaz de expresar ni la mitad de lo que quiero que sepa, porque me conozco demasiado bien y sé que de mi boca saldrán pocas palabras. Por eso he decidido escribirlo en vez de contarlo, adoptando su manera de desahogarse y de sentirse bien.
La veo como ella me ve a mi: como un sueño. Aunque son casos distintos, al fin y al cabo somos eso: dos grandes deseos que brillan queriendo ser algo más. Ella ha hecho que dentro de mi se despierte algo nuevo, un sentimiento que creía conocer y que sin embargo estoy descubriendo ahora. Algunas de mis sonrisas son gracias a esta nueva sensación, otras veces solo consigue traerme inseguridades y quebraderos de cabeza. No es la chica más guapa, no, ni mucho menos. He visto a modelos, cantantes, actrices y famosas de todo tipo, de piernas finas y rectas, de cuerpo delgado, delicado como el cristal, y unos ojos de colores verdes y azules capaces de hipnotizar a cualquiera con solo una mirada. Pero ella no es así. Es bajita, por eso le digo cariñosamente "chiquitaja", está delgada, pero no con el mismo lustre y delgadez que una de esas modelos, no tiene un color de ojos especial, ya que son marrones, muy oscuros, pero para mi dicen más que ningunos otros.
Tampoco tiene dinero, viniendo de una familia española de clase media baja, algo agobiada por la crisis en su época más fuerte.
Por eso sé que me he fijado en ella gracias a que es...como es. Hay otras cosas que me han hecho darme cuenta de que la necesito, no para vivir, pero si para vivir feliz. Sí: verla cada día se ha convertido en una necesidad. La forma en la que habla inglés con un suave acento español que casi no se nota, su sonrisa, que no es la más bonita pero si la más sincera, su forma de mover su largo pelo castaño, casi siempre rebelde, su mal genio por pequeñas cosas, su pesimismo, su torpeza, su pasión por lo que le gusta, la intensidad con la que me mira a los ojos cada vez que me habla...Es la única persona que es capaz de quedarse segundos que parecen horas mirando directamente a mis ojos, transmitiendo tanto que a veces no puedo leer los suyos...Que lo dicen todo.
Amor. Ese es el sentimiento. Nunca he estado enamorado, hasta ahora. Lo sé ¿Por qué lo sé? Porque es algo totalmente nuevo. No es lo que sientes por una chica cuando te atrae o te gusta, para nada, eso pasa con todas las que se me meten en la cabeza por un tiempo. Ella parece no querer irse de mi mente.
Espero que alguna vez lea esto. Voy a ser un cobarde y sé que no voy a darle estos papeles, y como he dicho antes, nunca sabrá de mi boca todo lo que la quiero, ya que me paralizaré al oír su voz o al hablarle. Pero juro que se lo demostraré con cada beso, con cada caricia, con cada momento, si alguna vez logro tenerla conmigo...


No dejo que termine, ya que me echo encima suya llorando como nunca, soltando en esas lágrimas la frustración de los intentos fallidos en estos 8 días, más todos los demás desde que nos dimos cuenta de que nos queremos. Joder, ¡nos queremos! ¿por qué es todo tan difícil, entonces?
El hombre me dice aún pendiente de la carretera que respire. Llegamos a un semáforo en rojo y se da la vuelta para mirarme. Me fijo en sus ojos grises, sus arrugas que ya marcan una avanzada edad y su pelo totalmente blanco. Tan solo con su expresión y sus palabras anteriores, sé que las de ahora serán muy sabias.
-A ver, Marina. ¿Se pronuncia así, no? Me cuesta pronunciar la erre- Le sonrío con mi cara horrible, enrojecida y llena de mocos- A ver si he entendido bien: os queréis pero no habéis sido capaces de mostrarlo, y ahora se va lejos, ¿no?
-Sí.
-Pues en mi opinión, y creo que llevo razón, si de verdad os queréis, las palabras y los gestos saldrán solos ahora cuando os veáis.
El semáforo se pone en verde y el taxista se vuelve a poner en marcha. Dani toca mi hombro para llamarme.
-Aún no he terminado de leer.
Trago saliva antes de que termine el texto.
-Te quiero, Marina.
Y con eso y el concluyente "hemos llegado" del taxista, salgo de allí. Diviso a las Directioners acorralando la puerta y a los guardaespaldas preparando un pasillo para que pasemos dentro.
Me tiemblan las piernas, el corazón y el alma.


Las fans nos saludan eufóricas. Unas lloran, otras me cogen de la chaqueta, otras gritan el nombre de Dani mientras sujetan en el aire fotos de sus últimas sesiones en las revistas. Me quedo con la imagen de una de ellas, que me coge tan fuerte que ni la insistencia de los guardaespaldas la para.
-¿Puedes darle esto a los chicos?- Me da una carta y me acuerdo de la que yo le escribí a Niall, aquella que volví a recordar en nuestro primer momento en el balcón.
-Ni lo dudes, cielo.
-Gracias, por todo, por cada cosa que has hecho.
Me limito a sonreír porque los guardaespaldas me empujan. Esta vez si entiendo más o menos que me diga eso, pero lo explicaré más adelante.
Cuando las grandes puertas automáticas de cristal se abren, Dani ya ha llegado a su altura y se besa con Liam. Ya están todos: Elena, Cristina, Eleanor, Danielle (quien ha mantenido la amistad con Liam en estos días) Perrie, y ellos. Me fijo en sus movimientos en general una última vez. Louis abraza a Eleanor, que no parece muy contenta.
-Siempre igual, ¿eh?
-No me acostumbro a que te vayas, Lou.
-Anda, ven aquí.- Le da un beso en la frente y ella desenlaza sus brazos cruzados en señal de fastidio para dejarse querer.
Zayn abraza a Perrie, pero no dicen nada. Simplemente se miran y sonríen. Seguro que se dicen así mucho más que con palabras. Harry parece tranquilo mientras habla con Niall, y él...veo que se sobresalta un poco cuando saludo.
Al fin a su altura, cercana a ellos de nuevo. Son las 16:45, y su vuelo sale a las 17:00. La despedida debe ser rápida, tal y como la quiso Zayn el día que Elena y Cristina supuestamente volvían a España. Cada vez le voy entendiendo más: cuanto antes pase el mal rato, mejor. Eso sí, en cuando a los abrazos no pienso quedarme corta.
Aunque pensaba que al primero que iba a acercarme es a Niall, acabo en los moderadamente musculosos brazos de Harry. Lo necesitaba.
-Gracias, Harry.
-Te dije que iba a hacer todo lo posible para que acabarais juntos.
-Has hecho mucho. Muchísimo. Te quiero- Digo, porque sé que es lo que quiere oír.
Después voy a por Zayn, que está justo al otro lado.
-Tienes razón, cuanto antes pase la despedida, mejor.
-¡Te lo dije!
Me río y sin separarme de él, sigo hablando.
-Gracias por haberme invitado a una Coca Cola aquel día.
-El comienzo de todo...
-Sí. Y gracias por cuidarme la noche de la fiesta de Lou. Si no fuese por ti, hubiese aparecido como una borracha-drogadicta  ante las chicas de Little Mix.
Se ríe a carcajadas y esa vez apoyo mi cabeza en el pecho de Louis.
-Un honor haber inventado pasos de baile más raros que un perro verde con usted, señorito Tomlinson- Digo en tono de cachondeo.
-El más raro lo llamaré "el perro verde" en tu honor- Me da un beso en la frente y cuando voy a pasar a los brazos de Liam, me encuentro con que están ocupados por Dani, al igual que sus labios. No me corto a la hora de toser exageradamente para interrumpirles.
-Os lo debía- Digo, pero añado una risa nerviosa, de esas con energía- ¿Un abrazo?
Liam me sorprende cogiéndome por los aires. Lo hace fácilmente, ya que soy una enana. 
-Chiquitaja- Dice Niall en este preciso momento, recordándomelo y  llamando mi atención.
No hablo. No lloro. No me pongo nerviosa. Todo eso ya lo he hecho en el coche. Simplemente me lanzo sobre su pecho y me aferro a mi sueño. A él. Mis manos cogen a puñados su camiseta, apretándole más aún.
-Me tienes que traer muchos regalos, ¿eh?- Le digo al oído. Se ríe mientras sube sus manos lentamente por mi espalda, produciéndome escalofríos. Acaba con ellas en mi pelo, recorriendo cada mechón.
Le suelto para mirarle a los ojos una última vez y me pierdo en cada detalle. Brillan con destellos, como las luces del balcón o las del London Eye.
Un extraño silencio sobre todo el ruido general hace que me gire levemente y les vea a ellos, a las demás personas que han hecho estos que días en Londres sean irrepetibles. Se han dado la mano y nos miran como si fuésemos esa típica pareja que se besa apasionadamente antes de que uno de los dos se vaya lejos.
No sabía que mi vida podía llegar a parecerse a una película.
Vuelvo a él y al darme la vuelta fijo la mirada en sus labios.
La banda sonora del momento son las personas despidiéndose de su gente o hablando por el móvil, las maletas arrastrándose por el frío y liso suelo, el pitido de los metales al pasar por el detector, las voces delicadas de las chicas que se encargan de revisar los billetes del viaje, los gritos, frases, letras de canciones y palabras de locura de las Directioners ahí fuera, gritos que traspasan cualquier pared o cristal...
Doy un paso que  crea ondas que hacen que tiemble. Otro más. Sus manos vuelven a mi y me da la sensación de que nunca quisieron irse.
Su nariz vuelve a rozar la mía...


*El vuelo 14 con destino a Suecia sale en 5 minutos, por favor los pasajeros deben dirigirse a la puerta 8.*

Su vuelo se anuncia por los altavoces retumbando en el aire en varios idiomas. Mi rostro se paraliza por milésimas de segundo y mi pulso se revoluciona. Bajo la mirada al suelo y tras tres segundos vuelvo a subirla. Mis manos hacen un raro movimiento en el aire que desconcierta a Niall  y acabo dándole otro abrazo con mis dedos temblando sobre sus hombros.
Me he desviado. No sé como coño he acabado otra vez en un puto abrazo que no dice nada.
-Eh, eh, tranquila, para de temblar.- Me susurra.
-No puedo.
-Si que puedes.
-No me refiero a dejar de temblar.
-Lo sé- Me dice, asumiéndolo.
-Quizás no esté preparada, quizás mis sentimientos no se han despertado del todo aún...
-Quizás sea eso lo que también me pasa a mi- Me contesta. En ese momento Zayn llega y le tira del brazo.
-¡Tío, cuatro minutos, que lo perdemos!- Echan a correr hacia los guardias que revisan las maletas. Leo en los labios de Zayn un "lo siento" muy claro que no debía haber dicho, porque la culpa es mía.
Todos se acercan. Elena y Dani lo hacen corriendo, y cuando llegan a mi no se atreven a tocarme porque saben que estoy tan echa pedazos que un solo movimiento puede dejarme rota, y ya sin arreglo. Los demás me miran de reojo mientras lanzan besos y gritos de despedida a nuestros chicos.

Cierro los ojos porque quiero desaparecer, quiero hundirme en la oscuridad que me transmiten, quiero borrar la imagen de la oportunidad que acabo de perder, quiero morirme porque mi puta inseguridad ha hecho que le pierda. Lo que me está matando es que quizás, solo quizás, pero ese quizás es tan probable...
Quizás ya le haya perdido  para siempre.









domingo, 24 de febrero de 2013

CAPÍTULO 40.

-¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRGGGGGGG!!

Mi grito hace que los pájaros vuelen, los árboles se agiten, el agua vibre y Zayn suba de la mano de Perrie a la habitación preocupado. Pero él se lo esperaba, igual que se esperaba mi abrazo que le hubiese aplastado si no fuera porque él se ha levantado a darme otro. Su respiración en mi cuello y el tacto de sus brazos alrededor de mi cuerpo me hacen ver la realidad.
Está aquí, conmigo.
He abierto los ojos. Mi cara estaba húmeda por culpa de las lágrimas que me da la sensación de que han seguido en sueños. El cielo totalmente despejado ( lo que es raro hablando en el primer día de Enero en Londres) me ha dado los buenos días y la ciudad empezaba a calentar motores bajo el balcón.
Ni siquiera he sospechado nada al ver la gran manta sobre mi. Una ráfaga de viento ha hecho que tire de ella para cubrirme y entonces lo he notado. Algo detrás de mi tenía pillada parte de ella.
Alguien, mejor dicho.
Su rostro. Sus ojos cerrados que reproducían a saber qué película en forma de sueño, sus manos débiles bajo su mejilla siendo aplastadas,sus piernas juntas en posición fetal temblando un poco por el frío de la mañana, su boca que muestra unos labios finos de color rosado, su pelo revuelto con numerosos mechones rubios sobresaliendo...Él. Aquí.
Despacio, me he sentado apoyándome en los barrotes del balcón. He papadeado con el estúpido pensamiento de que un solo segundo sin observarle podría suponer que desapareciese. Después, apretando los puños para darme fuerza, he pronunciado su nombre:
-Niall...
Ni un solo movimiento. Elevo el tono de voz en pregunta.
-¿Niall?
Y abrió los ojos. Su mirada fija en mi ha hecho que me asuste y que no respire durante segundos.
-Ah, hola Marina. Oye, estoy agotado, déjame dormir un poco más, por favor.
Y se ha dado la vuelta, así, sin más, tomándome el pelo como si todo esto fuese normal. Temía no volver a sentirle hasta dentro de mucho tiempo, cuando la magia de nuestras verdades a punto de salir se entierre hasta el fondo de la Tierra, temía no volver a oírle hasta dentro de 5 o 6 meses en España, y ni mucho menos la oportunidad de mostrarle lo que siento permanecía en mi mente.
Y entonces he gritado. Se ha dado la vuelta riéndose. Oh, Dios, su risa, el paraíso para mis oídos. Ha abierto sus brazos y me he lanzado alargando mi grito. Entonces Zayn ha aparecido con Perrie y al vernos también han reído y nos han mirado con amor. El amor que desprendemos y espero que nos mostremos en estos 7 días restantes.
-Estás aquí- Le susurro, tras perder casi toda la voz.
-Por ti- Contesta, con el mismo tono.



Liam bosteza antes de darse cuenta del increíble dolor de espalda que tiene. Lo entiende todo cuando ve que ha dormido en el sofá con Dani encima, pero si es por ella le da igual el dolor. Tiene su cabeza llena de rizos brillantes y revueltos sobre el vientre y sus brazos le rodean la espalda. Sale poco a poco de allí y la coloca de la mejor manera posible. Al darse la vuelta ve que Niall y Marina bajan las escaleras de la mano, Zayn y Perrie van detrás.
-¡Buenos días!- Dice en tono alegre, acorde con el momento.
-¡¡¡Niall ha vuelto!!!- Le grita Marina, que se mueve de un lado para otro con los brazos paralizados en el aire, sus ojos oscuros muy abiertos y apretando cada vez más la mano de Niall, que hace una mueca de dolor que solo Liam se da cuenta.
-Volvió ayer por la noche, pero la señorita no es tan fiestera como parece y se fue a dormir, ¿verdad?
Marina le pega un suave guantazo en la mejilla con una sonrisa y Liam mira a Niall. Al fin la ha encontrado. Todas esas chicas que han pasado por su vida: altas, esbeltas, diosas de la belleza con pieles delicadas, ojos de cristal y pelo kilométrico...Marina tiene algo que ninguna  tiene, algo que ha hecho que Niall se derrita ante ella, que haya dejado a su familia por Navidad para estar los escasos días que le quedan juntos a su lado...Su risa, sus ansias por la comida cuando está nerviosa, sus ganas de fiesta y de divertirse... Su personalidad. Es Marina Gijón, la futura chica de Niall Horan.
Pensando todo esto se da la vuelta y mira a Dani. Por su vida también han pasado muchas chicas así, pero estaba absorto en Danielle. Ahora la tiene a ella, y sabe que no se ha confundido, que nunca antes una persona le ha llegado tan adentro...Siente que aquel momento tan espontáneo no fue para nada un error.
Zayn hace tostadas para todos y ellos se echan mermelada, mantequilla, margarina... Marina al fin ha soltado la mano de Niall, y él se la acaricia mirando lo roja y sudada que está. Liam no puede evitar reírse y acercarse a él.
-Creo que me tienes que contar muchas cosas...
-Eh, no hemos hecho nada, ni siquiera la desperté...-Le interrumpe enseguida.
-¡Ya lo sé, idiota!- Liam suelta una carcajada. Su amigo está mucho más nervioso y torpe- Solo digo que tenemos que hablar, no solo por ti. Yo tengo que decirte varias cosas también.
-Ahora después, cuando estemos solos.
-Creo que voy a decirlo cuando todos se despierten.
-Lo que quieras, ¿Es importante?
-Sí, al menos para mi.
-¡Vamos a la mesa grande del jardín, hace un día genial!- Exclama Perrie, y todos la obedecen llevando vasos, platos y demás utensilios al aire libre.
Al salir ven a Harry y a Louis aún en bañador, con medio cuerpo flotando en la piscina y el otro medio reposando sobre las escaleras que se introducen en el agua. En sus manos hay vasos y botellas. En seguida, Marina va hacia ellos e intenta inútilmente sacarles de allí.
-¡Pesan mucho!
Con cuidado, Liam coge a Harry y Zayn a Louis. Perrie trae toallas y Niall ropa limpia mientras Marina contesta a sus estúpidas preguntas:
-¿Dónde estamos?- Empieza Harry.
-¿Dónde vamos a estar? En casa.
-¿Y qué hora es?
-Yo que sé, Harry. No volváis a hacer esto, no es bueno.
-Pero es año nuevo, Marina, y lo habéis pasado muy bien...-Se justifica Lou.
-Vale, pero ya no más, ¿eh?
-Niall ha vuelto.- Lou deja de preguntar de repente, parpadeado mientras dice esta realidad.
-Lo sé.
-Por ti- Continua Harry. Es como si de repente ambos se hubiesen despertado de golpe.
-Lo sé- Vuelve a sonreír.
Más tarde se dan cuenta de que Elena y Cristina están tumbadas entre los árboles, con serpentina, papeles y luces de colores alrededor. A Marina no se le ocurre otra cosa que hacer fotos a todos, imitando a su prima.
-Las voy a meter en un álbum que se va a llamar "La resaca en imágenes"
-JÁ, que graciosa. Si tuvieras el dolor de cabeza que tengo ahora seguro que no te divertías tanto.- Le responde Lou.
-Eso te pasa por ser un chico malo, ¡sonríe!
Le hace una foto en la que sale con la boca abierta, los ojos entrecerrados y la mano tapándose media cara en un nulo intento de ocultar su rostro. Hace fotos buenísimas pero a la vez ridículas de la piscina con el agua aún funcionando, su prima y Cristina que se levantan para caer medio muertas de nuevo, Dani con medio cuerpo en el suelo y otro en el sofá, Lou y Harry envueltos en mantas diciendo tonterías, Zayn y Perrie en la cocina haciendo más tostadas mientras se sonríen y se besan...
-¿Dónde están Eleanor, Danielle, Brian y las chicas de Little Mix?
-Se fueron todos menos Eleanor, está durmiendo en la habitación de Lou- Responde Liam, que le quita la cámara- Ahora me toca a mi, ¿no?
Marina sabe lo que quiere decir. Se va con Niall y le abraza por detrás, asustándole. Liam hace fotos, muchísimas fotos. Parecen totalmente una pareja, pero no demuestran serlo. Si ahora mismo se diesen un solo beso, si alguna de esas miradas se acercasen más, si esos abrazos acabasen en amor...Pero no. Aún no.
Un rato después todos desayunan...Bueno, Louis y Harry dicen que no pueden comer nada porque tienen nauseas. Se nota la tensión en el ambiente, las ganas que todos tienen de que Niall y Marina digan algo, que confirmen que están juntos, que se besen, que muestren algo que no sea tonteo...Bombas de indirectas demasiado directas por parte de Perrie revolucionan la mesa en risas con más de un sentido, Zayn la mira con los ojos muy abiertos diciéndole que pare, pero su risa solo hace que siga igual. A ella se une Liam, que le pega patadas a Niall bajo la mesa y una de ellas le llega a Marina...El cachondeo hace que Dani salga al jardín medio dormida y se una a desayunar sentándose al lado de ella. Entre los saludos, los buenos días y el movimiento para acoger a Dani en la mesa, Niall aprovecha la ocasión y le da la mano a Marina bajo ella. Reacciona mirándole y apretando su mano libre sobre su propia pierna intentando que los nervios desaparezcan ahí.
Con la llegada de Dani se cambia de tema, y todos esta vez miran a Cristina y a Elena. Después de comer se marchan, por lo que estas son sus últimas horas con ellas.
-He de reconocer que os he cogido cariño- Dice Harry. Todos sueltan un bonito y largo "ohh" que envuelve la mesa con adorabilidad y sonrisas.
-Voy a echar de menos los chistes malos de Cristina- Dice Lou, que le revuelve el pelo.
-¡Pero si tu eres peor que yo!- Contesta ella.
-Y también vamos a echar de menos a Elena haciendo fotos a cada uno de nuestros movimientos- Continúa.
-Pues esta vez he sido yo la de las fotos- Marina se mete en la conversación.
-A saber cómo hemos salido...¡recién levantadas!- Exclama Elena, con su bonita y perfecta sonrisa.
-¡Buenos días!- Eleanor llega justo cuando todos recogen el jardín y las cosas del desayuno.
-Buenas tardes, mejor dicho- Le contesta Marina, que le da un beso en la mejilla y  lleva a la cocina varios platos a lavar
-Eh, que yo también quiero comer...¿Sabéis que son las 14:40?
-Con razón decía yo que tenía hambre- Piensa Niall en voz alta.
-¡Niall, cállate, que cada vez que abres la boca es para comer!- Le responde en seguida Marina a gritos.
-Pues hoy voy a cocinar yo- Dice de repente Dani.
-¿En serio?
-Sí, y tu vas a ayudarme.
-Nah, no tengo ga...
-Que me ayudes, he dicho.
Al contestarle así, levanta las cejas y le indica a Marina que tienen que hablar. Ella por fin lo pilla y mientras todos se duchan y se visten para al fin empezar el día, ellas deciden cocinar algo sencillo: huevo frito con patatas.


¿Pero es que soy gilipollas? Me cuesta hasta entrar en la cocina y dejarle en el salón hablando con Liam. Un miedo interior me dice que al final del día no estará, aunque sé que no será así. Las que sí que se irán son Elena y Cristina, y reconozco que en la mesa del jardín, entre risa y recuerdo, me han dado ganas de lanzarme hacia ellas y llorar en su hombro. Demasiadas emociones juntas, joder, necesito llorar y desahogarme. No es como cuando nos despedimos cada verano en Málaga, es mucho más, es todo lo nuevo que hemos pasado. Seguramente va a venirme la regla, no es normal que esté así de sensible,¡no es normal!
Veo que Dani saca platos limpios y prepara cosas mientras yo sigo paralizada en medio de la cocina, así que reacciono y le hablo:
-¿De qué quieres hablar? No hemos hecho nada, si es lo que sospechas. Me he levantado esta mañana y estaba a mi lado.
Se ríe mientras se acerca y me da un abrazo.
-Ya lo sé, llegó ayer por la noche...
-Me lo han contado. Siento algo parecido a cuando les conocimos a todos, tengo la misma inseguridad y miedo de que se vaya como la que sentí aquella noche.
-Pues no pienses eso. Os queda una semana  juntos.
-Eso me anima mucho, aunque sean pocos días- Digo, y me pongo a cortar patatas. Me doy la vuelta al verla al igual que yo antes, parada en el centro de la sala con una sonrisa de idiota.
-A mi y a Liam también nos quedan 7 días juntos...
-Sí, y también son 7 días con Lou, Harry, Zayn, Perrie, Jesy, Jade...
-A veces creo que eres retrasada metal, ¿eh?
-No,soy "desorientada mental", como diría Katniss Everdeen.
-¿Todavía conservas esa pasión por Los Juegos del Hambre?
-Y la tendré siempre, pero no me cambies de tema...
-¡Pero si has sido tú!
-¡Dani, que te conozco, dime ya lo que me tengas que decir!
Esta vez no hay silencios, ni pausas incómodas.
-¡Estoy con Liam!
Abro los ojos de tal manera que la vista se me nubla y debo parpadear. Me acerco a ella, la cojo por los hombros y la muevo de un lado a otro.
-¿De verdad?
-Sí.
-¿Pero...?
-¿Qué?
Mi mirada sorprendida se vuelve en una que muestra decepción.
-Acabas de dejarlo con Josh...¿y ya estás con otro? Dani, tu no eres así.
-No es otro, es Liam.
-¿Ya te has olvidado de tu amor por él? ¿De todas las cosas que habéis hecho? ¿De todos vuestros días juntos?
-Marina, escúchame.- Esta vez es ella la que me coge de los hombros- Mientras que Josh me tenía encerrada en casa, Liam me invitaba a pasear, mientras a él le comían los celos Liam quería seguir siendo mi amigo sin importarle lo que pensara, mientras Josh me tenía ahogada, Liam me hacía sentir libre. Ahora él no quiere a Danielle, y puede que suene muy frío: pero yo no quiero a Josh. Ahora, y desde hace ya mucho tiempo, mi corazón es de Liam. Y creo que eso lo veíais todos.
Ahora si hay silencio, pero en nuestras cabezas siguen los gritos de sorpresa. En la mía ahora retumban sus palabras. Son muchas cosas que asimilar a la vez.
-Supongo que...
-¿Qué?
-Que tienes razón. Al final hasta yo he acabado odiando a Josh. Si crees que el amor ahora te ha llevado a Liam, me alegro por ti.
-Gracias por entenderme...Una vez más.
Nos abrazamos, cerrando una vivencia más entre nosotras, siendo las mejores amigas que somos.
Nos ponemos manos a la obra con la comida, ya que Niall grita con su boca hambrienta. Dani se quema la mano, yo le hecho  pomada, la mitad de las patatas salen quemadas, varios huevos no se hacen del todo...Al final, teléfono en mano, pedimos unas pizzas, y tras un rato aparece el repartidor y todos comemos en el jardín intentando eliminar el olor a quemado que hemos creado.
Ha cambiado, pero creo que a mejor. Más bien ha crecido. Ella, la insegura, la que de todo dudaba, a la que le costaba tomar decisiones y salir, mi Dani, ya no es así. Se ha enamorado, ha odiado y se ha vuelto a enamorar. Al principio, me ha costado entenderla, porque Josh ha sido el primero, pero estaba claro que no iba a ser el único. Ella es la mejor confidente, tiene las mejores palabras cuando algo no va bien,  puede regalarte los mejores días y posee la sonrisa más bonita. Solo le faltaba la seguridad, la que Josh le ha dado. La misma que ha utilizado para tomar la decisión. Y ahora es Liam quien está con ella, y me alegro muchísimo. Algo más que celebrar.
Liam...Un héroe. Es de esas personas que guardas en un lugar de tu corazón al que acudes cuando te faltan fuerzas. Cuando empecé a conocer su historia, supe que es alguien admirable. Nació medio muerto, se pasó la infancia en el hospital y sufrió bulling en el colegio. Recuerdo cuando anunció en Twitter que el riñón que "no funcionaba" ahora sí lo hacía. Lloré, como si fuese un familiar que le ha estado apoyando toda la vida, como si me conociese y tuviese la oportunidad de abrazarle, mostrarle mi alegría y visitarle en mis huecos libres. Lloré, y no fui la única Directioner que lo hizo
La televisión suena como si fuese un comensal más, hablando bajo nuestras voces. Volvemos a ocupar la mesa del jardín, y esta vez soy yo la que busca a Niall para sentarme a su lado. Mis ganas de cogerlo y besarle aumentan por momentos, y no sé si podré más con esta tensión. Al otro lado tengo a Elena, que vuelve a apoderarse de su cámara para hacer lo que más le gusta: guardar momentos y hacerlos eternos. Cristina habla alegremente con todos y se convierte una vez más en la reina de la mesa. Joder, y pensar que deben irse. Será el karma, o yo que sé: Viene Niall, se van ellas. ¿Por qué coño no pueden quedarse conmigo? Londres, nosotros, fiestas, ¡lo que llevamos haciendo estos días! En fin...supongo que lo bueno dura poco...
Pero nada de penas. Me he prometido vivir el presente, y ahora ellas están aquí, igual de vivas y simpáticas que siempre. Son las 16:35, y ellas se van a las 17: 45. Así que aún queda, poco, pero queda.
Liam nos sorprende levantándose. Dice que quiere anunciar algo. Ahí va la bomba, la noticia del día.
Niall me llama en susurro.
-Marina.
-¿Qué?
-¿Lo sabes?
-Sí.
-Me lo ha contado antes- Sonríe, confirmando que le parece genial. Yo repito su gesto y atendemos a Liam.
-Bueno...que...ayer...Pues que ayer Dani y yo decidimos....pues a ver, que eso...Que estamos juntos.
Tras dar infinitas vueltas para decirlo, lo suelta. Caras de sorpresa, susurros y silencio. Un silencio que Dani decide interrumpir. Sus palabras suenan firmes, al contrario que las del nervioso Liam.
-Sé que lo acabo de dejar con Josh, pero todos sabíais lo de los celos, lo del detective privado, y que no me dejaba...no me dejaba ser yo misma. Y todo ese tiempo Liam ha estado aquí a mi lado, al igual que yo he sido su amiga en sus problemas con Danielle. Al fin nos hemos dado cuenta de que nos tenemos el uno al otro y....Bueno, pues eso, estamos juntos.
-Espero que...lo aceptéis y, en fin, ya lo hemos dicho- Añade él con una sonrisa.
Antes de que termine de hablar, Perrie se levanta y les abraza.
-¿Cómo no lo vamos a aceptar? Por Dios, llevamos queriendo que esto pase mucho tiempo, ¿ o no?- Nos mira esperando una respuesta.
-Pues sí, ya era hora.- Digo, y tras levantarme, todos lo hacen. Me aparto para que los demás puedan celebrarlo con ellos, porque yo ya lo he hecho con Dani en la cocina. Todos han recibido la noticia con alegría, es más, la esperaban. La única que no ha reaccionado igual es Eleanor. Se ha levantado y les ha abrazado, como todos, pero está ausente. Lo veo normal, ya que Danielle es su mejor amiga  y estará pensando en ella. Vuelve a la mesa y decido ir con ella.
-Eleanor, ¿estás bien?
-Ah, sí, sí. Son...bueno, ¿qué puedo decir? Son adorables.
-¿Lo dices de verdad?
Esperaba que borrase esa sonrisa falsa de su cara, pero demuestra que de falsa no tiene nada.
-Danielle es mi mejor amiga, sí, pero ella ha decidido irse con Brian. En mi opinión ha sido un error-añade una risa- pero Liam quiere a Dani, ella le quiere a él y son simplemente perfectos.
Esto me confirma que ya sé quién es Eleanor, y me doy cuenta de que somos muy parecidas. Al principio vamos a nuestro rollo, después si nos caes bien, podemos ser las más simpáticas del mundo. Nos encuentro cierto parecido con Zayn también.
-Oye, tengo entradas gratis para el cine. Dentro de tres días, ¿os venís tu y Dani? También vendrán Perrie y las chicas, y Danielle, claro...
-¡Vale!-Le contesto en seguida.
Con esto me confirma que tengo razón, y también que poseo una extraña manía de querer descifrar la personalidad de la gente.
Recogemos de nuevo y ahora a Dani y a mi nos toca limpiar la cocina, que aún desprende un fuerte olor a quemado.
-No somos capaces de hacer un huevo frito...-Dani se ríe irónicamente.
-Pero somos capaces de coger un teléfono y pedir una pizza- Respondo, y me pongo a limpiar. Al rato se nos unen Liam, Niall y Zayn, y aunque debería extrañarme o al menos notar un ambiente diferente al ver a Liam y a Dani besándose, no noto nada nuevo. Es como si estuviesen predestinados. Al fin y al cabo llevan queriéndose mucho tiempo, pero se han dado cuenta ahora.
Zayn y Perrie son igual de adorables. Elena y Cristina están en el salón con Harry y Louis  haciéndose fotos y cantando hasta quedarse sin aire en los pulmones. Y luego...luego está Niall, que me mira, al que miro, al que quiero lanzarme, pero una fuerza invisible me paraliza. Me deprime saber que esa misma fuerza invisible soy yo.


Los chicos, Perrie y Eleanor insisten en acompañar a Elena y a Cristina al aeropuerto, pero ellas dicen que no. Las entiendo, porque se formaría otra avalancha de fans y no nos dejarían respirar tranquilos. Tras mucho insistir pero poco convencer, acceden a despedirse aquí y que seamos Dani y yo quien las acompañen al hotel a por las maletas y al aeropuerto para el adiós final.
-Voy a echar de menos a mi hermana gemela perdida.-Como siempre, Perrie es la primera cuando se trata la cosa de abrazos y cariños. Se acerca a su "gemela perdida", a la guapísima rubia con esos ojos tan expresivos y azules, ojos que siempre he envidiado por su extraordinaria belleza. Ambas se dan varios besos en las mejillas y tras un rato, se sueltan. Mientras va a por Cristina, llega Louis.
-Ven aquí, anda, ven- Elena apoya su cabeza en el pecho de Louis. Le susurra algo, pero solo logro entender algunas palabras.
-Gracias por estos días.- Oigo con más claridad.
-No, soy yo la que da las gracias.
-Ambos.
Le da un beso en la mejilla y se va a por Cristina. Ver este momento entre mi prima y su ídolo da el primer paso a mis lágrimas.
"Y todo gracias...¿a mi?" No puedo evitar pensar eso, aunque más bien creo que ha sido el destino. O yo que sé, pero lo importante es que está pasando lo que todos queríamos.
Cristina y Louis comparten los últimos chistes y comentarios graciosos. Harry se acerca a ella y la abraza fuerte, más fuerte incluso que a Elena, me atrevería a decir. Tras ellos viene Niall, quien diferente al resto acoge a las dos en sus brazos. Zayn le imita.
-No me hagáis esto, odio las despedidas largas y amorosas, ¡me hacen sufrir!- Dice. Segundo señal para dar paso a mis lágrimas.
Luego llega Eleanor, que pasa de los dos educados besos que casi todos esperábamos para otro gran abrazo. Bueno, a decir verdad, yo no me esperaba los dos educados besos de siempre.
Me sorprende ver que ninguna de las dos ha llorando aún cuando yo ya voy a explotar. Salimos de allí y ambas lanzan un último beso a todos, pero las noto...¿Normales? ¿Relajadas? Serán imaginaciones mías, o que soy muy melodramática.
Una vez en el hotel, esperamos a que recojan las últimas cosas. Solo tardan 12 minutos y al verlas bajar con las grandes maletas que tenían en sus manos hace varios días, la cuarta señal para mis lágrimas viene a mi.
-¿Nos vamos?- Suelta Cristina, así, tan normal.
-No, os vais vosotras, y eso es lo que nos tiene así.- Le contesta acelerada Dani, a la que también noto las extrañas "señales" que me vienen a mi.
-¡Venga ya, que nos vamos a volver a ver, alegría!- Dice Elena. Nos coge a las dos del brazo como puede, ya que también arrastra la gran maleta, y tras dejar libre la habitación, salimos del hotel.
Ahora un taxi nos lleva al aeropuerto. Me da la sensación de estar en una película de esas en las que siempre hay una triste despedida en la que la persona que pensaba marcharse decide quedarse. Es lo que más deseo ahora. Soñando cómo sería esa decisión tan rápida, alocada, y a la vez adecuada y feliz, bajamos del taxi, sacamos las maletas  e intentando hacer lo más lentos posibles mis pasos y los suyos, entramos por las grandes puertas de cristal. Mi quinta vez en un aeropuerto. La primera por nuestra llegada, la segunda por la de los chicos en aquellos cortos viajes, la tercera cuando ellas legaron y la cuarta cuando los chicos volvieron de sus días en familia. Y ahora, sin querer pero debiendo, vuelvo a pisar este aeropuerto, que ahora me parece un jodido infierno.
El final de una de las colas para pasar las maletas y comprobar los billetes está a varios metros de nosotras. Quinta y última señal.
-Aquí se acabó lo bueno- Empieza Cristina, rompiendo el hielo.
-Joder, os quiero, ¿vale? Os quiero- Digo, echándome a llorar en sus brazos. Dani se une y formamos una piña, una llorosa piña de despedida.
-A ver, por favor, que no quiero llorar, ¡no quiero! ¿vale?- Elena se ríe nerviosa, lo que hace que yo me ría y muestre mi horrible rostro rojo con los mocos caídos.
-Nos vamos a volver a ver, en el concierto, con ellos, ¿vale? ¿Eh?- Cristina intenta levantar nuestros rostros para mirarnos a los ojos, pero al ver nuestras caras se descojona de nosotras y elimina seriedad al momento.
-Yo también os quiero, anda, venid- Dice finalmente, y nos volvemos a abrazar. Noto que alguien me llama por detrás, y me sorprendo al ver a unas 6 chicas mirándonos atentamente.
-¡Eres Marina! ¡Y tu eres Dani!- Exclama la que me ha llamado.
-¿Una foto? ¡Por favor!
-¿Dónde están los chicos? ¿Están aquí?
-¿Me firmas un autógrafo?
-¿Cuándo sacas tu libro?
-¡Joder, ahora no, me estoy despidiendo!- Digo, pero sonrío al ver que lo que he dicho ha sido muy duro, encima de que nos tratan como ídolas.
-Os quiero, venga, salid de aquí, ¡por allí vienen más!- Dice Cristina, y no le falta razón. Las pocas chicas han llamado a más y se precipitan por la puerta otras 4. Nos rodean como si fuesen 40 y nos alejan poco a poco de ellas.
-¡Nos vemos en España!- Grita Dani.
-¡En el concierto!- Responde Elena- ¡Las horas pasarán!
Entre tropezones, libretas, cámaras y bolígrafos, nos lanzamos nuestras últimas miradas.



Dani organiza varios papeles que tiene que preparar para su vuelta con los de la beca. Sobre la mesa del salón hay bolígrafos, libretas y rotuladores del colores. Está muy concentrada, lo que me da la sensación de que así se olvida un poco de la despedida.
Yo escribo, después de bastante tiempo. Estoy rectificando los tres últimos capítulos, como Jonh me pidió. Quiero que a la gente le guste, pero sobre todo quiero que me guste a mi. Va a ser mi primera novela, y quiero que salga todo perfecto, aunque yo no sea de hacer las cosas así.
Escribir también me ha ayudado a mi a olvidar que Elena y Cristina ya no están, y de paso me relaja y aleja mis pensamientos sobre Niall. He reproducido en mi cabeza mil veces cómo sería el beso. En su casa, en esta, por la calle, cenando algún día, en el parque del barrio de Ana, en el London Eye de nuevo....Lo que más rabia me da es que veo el momento, pero luego se me nubla la vista.
-Niall viene dentro de media hora.- Dice de repente Dani.
-¿Qué?- Le contesto con sorpresa en mi tono de voz.
-Yo me voy con Liam y vosotros os quedáis aquí.
-¿Pero ya está? ¿Así? ¿Y...por qué?
-Porque Liam y yo estamos juntos, y porque joder, tu y él tenéis que estarlo. Ahí tenéis el sofá, y dos habitaciones con dos camas...
-¡Dani! ¡Calla!- Me levanto y me tiro sobre ella en el sofá. Empieza a reírse y me pinta con un rotulador naranja en el brazo.
-¡Eh! ¡Estate quieta!
-Vale, solo si me prometes que piensas aprovechar la oportunidad.
-Te lo prometo a ti y a mi.
-Voy a vestirme- Dice, y se va a su habitación. Yo me miro y al verme con una sudadera, un moño y en bragas, decido que debo vestirme también. No me complico mucho, ya que me pongo unos shorts vaqueros y me suelto el pelo, que al estar cogido le salen unas ondas en las puntas muy naturales. Paso de ponerme otra ropa cuando estoy en mi casa, total, es Niall. Estoy enamorada de él, pero me ha visto en pijama, con la ropa mojada y el maquillaje por la cara. No es como otros chicos que me han gustado, que pasaban por mi lado e intentaba poner una postura de modelo. No, con él  solo actúo como soy. Otras de las cosas que me enamoran de él: Me quiere por ser yo.
En cambio, Dani se ha puesto muy guapa. Lleva unos pantalones cortos claros con medías oscuras, botines y chaqueta de cuero.
-¿Le besarás?
-No lo sé.
-Dime que sí.
-Sí.
-Ahora dímelo de verdad.
-Dani, ¿no llegas tarde?
-Que tonta eres.
-Gracias, te quiero, adiós- Le tiro un cojín y ella lo esquiva. Al fin abre la puerta y antes de dar un paso a la calle, me dice:
-¿Te acuerdas cuando me entró el miedo antes de mi primera cita con Josh?
Tengo que pensar un poco, pero en seguida la imagen me viene a la cabeza.
-Sí
-Pues ahora te has convertido en mi, y no quiero que sea así. Tu me dijiste que fuera a por él, y ahora yo te digo que lo tienes en tus manos. No le dejes escapar.
Cierra la puerta y me deja con la boca abierta. Sí, ha cambiado. Ha crecido. Ha aprendido. Y ahora, con lo que sabe, vive la vida.
Y si se supone que yo lo sé, ahora me toca enamorarme a mi.


El timbre suena, y yo, tan normal, como si esta tarde no pareciera que fuese a cambiar muchas cosas, abro la puerta. Lo hago corriendo, ya que el perfecto cielo que esta mañana decía hola, se ha despedido dejando una fuerte lluvia. Le encuentro bajo un paraguas verde y le dejo paso rápidamente.
-¿Te has mojado mucho?
-No, no te preocupes.
-Allí está la nevera, señorito Horan. Puede usted saquearla y dejarme sin una miga de pan- Le digo, adoptando una postura de mayordomo sirviendo a su señor.
-¡Bieeeeeeeeeeen!- Dice él, imitando a un niño pequeño que acaba de recibir un regalo por Navidad.
En seguida se apodera de unos dulces que compré la semana pasada, de batidos y en general, de toda la cocina. Enciendo la música y suena el disco de Ed Sheeran, cosa nada rara tratándose de mi.
-¡Eduardo Sheeran!
-¿Le dices Eduardo?
-Sí, y a él le hace gracia.
-¿Y a quién no?- Contesto, riéndome
Pone toda la comida sobre la mesa intentado no manchar los apuntes de Dani.
-¿Son tuyos? ¿Qué estudias?- Ojea algunos leyendo varias frases aleatorias.
-No, son de Dani, por lo de la beca.- Los aparto a un lado y pillo una magdalena.
-¿Y tu brazo naranja? Vaya, no sabía yo que te gustaba pintarte de colores en tus ratos libres.- Dice, recorriendo con el dedo la línea naranja que se me ha olvidado quitarme. Un escalofrío recorre mi cuerpo y por un momento me permito cerrar los ojos y suspirar bajito.
-Ja-ja-ja, que gracioso. Ha sido Dani haciendo en tonto.
-Pues si haces esto...-Coge un rotulador verde y hace otra línea...¡tienes la bandera de irlanda!
-¡Oye, que no soy un folio!- Digo, y le dibujo una bandera de España en su brazo, aunque se mueve más de mil veces antes de que pueda terminarla.
-¡Yo tampoco lo soy!- Ahora él me pinta en la mejilla con un rotulador azul.
-¡Para ya!- Le quito los rotuladores de la mano y los tiro por el suelo.-Anda, cuéntame como ha ido con la familia.
-Mi hermano no para de decir que quiere conocerte...
Me habla de su hermano, tan divertido pero no tan comilón como él, de su padre, que lo describe como cariñoso pero algo controlador, y de su madre, a la que le da el adjetivo de comprensiva. También me describe los paisajes de Irlanda, más bien los que se ven desde su casa.
-Es increíble, es un gran cambio si lo comparas con el balcón de mi habitación. Desde el de mi casa se ve el cielo negro por la noche, no con luces, el campo solitario, vacío, pero quizás algo más libre, el verde es tan brillante que reluce, y los días de lluvia me gusta salir ahí con un paraguas y mirar como caen las gotas. Pero este balcón está en la habitación de Greg, cosa que siempre he envidiado. En mi cuarto hay una ventana, es enorme, pero no es lo mismo que un balcón, así que me he pasado más tiempo allí que en la mía...
Su acento irlandés entra en mis oídos tan gustosamente como los dulces entran en su boca. Me habla de Irlanda con pasión, con nostalgia, con alegría y con un ápice de tristeza.
-Niall, quieres volver, ¿ a que sí?
-No, si me fui de allí es porque amo la música, y vivo en Londres por el trabajo, el grupo...
-No, no. Me refiero en estos días.
-Marina, no digas tonterías. Amo irlanda, pero más amo...
Oh Dios. Sus palabras se cortan. Yo levanto los párpados y muevo ligeramente la cabeza. Mis piernas se tensan y podría levitar sobre el sofá. ¿Pero más amo... qué más amas?
No entiendo como 4 putos segundos pueden llegar a ser tan espesos. Sus labios vuelven a moverse y yo afino el oído esperando a que diga que...
-Pero más amo Londres, la música, mi trabajo...
...A que diga que me ama a mi. Pero no. Otro intento fallido.
Para desviar la tensión del momento, cojo un rotulador rosa y le pinto una raya en la cara. Él enseguida sigue el juego y la guerra empieza. Con un rotulador amarillo me pinta en la pierna.
-¡Eres una Simpson!
Ataco con uno negro, pero nada, las esquiva todas. Lo que no sabe es que tengo en la otra mano uno de color rojo, y al fin  le doy en el brazo izquierdo.
-¡Me desangro!
La risa me ahoga y me paraliza, así que él aprovecha para dejarme uno de los brazos llenos de colores. Cuando por fin puedo moverme, me encuentro con medio cuerpo lleno de pintadas. La canción "Give me Love" nos inunda y le ignoro mientras se ríe para ponerme Give me love en la muñeca.
-Eh, mira.
Él me escribe Im gonna pick up the pieces and build a lego house y yo me levanto para poner esa canción. Yo le escribo Kiss me like you wanna be loved.
Un rato después todo nuestro cuerpo son canciones de Ed Sheeran. Cada una de esas frases que el gran pelirrojo canta con su voz angelical ahora sale de los labios de Niall en forma de susurro o casi en silencio. Mi pierna tiene su letra en forma de frases que entre nosotros lo significa todo, pero aparentamos que no es nada, que solo es un simple juego para picarnos. Poco a poco, pero más naturalmente de lo que esperaba, acabo con ambas piernas en sus muslos, y mientras él me escribe Settle down with me en la pierna izquierda, yo le escribo cover me up, cuddle me in en la mano Nuestras voces se elevan un poco para cantar "Kiss Me", pero no demasiado. Queremos saborear cada nota y escribirnos cada letra. Súbitamente me coge de las piernas, las sube hacia arriba y se tira al suelo hacia los rotuladores que anteriormente yo había lanzado para que no me pintase. Yo en seguida me cubro con un cojín en una esquina del sofá, y cuando me asomo para ver dónde está, se tira sobre mi con 5 rotuladores abiertos, dispuesto a pintarme con todos ellos a la vez.
Kiss Me sigue sonando.
Kiss me like you wanna be loved, wanna be loved, wanna be...loved.
 Las frases se escriben solas en nuestras almas. Despacio, aparto de mi el cojín con el que me cubría. Lo deposito en el suelo con delicadeza y él hace lo mismo con los rotuladores y sus correspondientes tapones. Sus piernas se flexionan alrededor de mi cuerpo y se acerca un poco más. Sus manos caen a ambos lados de mi rostro, pero una de ellas aparta el cabello que me caen sobre los labios. Justo sobre los labios. El aire ya casi no corre entre nosotros. Siento su vientre sobre el mío, sus piernas casi sujetando las mías, débiles. Nunca imaginé que unos ojos, que la sola existencia de unos ojos azules tan cerca podía producirme tanto a la vez. Levanto mis brazos y rodeo su cuello, acercándole más aún. No se le pueden llamar centímetros a lo que separan nuestros labios, es una distancia tan pequeña, pero a la vez infinita e inacabable, que me desespera, pero no reproduce mis nervios. La tranquilidad me ahoga. Y de repente, para dejarme aún más muerta, sonríe. Eso me lleva a hacer lo mismo.
- Amo Irlanda, pero más amo tu sonrisa.- Me susurra, bajando cada vez más el tono de voz. Hasta quedar en silencio, un silencio que solo la perfecta voz de Ed Sheeran se atreve a interrumpir.
Su nariz roza la mía. Algo recorre mi cuerpo en forma de nervios, de espasmos interiores. Toda la tranquilidad se esfuma a trozos con cada una de sus palabras.

Su labio superior toca el mío.



Se oyen unas llaves. La puerta da paso al frío viento de la calle y a varias gotas de lluvia. Unos enamorados Dani y Liam entran saludando alegremente.
-¿Qué tal estáis?- Habla ella, mientras ayuda a Liam a cerrar su paraguas, que se ha quedado atascado.- ¿Pedimos algo para comer? Y vemos una película, que...
Al darse la vuelta ve como Niall se levanta del sofá y de un salto se sienta. Marina se incorpora y le lanza una mirada confusa y llena  desconcierto. Dani se lleva las manos a la cabeza y Liam se muerde las uñas.
-Gilipollas, joder, más inoportuna no puedes ser...- Se regaña a si misma en voz baja, pero lo suficientemente alta como para que la oigan.
-Dani, sí, nos apetece ver una película. ¿Qué tal "Lo imposible"? Aún no la he visto y dicen que está genial. El director es español, ¿verdad? Pero venga, vamos al cine, allí aunque llueva no nos molestará...
Niall habla sobre la película y recoge la mesa, haciendo como si nada hubiese pasado. Liam le sigue enseguida el rollo y Dani se sienta junto a Marina y le dice "lo siento".
-Joder Dani...
-¿Y yo qué sabía?
Los cuatro salen de allí protegidos del agua con sus paraguas.


Salimos del coche de Liam y corremos hacia la puerta intentando no mojarnos. Dani mete las llaves y tras girar dos veces saludamos a Liam y a Niall, que ya se pierden con los demás coches mientras nosotras entramos en casa.
-¿Estabais...?
-¡No, loca, no! ¡Me estaba besando!
-¿Entonces....?
-¿Qué?
-¡¡Por fin os habéis besado!! ¡¡OS HABÉIS BESADO!!- Grita, tirando su paraguas, su bolso y su chaqueta por los aires.
-¡No, no hemos llegado a hacerlo!- La cojo por la cadera y hago que pare de correr. Me ha tocado con su labio el labio superior, pero cuando íbamos a besarnos has aparecido tu y Liam y nos hemos paralizado, hasta que ya hemos oído tu voz y nos hemos separado.
-Entonces...¿debo seguir sintiéndome idiota?
-No...
-Marina...
-Solo un poco- Le digo, pero finalmente le sonrío. Al principio me he enfadado con ella, pero cuando hemos llegado al cine he recapacitado y me he dado cuenta de que enfadarme es lo más inmaduro que puedo hacer, cuando Dani está haciendo todo lo posible para que acabemos juntos.
-¿No habéis intentado nada en el cine?
-No. Ni el sentarnos juntos, ni la película romántica, ni nada ha hecho que se nos vaya el estado de shock.
-He metido la pata, pero bien metida.
-Calla, calla, que esto ha sido...Pues casualidad, que ya vendrá otra oportunidad. Aún quedan 6 días para que se vaya.
-Voy ha hacer todo lo posi...
En la puerta se oyen unos golpes constantes que interrumpen a Dani en su habla. Nos miramos extrañadas dudando si abrir o no.
-¡Abrid, que nos mojamos!
-¿Elena?- Me pregunto al oír la dulce y fina voz característica de mi prima. Antes de que pueda terminar de preguntármelo, Dani abre y aparecen ella y Cristina empapadas de arriba a abajo.
-No entiendo como llueve tanto, si esta mañana estaba el cielo perfecto.
-Ya ves- Las dos hablan entre ellas, ajenas a las caras de asombro que tenemos Dani y yo.
-¡Ah, sorpresa, nos quedamos en Londres!- Grita de repente mi prima, y las dos abren sus brazos y sonríen abiertamente diciendo "¡tachán-tachán!"
Sin importarnos sus ropas mojadas, sin importarnos la confusión y sin importarnos el motivo por el cual se han quedado, nos abrazamos al igual que hemos hecho hace unas horas, pero esta vez sin llantos ni tristezas.

domingo, 10 de febrero de 2013

CAPÍTULO 39.

Elena me coge del brazo y al la vez coge a Dani. Ella agarra a Cristina y de esta manera nos avisamos de que tenemos que echar a correr. Huimos de la avalancha de fans y nos adentramos en el aeropuerto. Paul Higgings dirige a varios guardaespaldas hacia las grandes puertas de cristal. Mientras, se dirige a nosotras.
-¿Dani y Marina?
-Nosotras- Le contestamos.
-¿Quiénes son ellas?
-Elena y Cristina, las otras dos chicas que iban a venir- Le contesta Dani. Paul asiente y se va, dejándonos más tranquilas. Los chicos le han advertido de que vendríamos a recogerles.
No nos da tiempo a sentarnos a esperarles cuando los gritos vuelven a alertarnos. Zayn aparece arrastrando su maleta y saludando con una bonita sonrisa. Lou le sigue por detrás mirando algo en su móvil. Luego vienen Harry y Liam charlando.
-¡Zaaaaayn!- Grito, y él deja de mirar a los grandes cristales repletos de fans para mirarme a mi y sonreírme antes de que salgamos corriendo el uno hacia el otro. Le abrazo y seguidamente Louis llama mi nombre. Mientras alargo mi brazo para alcanzar los de Lou, Zayn se va a por Elena. Veo que Dani y Liam ya están abrazados mientras se dicen algo que no logro oír. Suelto a Lou y me lanzo a los brazos de Harry de manera que él me coge y me da una vuelta en el aire.
-Joder, os he echado mucho de menos. No me voy a acostumbrar a que empecéis el trabajo.
-Te aseguro que yo tampoco.
Me acaricia el pelo y se va a por las demás. Yo busco a Liam que es el único que me falta y él me recibe igual de feliz. Al fin están otra vez conmigo, en casa. Porque para mi, esto ya es mi casa, al igual que España. No tantos años, pero sí muchos recuerdos.
Mientras los chicos hablan con Paul y varios guardaespaldas más, respiro profundamente por este momento de tensión y me da un poco de bajón al ver que falta mi irlandés diciéndome "chiquitaja". Hago que se me pase dirigiéndome a los chicos de nuevo.
-¿Cómo vamos a salir de aquí?
-Los guardaespaldas van a hacer un pasillo entre la gente y nosotros nos vamos a ir directamente a un coche.
Le cojo a Liam una maleta que lleva a la espalda que parece pesarle mucho. Él dice que se la devuelva, pero echo a correr al lado de Louis con ella. Decide no correr con las demás maletas que lleva y se limita a sonreír agradecido. Le cojo una maleta con ruedas a Lou y colocando la de Liam sobre ella, puedo ayudar a Zayn con otra.
Las demás hacen lo mismo y ellos, aunque se oponen, al final respiran aliviados.
-¿Dónde vais con tantas maletas?- Les pregunta Cristina antes de que las puertas se abran. Es la segunda vez que voy a verles al aeropuerto, pero la primera fui como fan, ahora es muy diferente. Dos grandes hombres nos rodean mientras pasamos entre toda esa gente ansiosa por una foto, ansiosa por el solo roce de los dedos de algunos de ellos.
Intento mirarlas a todas. Algunas lloran, otras gritan emocionadas, otras aún no se creen que hayan llegado a tiempo para verles tan de cerca. Nos recogen las maletas para meterlas en el maletero y entramos uno a uno en el coche. Nuestras respiraciones aceleradas son lo único que se oye.
-Teníais que haber firmado algo, o lo que sea.- Digo, acordándome de las fans que aún intentan burlar la seguridad.
Louis se incorpora, preparándose para hablar:
-En otras situaciones lo hubiésemos hecho, pero si alguno de nosotros se hubiese parado a posar para una foto o algo, os habrían aplastado las demás intentando llegar también a dónde nos parásemos. Nos ha pasado más de una vez, por eso los guardaespaldas suelen estar enfadados con nosotros.
-A Niall le rajaron una vez la camiseta. Y encima  es claustrofóbico...Lo pasa muy mal es estos momentos.
Asiento dando a entender que lo comprendo, pero en realidad sigo queriendo volver y decirles a todas: "tomad, aquí les tenéis. Vuestro sueño, en carne y hueso".
Cuando los gritos se pierden con los metros que vamos recorriendo, vuelvo a sonreír. Por fin están aquí, y estamos yendo a casa. Pienso saborear estos días antes de que se vayan de nuevo y no vuelva a verles hasta dentro de más tiempo.
Por la radio suena Nicki Minaj y oímos que Dani canta la canción como si estuviese en otro mundo. Louis se le une y por supuesto, Harry. Todos acabamos cantando intentando imitar la voz y las rápidas palabras de Nicki, pero es casi imposible. Así llegamos a casa, y salimos del coche pegando saltos. Paul, que iba conduciendo, se despide de nosotros con una sonrisa algo  más amigable y le da un papel a Liam.
-¡Tengo las fechas!- Dice, agitándolo en el aire.
-¿Las fechas para qué?- Pregunta Elena.
-La de los viajes.
Se oye la llave abriendo la puerta. Dejan las maletas tiradas en el suelo y se van al sofá. Yo cierro la puerta y me reúno con ellos. Zayn y Lou se van a la cocina, Dani y Liam han salido al jardín a tomar el aire y Elena, Cristina, Harry y yo seguimos en el sofá.
-Bueno, contadme, ¿cómo ha ido?
Zayn y Lou llegan y empiezan a hablar de su familia, de lo bien que lo han pasado, nos cuentan anécdotas a las que se une Harry contando cosas suyas. Según ellos, las tres familias han preguntado por mi y por Dani y han tenido que explicarlo todo, desde el principio al final. Al rato llegan Eleanor y Perrie. Me derrito de amor al ver como ambas parejas se besan, especialmente con Zayn y Perrie porque se dan un abrazo muy parecido al que hace unas horas nos hemos dado Harry y yo.
Todos se van al jardín y Liam y Dani deciden dar una vuelta por las calles de alrededor. Al final solo nos quedamos Elena, Cristina, yo y Harry. Seguimos hablando en la cocina, dónde picoteamos algo, ya que es casi la hora de comer. Es una alegría ver a Harry y a Cristina contarse chistes malos entre sí mientras Elena y yo asentimos diciendo: "sí, cada vez más patéticos". Damos vueltas por la cocina con comida en la boca, riendo y volviendo a lo que ya estaba empezando a añorar demasiado.
-Eh, Liam se ha dejado el papel ahí- Dice Cristina, que lo coge y lo trae a la cocina. Harry se lo quita de las manos y le echa un rápido vistazo.
-Más o menos las sabíamos, este papel lo único que hace es confirmarlas.
Se las quito yo y las observo. El primer día es Suecia, el 7 de Enero. Joder, que pocos días me dejan para estar con ellos. Con esto me cambia cara y me trago la comida que mastico lentamente para no atragantarme. Sigo leyendo en busca de algún descanso entre las fechas, en busca de alguna frase que diga "Londres, parada de tres días" o algo parecido. Me desespero cuando veo que no, que las fechas siguen y siguen. Entrevistas, shows televisivos, actuaciones, premios... La última fecha es la que hace que sienta algo dentro de mi, algo parecido a un puñetazo que hace que un grito ahogado salga de mi boca y un color rojizo se mezcle con el marrón oscuro de mis ojos.
-La última fecha dice que volvéis aquí el 27 de Febrero.
-Sí- contesta Harry, que no me había visto la cara pálida y las manos temblorosas- Marina, ¿qué pasa?
-Harry, no, no puede ser. ¿Febrero, en serio?
-Sí, ¿qué pa...- Sus palabras se desvanecen al darse cuenta. Dani y yo volvemos a España en Febrero.
-Harry, no puede ser. Para esas fechas ya me habré ido, ¿no ves que Dani y yo nos vamos a principios de Febrero?
Me agarro a la barra de la cocina y me paso una mano por los dos ojos, intentando frenar las lágrimas.
-A ver, Marina, respira...- Me dice Elena, agarrándome la mano. Se la aprieto muy fuerte mientras saco mi móvil y miro el calendario, como si no pudiese creérmelo. Pero la realidad me aplasta, y de tal manera que siento morir. Día 12 de Febrero, vuelvo a España. Día 15, Dani y yo empezamos la universidad de nuevo. Y ellos estarán lejos de mi, sin la oportunidad de despedirse. Entonces me doy cuenta de que me quedan 8 días con ellos, contando este. 8 putos días que se me pasarán en un soplido.
Grito las fechas y Cristina me da la otra mano. Es como tenerlo todo y darse cuenta de que no, de que pronto no será así. Harry asiente al oírlas y yo rompo a llorar con la voz rota...Aunque no es lo único roto ahora.
Me abraza y yo me aferro a él como si fuese a irse ya. Sollozo ahogándome en su pecho y él me acaricia el pelo de arriba a abajo, con tanta delicadeza que parece que lo está peinando. Cojo su camiseta  con ambas manos en la espalda y la aprieto mientras me lo apego aún más.
-No quiero irme.- Me separo de golpe- No pienso irme hasta que al menos os vea un día más antes de volver. Moveré lo que haga falta para eso. No pueden ser que solo nos queden 8 días juntos.
Las dos parejas, Eleanor y Lou y Perrie y Zayn, vuelven al oír mis gritos. Perrie es la primera en acercarse, seguida de los demás. Me obliga a sentarme en el sofá y explicárselo todo, pero no suelto la mano de Harry. No pienso hacerlo en todo el día si es necesario. Se lo explico todo, la posibilidad de que no volvamos a verlos. Examinan el papel y el calendario de mi móvil y ven que así es.
-Marina, no tienes por qué preocuparte. Es verdad que pasará bastante tiempo hasta que volvamos a vernos porque poco después de esto empezamos la gira, pero vamos a verte, a ti y a Dani, y a vosotras, por supuesto- mira a Elena y a Cristina- Esto no se ha acabado aquí.- Dice Lou, con un tono tranquilo.
-Esta misma tarde llamo para ver si puedo ir más tarde a la universidad, aunque después se me venga todo encima.
-No vas a llamar a ningún lado- Me replica Harry enfadado. Al ver que lo que menos necesito ahora es que se cabree, modera sus palabras y continúa- Marina, tienes que ir a la universidad. Estudiar tu carrera, hacer lo que ibas a hacer antes de conocernos. No vayas a organizar nada solo por vernos un día más. Además, Louis tiene razón, este no es el final, ni mucho menos.
-Pero...
-Pero nada. Marina, disfruta de los 8 días que nos quedan juntos y luego solo sonríe restando los días hasta que nos volvamos a ver.- Dice Zayn esta vez. Eleanor me trae un vaso de agua y yo le sonrío, porque aunque esté comportándome como una niña caprichosa, aunque ella es mucho más madura y seria que yo, con este pequeño gesto veo en sus ojos que más de una vez ha pasado estos malos ratos con Louis.
Me lo bebo despacio, retomando mi respiración normal. Le suelto la mano a Harry y veo el sudor, el color rojo y las uñas marcadas.
-Lo siento.
Para responderme, vuelve a darme la mano suavemente.
Cuando me termino el vaso, todos ya hablan de la próxima vez que nos veamos de nuevo, que puede ser en el concierto de España, al que van mi hermano y mi prima juntos. Prometen hacer todo lo posible por conseguir entradas para Dani, para Cristina y para mi, para así ir a Madrid todos juntos en el reencuentro. En mitad de la conversación una pregunta me viene a la mente, así que sin ni siquiera esperar a que los que están hablando terminen de hacerlo, la suelto:
-¿Cuándo vuelve Niall de Irlanda?
Todos se quedan callados. Eleanor y Perrie se encogen de hombros, dándome a entender que no lo saben. Zayn, Harry y Louis se miran.
-¿Cuándo vuelve Niall de Irlanda?- Repito.
Ninguno de ellos se decide a hablar. Me giro y le pregunto a Harry, como si así pudiese obligar a que conteste.
-¿Cuándo?
Me contesta rápidamente, como si la respuesta le reconcomiese por dentro.
-El mismo día en el que nos vamos a Suecia. Seguramente él coja directamente el avión hacia allí.
Tardo unos segundos en darme cuenta de lo que acaba de decir. Las fechas de los viajes coinciden con la vuelta de Niall.

Las fechas de los viajes coinciden con la vuelta de Niall.
Las fechas de los viajes coinciden con la vuelta de Niall.
No volveré a verle hasta dentro de muchos meses después. Cuando venga a España.
Vuelvo a desquiciarme tirándome del pelo antes de que Harry se prepare para otro apretón doloroso de manos.



Dani y Liam recorren tranquilos las calles de alrededor de la casa. Es un barrio retirado de Londres en una especie de colina, por lo que las grandes casas y mansiones están rodeadas de árboles y vegetación.
-La vuestra es la más pequeña comparada con estas- Dice Dani, sorprendida por los grandes jardines que se esconden tras las vallas cerradas con candado.
-Bueno, no nos hace falta nada más.
-¿Por qué las casas están tan retiradas unas de otras?
-No lo sé, por seguridad, creo. No me gusta que sea así, casi nunca veo a mis vecinos. Quién sabe quién vive ahí, o ahí, o ahí- Señana a varias casas- pero es el mejor sitio para que podamos vivir tranquilos.
Con su ayuda, Dani escala unas piedras y acaban en un trozo de hierba, sentados al pie de un árbol. No hablan, solo miran las nubes y respiran. Dani arranca hierba del césped, una costumbre que tiene desde hace muchos años. Desde que han salido del coche hasta ahora no han parado de hablar, lanzándose palabras, elevando el tono de voz y riéndose hasta el punto de que sus voces suenen agudas. Aparte de contar cada uno cómo lo han pasado estos días, han hablado de Danielle. Es inevitable no hacerlo teniendo en cuenta lo que pasó. Se besaron con tantas ganas, añorándose tanto que casi se arrancan los labios. Pero ahora ella está con ese tal Brian, y eso lo estropea todo.
-Liam- Decide hablar Dani.
-¿Qué?
-¿Crees que Danielle traerá a Brian esta noche a la fiesta?
Suspira antes de contestar.
-No lo sé, aunque la conozco bien y creo que no sería capaz. Sabe que me dolería mucho.
-Sí- Ella asiente, aunque Liam está tumbado y no puede verla.
-Creo...
-¿Qué?
-Creo que no me dolería tanto. Yo no he hecho nada, aunque soy la causa de las fans enfurecidas. Llevo desde que cortamos solo para ella, esperándola inútilmente, y me he cansado. Ella ahora se ha ido con Brian, así que, ¿qué hago, esperar una oportunidad que no llega? ¿Recibir besos sin esperanza?
Silencio. Liam continúa.
-Me dolería más el hecho de que trajera a Brian sin pensar en el daño que puede hacerme que...que lo haga. A ver, no sé si me explico...
-Sí, sí, lo entiendo. Te molesta más que se muestre con Brian esta noche sin darse cuenta de que puede dolerte más que el hecho de que esté con él.
-Exacto, sí. No voy a arrastrarme más.
Dani se sienta y le mira.  Él aún está tumbado. Ella le sonríe y el hace lo mismo, achinando sus ojos marrones claros que brillan al sol mostrando pequeños destellos.
-¿Qué pasa?- Liam se incorpora y se sienta junto a ella cruzando las piernas. Dani sigue sonriente, guardando cada palabra de él, porque estas frases han confirmado que lo ha superado. Liam ha conseguido olvidar a Danielle.
-Nada. Vamos a tomarnos algo, tengo hambre.
Bajan las pocas calles que habían subido colina arriba y una vez a punto de salir a la gran carretera llena de coches, tiendas, restaurantes y ruído, Dani se asoma despacio.
-No hay nadie, vamos.- Dice, pendiente de las posibles fans.
Gente, en su mayoría adulta, pasa por su lado, saliendo y entrando a todos lados. No se ve a casi nadie adolescente, casi nadie de los 30 para abajo ni siquiera. Una mujer con un abrigo rojo larguísimo, un anciano que baja con cuidado unas escaleras, una chica que cruza la calle corriendo, un hombre que aparca su coche y sale de él para echarse a andar...
El hombre se acerca tanto a ellos que Liam cree que es un conocido que va a saludarle, pero de repente se para y entra a una cafetería. Dani mira hacia atrás extrañada, pero decide pasar de él y seguir hablando con Liam.
-¿Entramos aquí?
-Vale.
Dani elige un café decorado con pareces verdes pistacho y mesas azules turquesa con formas raras. Le llama tanto la atención que una vez dentro da una vuelta sobre sí misma mirando a todos lados.
-¡Me encanta este sitio!
Toman asiento en la barra llena de fotos de modelos con vestidos parecidos a los de Agatha Ruíz de la Prada. Se piden unos creps de nata y chocolate, tan sabrosos que paran de hablar solo para saborear la comida.
El extraño hombre vuelve a aparecer y ambos se hablan con la mirada. Le observan detenidamente: camisa de cuadros gris y negra, pantalones negros, de edad unos 40 y expresión notablemente nerviosa. Pero lo que hace que se alteren es lo que lleva en la mano: una cámara profesional, grande, de un negro brillante que resalta.
-Será un paparazzi- Supone Dani.
- No, suelen venir más a la vez y más disimulados. Bueno, me da igual, total, ya se dice de todo por ahí.
Se sienta en una mesa a pocos metros de ellos y le pide al camarero un café con leche.
-Me pone de los nervios que esté ahí.- Confiesa ella.
-Quizá no esté ahí por nosotros- razona Liam- aunque sea lo más probable.
Terminan de comer despacio mientras le observan, muy incómodos. Ven que apoya la cámara sobre la mesa y tras moverse sin saber bien a donde mirar o qué hacer, pulsa el botón y aunque no se oye nada, han visto que ha hecho una foto y ahora mira de reojo la pantalla.
-Es que lo sabía, joder. ¿No nos van a dejar hacer nada en paz?
-Ya te irás acostumbrando- Le dice en tono suave al ver que aprieta los puños sobre la barra.
Mientras hablaban, el extraño ha hecho unas fotos más y ahora coge el móvil, pulsa una tecla y se lo pone en la oreja.
-¿A quién coño llama?
-¡Yo que sé! Intenta ignorarle, no merece la pena...
Ella se levanta y hace ademán de ir al servicio, pero al pasar por su lado oye unas palabras que la hacen enfurecer más aún:
-Se acaba de levantar, parece que va al servicio. No están muy acaramelados...- Le dice a la persona a la que ha llamado.
Antes de que pueda seguir dando información, Dani, valiente y desafiante, le quita el móvil de las manos.
-¿Quién coño eres tú para decir lo que haga o deje de hacer, eh? ¿Para que jodida revista trabajas?
El hombre se levanta de un salto y habla deprisa:
-Perdónenme- Liam ha llegado y también se dirige hacia él- No soy de la prensa, lo juro, yo me voy y no vuelvo, de verdad...
-No, al menos dinos de parte de quién vienes.
-Dani, déjalo.
-¡No, Liam!
-Vale, ¡vale! Trabajo para Josh, Josh Brandon. ¡Déjenme ir!
El tipo intenta coger su móvil, pero Dani le esquiva con sus ojos clavados en la última llamada perdida. "Josh Brandon, a las 14:32". Su Josh. Liam le da la mano y susurra su nombre creyendo que va a echarse a llorar, pero tira el móvil al aire muy enfadada, apunto de que caiga al suelo de no ser por las ágiles manos del hombre.
-¡Dani! ¿A dónde vas?- Le grita, ya que ella ha salido corriendo hacia una parada de taxis.
-¡A por ese gilipollas!
-¡No, espera!- Él corre hacia ella hasta que logra alcanzarla.
-¡No intentes pararme! ¡Ha contratado a un tío para espiarme! ¡Para espiarme!- Abre la puerta de un taxi y justo cuando va a entrar, Liam le tira del brazo.
-¿¡Qué!?
-No cojas el taxi.
-¡Liam, déjame!
-¡Te llevo yo!- Le grita, y cómplices de su enfado, huyen dejando al taxista perplejo.


A Liam no le da tiempo a aparcar cuando Dani abre la puerta con el coche aún en marcha, pero afortunadamente casi parado.
-¿¡Estás loca!?
-Lo siento, Liam- Le dice, respirando hondo.- Es que...no me lo esperaba. De él no.
-Dani, ve allí y déjaselo claro.
Consigue que ella sonría y sale de allí igual de rápido que iba a hacerlo al principio. Al llegar llama al timbre y aporrea la puerta, pero él no contesta.
-¡Sé que estás ahí, abre!- Dice, pero recuerda que tiene la llaves en el bolsillo y gana el primer asalto. Al abrir le ve dando vueltas en el salón pensando a saber qué plan, pero al verde su cara se vuelve blanca y se queda mudo.
-¿En serio? ¿Un espía? ¿Un detective privado? ¿De verdad? ¿Este es el concepto que tienes de mi? ¿Infiel? ¡Yo te quiero!- Cierra la puerta de un portazo que retumba el suelo.
Josh parece tomar fuerzas y la ira le hace hablar:
-¡Pasas más tiempo con Liam que conmigo!
-¡Eres un mentiroso de mierda! ¡¡Vivo contigo!! ¡Liam es mi amigo! ¿No puedo tener amigos sin que un tío me haga fotos? ¿Eh?
Josh no habla. Solo se sienta en el sofá mientras la mira.
-¡Contesta, Josh, contesta! Antes de ti tenía una vida, ¡y no voy a dártela!
Él sigue sin contestar. Mira al suelo y cierra los ojos. Al fin, pronuncia varias palabras más tranquilo. Sin gritos. Sin estar alterado.
-Cuando estás con él, las horas se me pasan lentas esperándote. No estoy tranquilo. Liam es famoso y tiene dinero, es perfecto. Tengo miedo de que te vayas.
-Liam es más que eso, es una persona con sentimientos y un gran amigo. Me parece increíble que después de todo este tiempo no seas capaz de verle como a alguien normal. Hemos hablado demasiadas veces de esto. Te juré que te quiero, y tu me juraste dejar atrás los celos. Si tu rompes tu juramento, yo rompo el mío.
-¿Quieres decir...que me estás dejando?
-Sí. No confías en mi, todo son peleas, no estás a gusto, no soy libre...No.
-No.
-No- Repiten ambos.
Silencio. Profundo, negro. El silencio de un final.
-Gracias por todo- Le dice él.
-A ti. Ha sido precioso.- Se sincera ella.
-Te quiero- Vuelve a decir, más con intenciones de que se ablande que de sentimiento.
Pero no cuenta con que Danielle Gijón es una chica fuerte.
-Adiós- Cierra de nuevo y crea una barrera que parece indestructible. Entra en el coche y al oír la pregunta de Liam, un nuevo sentimiento se crea en ella:
-¿Qué ha pasado?
Ha pasado de todo, pero ha terminado en nada.
Rompe a llorar como respuesta.



Aprieto los ojos con intención de parar de llorar, pero no sirve de nada. Unas gotas rebeldes se deslizan por mis pestañas y caen sobre mi mano inmóvil, al igual que es resto de mi cuerpo. Al abrirlos la veo y me derrumbo aún más. Me paso la palma de ambas manos por los ojos para verla mejor. Acaba de finalizar su historia más bonita.
Nos hemos buscado, tal y como solíamos hacer. Yo me he ido de casa de los chicos y ella de la de Josh, acabando aquí. Cuando he entrado ya estaba sentada en el sofá y no ha hecho falta decir nada para coincidir en un abrazo. Ella no sabía el por qué de mi estado, ni yo el suyo, pero el apoyo todo lo cura y eso entre nosotras no ha faltado nunca.
Luego ha hablado y lo que he escuchado no me ha gustado nada. Es como si me dijesen que todos los días que han compartido han desaparecido. Por otra parte, pienso que lo que ha hecho es totalmente razonable. Josh se ha pasado, y mucho. Si no confía en ella es porque no la conoce, y si no la conoce no sabe lo que ha perdido. Como dijo Dani, si el rompe su juramento, ella el suyo.
Cuando le he contado lo de las fechas he terminado de desanimarla, pero tenía que saberlo. A eso se suma que hoy es el último día de Elena y Cristina aquí.
Una mierda todo, sí.
Hemos decidido derramar todas las lágrimas posibles ahora, juntas, como siempre hemos estado. Me acerco más a ella y le pongo la mano en la cabeza para apoyarla sobre mi pecho.
-Seamos fuertes- Digo, aunque suelo ser yo la pesimista en estos casos.
-Ahora me cuesta serlo.
-Esta noche, entonces. Vamos a brillar más que nadie. Vamos a disfrutar de los 8 días que nos quedan junto a nuestros 5 idiotas, del día que nos queda con mi prima y Cristina y de nuestros casi dos meses restantes en Londres. Esta noche quiero que le olvides, vamos a empezar el año pasando de todo.
-Vale- Contesta, mientra se separa de mi- Y tu vas a dejar de pensar en Niall y vas a empezar a tachar en el calendario los días que faltan para verle de nuevo.
Contestar un "sí" me cuestan varias lágrimas más.
Como solemos hacer todos cuando estamos de bajón, ponemos canciones lentas y tristes. El ser humano es realmente gilipollas. Ed Sheeran suena llegando a nuestras almas enamoradas. Sé que le está doliendo escuchar todas esas letras de amor, así que me levanto del sofá y busco una marchosa y alegre: "Sorry for party rocking" de LMFO.
Consigo que sonría al oírla. Sabe que intento anirmala.
-¿Escuchas lo que dice? Nosotras vamos a montarnos una fiesta así esta noche.
-Pero sin beber,que lo pasamos muy mal la última vez.
-No está Niall, no te preocupes- Le sonrío.
Poco a poco busco las mejores palabras para levantar nuestro ánimo. Empiezo a sacar comida de la nevera y del armario de la cocina y la llevo al salón. Cantamos mientras comemos patatas, palomitas, dulces, chucherías, magdalenas, donuts...
-Hay que comprar, ¡que vamos a dejar la cocina vacía!
Al ritmo de "Beauty and a Beat" de Justin Bieber bebemos Coca Cola y batidos de chocolate a la vez, evaluamos la ropa de cada persona que pasa por la plaza ( la mayoría son "sin estilo" "horrible" o "hace daño a la vista") y al final nos atrevemos hasta a bailar. Seguimos con "The Lazy Song" de Bruno Mars, quitándonos la ropa porque tenemos calor y pegando saltos por el salón en bragas y sujetador. Ahora empezamos a cantar el principio de "Rock me", una de las mejores de nuestros chicos, aunque todas son geniales. Movemos el cabello con fuerza, levantando el puño y pisando con fuerza. La comida vuela de nuestras manos y el sudor nos empapa. Nis siquiera bajamos la persiana de la ventana, es más, bailamos frente a ella. Mundo, ¿quieres vernos? Aquí nos tienes.
-Josh es un gilipollas-Digo de repente, escogiendo alguna canción de Green Day.
Se calla mientras recoge la ropa del suelo y la pone en el sofá. Cuando creo que lo que he dicho no es muy adecuado, ella contesta:
-Pues tienes razón. A mi nadie me espía ni me controla. ¡Yo soy libre!
-¡Somos libres!
Gritamos tirando la ropa por los aires, cogemos comida a puñados de nuevo y como si estuviésemos borrachas, nos abrazamos y caemos.
-¡Qué frío está el suelo, coño!- Exclama.
Nos levantamos y noto un ligero mareo. Veo que ella también se sienta y cuando vemos la hora decidimos empezar a vestirnos. Con mucha calma pongo a Gaga para que suene y elegimos la ropa, aunque hoy no nos cuesta mucho hacerlo. Dani tiene reservado un vestido negro de manga al codo muy ajustado. Lo compró en uno de los días en los que salimos con Cristina y Elena. Las tres nos quedamos boquiabiertas cuando se lo probó. Brilla con luz propia y lo tiene todo, es sexy y elegante a la vez.
Yo también me compré uno con el que las dejé sorprendidas. Es una especie de vestido dividido en 2 partes: la de arriba, de palabra de honor de cuero brillante que realza el pecho y la de abajo, una falda de tela finísima azul turquesa que cae con vuelo muy por encima de las rodillas. Es atrevido y potente, pero no deja de ser adecuado para esta noche.
Nos duchamos por turnos mientras recogemos la comida y la ropa repartida por el salón. Nos ponemos los vestidos y aunque hace un rato que paramos de bailar, sigo teniendo calor. Me aliso el pelo pero me hago varias ondas en las puntas y Dani se lo coloca todo al lado del felqueillo haciendo que le caiga en un solo hombro. El maquillaje de siempre y los tacones. Listas, fiel a nuestro estilo, preciosas, potentes. Libres.
Cerramos la puerta y echamos a andar. Le cojo de la mano camino del metro y me dice en un susurro:
-Gracias.
Tras mirar al cielo que ya se oscurece sobre nosotras, le contesto:
-¿Cuántas veces te habré dicho yo eso?
Y pensando en las incontables veces que hay, nos vamos a por Elena y Cristina. Esta noche toca disfrutar de su presencia como nunca.


Nuestras dos chicas bajan las escaleras a recepción rodeadas de aplausos de parte nuestra. Los huéspedes miran divertidos la escena mientras las dos ocultan sus rostros sonrojados, pero por un momento aceptan la broma y saludan con una sonrisa exagerada.
Están realmente preciosas. Elena lleva una falda ajustada de color rosa fucsia y una blusa sin mangas blanca con botones de colores, tan clara que se transparenta su sujetador negro tras ella. Le da un toque picarón y juvenil que derrite a cualquiera.
Luego está Cristina, dispuesta a dejarnos con la baba cayendo al suelo con un vestido rojo fuerte con una apertura en uno de los lados de la pierna. No puedo evitar pensar en las miradas atentas de los chicos cuando vengan a saludarnos en la fiesta.
-¡Estamos buenorras!- Grito en la calle. Quiero que se me oiga, que sepan que quiero estar viva.
-Entonces...¿estáis mejor?- Pregunta Elena con Cristina a su lado esperando una respuesta.
-No del todo, pero lo suficiente- Contesta Dani.
-Hoy es nuestra noche- Les cojo del brazo a las dos- Os vamos a disfrutar como nunca.
Salimos del metro, cruzamos varias calles y subimos a la gran casa. Nada más llegar a la puerta oímos la música demasiado alta, y cuando Zayn abre una oleada de vibraciones nos cubre.
-¡Han llegado las españolas!- Grita, y todos vienen a abrazarnos.
Observo la fiesta que han montado y me doy cuenta de que me ayuda a tener más ganas de marcha. Aunque hemos querido ayudar nos han mandado a casa y lo han organizado ellos. Todo permanece a oscuras, iluminado únicamente por  luces de colores y formas trepando por las pareces y arrastrándose por el suelo. Se han traído cosas de la fiesta de Lou para darle un toque navideño, por lo que hay árboles de Navidad coloridos y muñecos de nieve artificiales. En la cocina están las grandes mesas que yo vigilé en la fiesta con comida de una punta a otra. Se nota la ausencia de Niall porque están  intactas.
El jardín es lo que más me gusta. La piscina está llena de agua que burbujea, echa humo y una luz púrpura poco a poco cambia a roja, luego a verde, luego a amarilla...En los árboles hay más luces y están decorados con bolas de colores y figuritas navideñas. Entre ellos hay colocados varios altavoces.
-Es increíble que hayáis montado todo esto en una tarde- Razona Dani.
-¡No sabía que la piscina podía hacer eso!- Exclamo.
-Queríamos sorprenderos- Responde Liam.
Las chicas de Little Mix llegan. Perrie se abraza a Elena y al ver juntas a las dos rubias una vez más pienso que podrían ser hermanas. Todos nos saludamos alegres y nos alagamos en cuento al vestuario. Los chicos también están guapísimos, pero es que ellos son así.
Como era de esperar, Lou empieza la fiesta y lo hace encendiendo la tele y poniendo el nuevo "Just Dance".
-¡Eh, adoro ese juego!- Exclama Elena, que coge un mando antes de que los demás movamos un dedo.
-¿Empezamos tu y yo?- Le propone Lou.
-Vale, pero en igualdad de condiciones. Si yo llevo tacones, tu también.
Todos nos esperábamos su respuesta. Estamos hablando de Louis Tomlinson, ¿qué otra cosa podría responder?
-Me parece justo.
Lou con tacones más Elena jugando a un juego de baile es igual a unas cuantas carcajadas aseguradas. No pienso dejar que este momento quede en el olvido, así que le doy mis tacones y preparo mi móvil para grabar.
-¡Ahora eres más pequeña aún!- Me dice Harry, que me pasa un brazo por los hombros.
Eligen la canción "Moves like Jagger" de Maroon 5. Elena y Lou "chocan los 5" con sus pies, juntando un tacón rosa por parte de ella y mi tacón negro por parte de él. Hora de empezar a bailar.
Intentan no mover mucho los pies, pero al ver que pierden puntos no tienen más remedio que hacerlo. Hay unas cuentas veces en las que ambos se resbalan, pero estamos los demás para evitar su caída. Louis lleva poco puntos más que Elena.
-¡Eh, que me gana!- Dice, poniendo más energía en su baile.
El timbre suena. Harry desvía su atención hacia la puerta y abre. Es Eleanor, que cuando ve a su novio le saluda alegre.
-¡Hola Louis!
-¡Hola, cielo!- Le contesta, pero pierde el control y cae al suelo, más bien en los pies de Zayn. Él le ayuda a levantarse y  Perrie anima a Elena para dar los últimos pasos y ganar. Jesy se ríe conmigo viendo como lo grabo todo. El baile termina y Eleanor mira con la boca abierta los tacones que lleva Lou en los pies. Luego me mira a mi y me dice:
-Dime que lo has grabado, por favor.
-Aquí está todo- Le contesto, dándole el móvil. Elena le da la mano a Lou.
-Bien jugado.
-¿Cómo que bien? He jugado perfectamente.
Ella le pega un puñetazo suave en el brazo y le sonríe. Luego se va con Perrie al sofá y Louis le da un beso a Eleanor.
-¡Turno de otra persona!- Dice, y me devuelve los tacones.
-¡Yo!- Se anima Harry- Vamos, Marina.
-¡Eh! ¿Das por hecho que voy a bailar?
-Sí.
Acepto cogiendo el mando. Esta vez Dani le deja sus tacones a Harry y Eleanor nos graba. Elegimos la suya, "What makes you beautiful", y experimento lo difícil que es hacer esto en estas condiciones. El vestido se me descoloca, el pelo se me mete en los ojos, los pies van a todas las direcciones menos a la que yo quiero...
-¡Harry, te odio!
-¡Yo me lo estoy pasando muy bien!
Tan solo en el primer estribillo tengo que parar y respirar hondo. La puerta me sobresalta de nuevo. ¿Quién falta? Estamos los chicos, las chicas de Little Mix, Eleanor y nosotras...
Se me viene a la cabeza una sola persona, y al verla le doy la razón a mi mente. Saluda en general y todos van a darle dos besos. Pero yo se de alguien que no quiere saludarla, ni verla, y seguramente está muy dolido por lo que acaba de hacer.
Danielle ha traído a Brian a la fiesta.



Liam sale corriendo escaleras arriba. Nadie se da cuenta excepto Zayn y Dani.
-Voy con él- Le dice ella.
-¿Segura?
-Sí- Sube varios escalones, pero nota que le coge del brazo.
-Anímale, le hace falta.- Le pide. Va por las escaleras, subiéndolas veloz y de dos en dos. Cruza el pasillo y se para en la 5º puerta. Al oír ruido sospecha que esté tirando cosas, así que ni se molesta en llamar.
Le encuentra pegándole puñetazos a un cojín en el suelo. Intenta partirlo, lo muerde con fuerza, desata su furia inútilmente sobre el objeto.
-Liam, tranquilo, por favor- Le coge las manos y se arrodilla a su lado- Olvídala, solo diviértete, es la noche de año nuevo, no dejes que te la estro...
-Dani, no. La odio. Ahora lo sé, la odio. Mírala, le ha traído, va presumiendo de novio delante de mi, del que le hizo feliz durante tanto tiempo, al que besó dando a entender que aún me quiere. Joder, ¿Qué hace? ¿Qué coño hace?
-Liam, si lo ha decidido así, peor para ella. Tu ya lo has superado, la has esperado demasiado.
-Dani, ¿no lo entiendes? ¡Digo que la odio, que no me merece, que tienes toda la razón, que lo que acaba de hacer es...!
-Es de ser muy gilipollas- Completa ella.
Él se tumba en el suelo y abre los brazos. Dani puede ver como brilla su sudor en la penumbra. Se coloca junto a él y le abraza. Liam acaricia su pelo.
-Pero tu...
-¿Pero yo?
Sus palabras pesan, porque lo que se van a decir acumulan muchos sentimientos.
-Pero tu eres la mejor. Así de verdadero, y a la vez complicado. Me has demostrado que eres más que una fan, que eres mi mejor amiga.
Dani respira. Es su turno...
-Y tu eres un amor de persona, no un famosillo adinerado, mientras que Josh es idiota, joder.
Sin darse cuenta relajan todos sus músculos sobre el suelo y se rozan lentamente con la punta de los dedos de las manos.
-¿Y si...?- Empieza Liam.
No oyen la música, ni las risas, ni los gritos de abajo, ni los coches de la calle, ni los villancicos que suenan lejanos de otras cosas. Solo oyen sus palabras.
-¿Y si estábamos con las personas equivocadas?- Termina Dani.
-Eso es- Súbitamente, él se sienta. Ella, más despacio, le sigue- ¿Y si te quiero?- La mirada de Liam se posa en los ojos color avellana de Dani.
-Eso solo lo puedes averiguar de una forma- Contesta ella.
Ahora Dani también suda, pero de los nervios, de que Liam se acerca a dar su respuesta y de que un cosquilleo lleno de impaciencia y de escalofríos le recorren los labios. Labios que esperan los de Liam con ganas, y que finalmente los consiguen. El solo roce le hace tener clara su respuesta, la solución a aquel problema que acaban de plantear:
¿Y si Danielle y Josh no eran para ellos?
¿Y si se quieren?
Dani siente las manos de Liam en su cabeza, luego acariciando varios rizos recorriendo su camino enredado, después en sus mejillas ardientes...Ella le rodea con sus brazos, con las manos recorre su espalda de arriba a abajo y con las piernas rodea sus caderas. Cuando les falta la respiración, se quedan jadeando frente con frente, sintiendo cada una de las gotas de sudor que se deslizan por sus cuerpos.
-Te quiero. Ahora lo sé.- Confiesa por fin Liam.
Ya no hay dudas. Ni problemas. Ahora solo hay ganas de empezar algo nuevo.
-Creo que llevamos queriéndonos mucho tiempo.
-¿Eso es que tu tam...?
-Te quiero.- Le responde antes de que haga la pregunta.
Él le coge las piernas que le rodean y se pone de pie, elevándola como si fuera una pluma. Dani se baja de ahí y al ponerse en el suelo le tira hacia la cama. Liam le coge de la cintura y la sienta sobre él. No pueden dejar de mirarse a los ojos. Es real, es amor.
Y ahora pasa lo que nunca imaginaron, lo que era obvio pero no veían, la tensión que se tienen el uno al otro se desata del todo. Caen en la cama con fuerza, con ganas uno del otro.
Ahora él es ella y ella es él.



Cristina y Harry están a punto de terminar su partida. Los anteriores jugadores reposan agotados en el jardín. Han jugado Elena y Zayn, Zayn y Perrie, Perrie y Leigh-Anne, Leight y Jesy, Jesy y yo...Todos hemos bailado con todos numerosas veces. La tele está a punto de explotar y mi móvil no para de guardar vídeos.
Gana Harry. Cristina finge cabrearse y él la persigue al jardín. Eleanor me da el dinero que me debe, porque estamos apostando. No sé, pero esta noche llevamos juntas casi todo el tiempo.
Todos, menos Liam y Dani, salimos al jardín. Están arriba, les he visto subir, pero nadie quiere molestarles. Según Dani, Liam lo ha superado, pero seguramente ahora esté dolido. Lo que es seguro es que está ejerciendo de mejor amiga.
Observo a Brian detenidamente. Me lo han presentado, al igual que a todos. Lo primero que puedo decir es que es tímido. Poco más puedo añadir. No se despega de Danielle y no deja de cuchichear con ella, pero cuando llega alguien se calla y no abre la boca. Es rubio, con algo de melena y raíces castañas, de piel blanca y ojos marrones oscuros, como los míos. Va bien vestido para la ocasión. No parece mala persona, pero no creo que sepa que su sola presencia le está haciendo daño a alguien que fue mucho para su actual novia
Y Danielle...Sinceramente, no me lo esperaba, y veo que no soy la única al ver la cara que hemos puesto todos cuando han venido. Pensaba que era más dulce, más comprensiva...Ha sido como una puñalada a Liam, que lo único que quiere es su amor. Supongo que la gente no es como parece.
Me arrodillo junto a la piscina y meto la mano. Lo sabía, está caliente. Es como un jacuzzi gigante, pero...No creo que nadie quiera bañarse.
Entonces aparecen Harry y Louis para cerrarme la boca. Ambos tienen la piel roja del frío y llevan un bañador del mismo color.
Me aparto en seguida por si vienen a por mi o algo parecido, pero se tiran a la piscina salpicando mucho a Eleanor y a Cristina, que paseaban juntas alrededor de la piscina.
-¡Sois unos cabrones!- Les espeta Cristina.
-¡Nos habéis mojado mucho!- Eleanor se mira su vestido negro y lo toca comprobando que lleva razón.
- Pero si el agua está calentita, ¿de qué os quejáis?- Dice Lou, que les salpica a posta. Yo me quito los tacones y mojo los pies hasta los tobillos. Me relajan las burbujas que me hacen cosquillas y la agradable temperatura. Cristina hace lo mismo, pero antes deja mi bolso y el suyo sobre una mesa, porque sospechamos que intentarán tirarnos al agua.
Como si ya les conociésemos de toda la vida, al rato nuestros pensamientos se hacen realidad y ambos tiran de nuestros pies hacia abajo. Lo malo es que nos pillan desprevenidas y consiguen que medio cuerpo acabe dentro de la piscina, así que finalmente cedemos y nos sumergimos del todo, buscándoles para intentar ahogarles, pero nuestra ropa mojada nos impide nadar.
Nos relajamos entre las burbujas y las luces de colores. Al rato vienen a por nosotras de nuevo.
-¡Oye, ya estamos dentro, dejadnos!- Digo, antes de que hagan nada.
-Shh, ahora queremos que os unáis a nosotros. Todos deben acabar aquí dentro esta noche- Explica Harry.
Aceptamos a participar en este divertido juego y salimos a por una toalla. Cuando nos la ponemos sobre los vestidos, fijamos nuestro siguiente objetivo: Eleanor, que ha estado haciendo fotos. Está en el borde de la piscina, la víctima ideal.
-¿Puedo verlas?- Le digo.
-¡Claro!- Me da su móvil y veo que ha subido algunas a Twitter. Las ha hecho genial, la verdad. En ese momento Cristina alarga sus brazos y con un suave empujón el equilibrio de Eleanor se esfuma y acaba al igual que nosotras.
-¿Sois gilipollas?- Grita, muy enfadada. ¡Mirad cómo me habéis puesto!- Parece realmente cabreada con nosotras, pero entonces Lou y Harry la sacan del agua con pequeños saltos que hacen que vuele a ras de ella y la vemos sonreír.
Ahora todos salimos de la piscina con una compinche más. Eleanor consigue poner a Perrie y a Leigh al borde de la piscina y mientras hablan tranquilas, Lou y yo atacamos. Aunque ahora Jesy, Jade, Zayn, Elena, Danielle y Brian están alerta, conseguimos que Jade, Zayn y Jesy piquen. Para los demás se nos agotan las fuerzas.
-¡Hemos ganado!- Celebra Elena.
-Siete personas mojadas contra cuatro secas. Claramente hemos ganado nosotros- Le replica Harry.
-¿Qué ha pasado?- Liam aparece contemplando la escena, divertido. Dani le sigue detrás con un vaso de agua en la mano. Seguramente lo ha cogido de la cocina. Se nota la tensión en las miradas de Liam y Danielle, pero todos fingimos no darnos cuenta.
-¡Dani, Dani!- Le grito sentada al borde de la piscina- ¡Me duele, muchísimo!
-¿El qué?- Consigo que se acerque preocupada y solo me queda empujarla para lograr un ocho a tres.
Una hora y pico después todos estamos secos. Algunos se han cambiado de ropa y otros, como yo, se han dejado el traje húmedo. Tengo la sensación de que acabaré de nuevo en la piscina.
Ya falta poco para media noche. Les conté a los chicos nuestra costumbre de comer 12 uvas en los últimos 12 segundos, y como lo encuentran divertido han repartido un vasito con 12 uvas a cada uno.
Nos sentamos alrededor de la tele: en el sofá, en el suelo, en sillas...Una presentadora y un presentador vestidos de gala presentan el evento. La cuenta atrás empieza.
-Cuando yo diga, empezáis a comer- Les indico. Poco después grito "¡Ya!" y todos se apresuran a comerse sus uvas.
-1, 2, 3...
Danielle y Perrie ya las han escupido y se ríen de lo desastroso que ha sido. Louis, Zayn y yo las contenemos en la boca intentando tragar.
-...4,5,6,7,8...
Harry se ha dado cuenta de que se las ha comido antes de tiempo. Yo consigo llevar de nuevo bien el ritmo.
-...9,10,11,12.
-¡¡Feliz año nuevo!!- Grito con la boca llena de las últimas uvas, y todos nos fundimos en un abrazo cayendo sobre el sofá.
Le envío un mensaje a mi familia desde el móvil y todos hacen lo mismo al verme. Bueno, algunos escupen uvas mientras me regañan por la "malísima idea".
Al menos he empezado el año entre risas.



Niall abre los ojos al oír el aviso a los pasajeros del aterrizaje. Se aprieta el cinturón y observa las primeras luces de Londres. Luces, como las que iluminaban la habitación oscura en la que durmieron abrazados. Luces, como aquellas que miraban con admiración el día en el que desperdició una oportunidad que espera que no sera la única. Luces alegres en las primeras horas del año, un año que espera que sea el mejor, y aunque no sea posible del todo, quiere pasarlo con ella. Tiene claro cuál es su primer propósito: el beso. Y promete al cielo y a las estrellas aquí y ahora que lo cumplirá.
Saca su móvil del bolsillo y busca su nombre en WhatsApp. Lee lo último que le dijo hace varios días:

¿Hay algo en tu cabeza que no sea la comida? ¡Hablamos después! xxxxxxxxx


Sin dudarlo un segundo, sus dedos recorren velozmente el teclado táctil de la pantalla y escribe:

Si que lo hay. Y es preciosa, y eres tu. Feliz año nuevo xxxxxxxxx.

Cierra los ojos y suspira. El avión está aterrizando.




La fiesta se ha desmadrado un poco más. Lou y Harry se pasean borrachos aún en bañador. Están muy locos. Elena, Cristina, Dani y yo bailamos entre las luces de los árboles. En un momento de cariño me lanzo a ellas y les rodeo en un gran abrazo. No quiero que mi prima y Cristina se vayan, estos días han sido maravillosos, odio que en plena felicidad juntas tengan que marcharse. Cristina es divertida, graciosa y alegre, pero también cariñosa y comprensiva. Elena tenía razón, ahora no quiero que vuelva a España. Y mi prima...¿qué puedo decir de ella que no sepáis ya? La quiero muchísimo, y no quiero que otra vez tengamos que vencer a la distancia a través de la pantalla del ordenador.
La miro. Seguimos bailando, pero yo paro y le susurro.
-Lo has conseguido.
-¿Qué?
-Lo has conseguido. Londres, tus ídolos, tus sueños...
No me deja seguir hablando. Me abraza y del impulso se corta mi habla.
-Gracias.
Un rato después todos estamos con un vaso de algo en la mano, pero Lou y Harry son los que dan la nota. Yo les sigo el rollo y bailo, pero siento que la buena energía que tenía hace unas horas se ha ido. Algo dentro de mi se apaga, no estoy bien. ¿Para qué fingir más que lo estoy?
Observo a mis amigos. Qué grandes. Lou y Harry bailan bebiendo más y más mientras Eleanor intenta ponerles una chaqueta, las preciosas chicas de Little Mix hablan con sus fans, ahora amigas, Elena y Cristina. Liam, Zayn y Dani se ríen de algo que ha dicho el presentador guapo de la tele.
"¿Cómo habéis llegado tanto a mi?" Pienso.
Lentamente subo las escaleras. Mi cuerpo se mueve solo, yo solo le obedezco. Mis piernas andan, saben a dónde quieren ir.
Abro la puerta. Todos los lugares del mundo me saludan a través de figuritas y banderas. Cierro y despacio ando al balcón. Aquella noche, aquella mágica noche durmiendo entre sus brazos y respirando su calor. Sus ojos que brillaban en la oscuridad, su risa silenciosa para no despertar a nadie, sus manos en mi espalda haciendo que me quedase junto a él....
Subo la persiana del balcón y retiro las cortinas de un blanco puro y brillante. El frío me hace temblar, pero no quiero irme de allí. Londres iluminada, aún más por los adornos navideños en sus calles, vuelve a sorprender a mis ojos. Ojos que lo que más quieren ver ahora es su rostro, feliz como siempre.
Me siento apoyando la espalda en una parte de pared y mis pies en otra. Es un balcón pequeño, pero lo suficiente como para que pueda tumbarme entera de lado y observar el contraste de los colores de la ciudad y el cielo azul marino casi negro. La bonita imagen se hace borrosa por culpa de mis lágrimas.
"Soy una estúpida, una gilipollas, una tonta"
Mi móvil vibra en el bolsillo de la falda de este práctico vestido. Menos mal que ya está seco, me lo he metido ahí sin darme cuenta. Me insulto aún más al ver su nombre en la pantalla. Y me dan ganas de suicidarme cuando leo su mensaje.

¿Hay algo en tu cabeza que no sea la comida? ¡Hablamos después! xxxxxxxxx

Sí que lo hay, y es preciosa, y eres tu. Feliz año nuevo xxxxxxxxx.

Mis cuerpo congelado pierde fuerzas para contestar. Mis dedos solo son capaces de dejar el móvil en el suelo.
Entre sollozos dejo que el sueño me atrape.




Niall abre la puerta  sin ni siquiera llamar. No puede evitar sonreír al ver a Harry y a Louis en bañador bailando mareados.
-¿Niall? Creo que estoy bebiendo demasiado, ¿eres tú?- Pregunta Louis. Él abraza a sus dos amigos borrachos y hace que todos le busquen para un abrazo, una explicación y para repartir comentarios como "¡feliz año nuevo!". Tarda un buen rato en contestar a todos, en dar abrazos y en rechazar las copas que le ofrecen. Hoy no quiere emborracharse. Le presentan al tal Brian, actual novio de Danielle, y mira a Liam. Al acercarse a él, le dice.
-Me parece que ambos tenemos que contarnos muchas cosas.
-¡Y tanto!- Se sorprende al ver a su amigo sonriente y supone que ha decidido pasar de Danielle de una vez por todas.
Aún le falta una persona por saludar. No, no es Marina, se refiere a Dani. Cuando la gente deja de agobiarle entre preguntas y demás comentarios, ella se acerca a él.
-Hola Da...
Le abraza con más fuerzas que los demás y le susurra:
-Sé que estás aquí por ella.
-Eres una chica lista.
-No, es que sé lo que es estar enamorada. Creo que está arriba.
-Gracias, Dani.
-A ti, por hacerla feliz.
Se separan y Niall corre hacia su habitación. Sabe que está allí. Espera encontrársela observando las figuras, admirando las banderas, soñando con estar en todos esos lugares o mirando por el balcón...
Y sí, la encuentra allí, pero en el suelo, dormida profundamente.
-¿Marina...?- Le susurra, poniendo la mano sobre su hombro. Está helada, así que coge la manta más gorda y que más abriga de su armario y se la echa encima. La mira. Sus labios que susurran algo inaudible en sueños, sus párpados que parecían tener ganas de cerrar sus ojos y finalizar el día, sus finos brazos relajados sobre el suelo, su larguísimo pelo esparcido con gracia....
-Te amo- Le dice, aunque sabe que no puede oírle. Pero lo hará. Es una promesa que se ha hecho a él mismo. Poco a poco se deja caer a su lado, le pasa un brazo por encima e intenta transmitirle calor.

Luces, otra vez. Luces que desaparecen cuando el sueño viene.