CAPÍTULO 33.

Ayer llegué a casa y al ver que una vez más Dani no estaba, me derrumbé. Como era tarde, supuse que ya se había ido a dormir a casa de Josh, o quizás estaba con Liam. El caso es que en mitad de mi estado de confusión e impotencia, me encontraba sola, y solo pude echarme a llorar hasta quedarme dormida en el sofá. ¿Por qué lloraba? No lo tengo claro del todo, pero creo que es porque Harry me ha creado nuevos sentimientos. Esa misma tarde estaba segura de que lo único que quería era ser de Niall, y un rato después él me  apagó mis pensamientos con ese beso. Cuando me calmé y me preparé algo de cenar, pensé en lo que acababa de pasar y me pregunté: ¿me gustó ese beso? Para mi sorpresa, rápidamente me respondí un sincero "sí", aunque la verdadera pregunta es: ¿me gustó tanto como para que sea él quien ocupe mi mente ahora?

Esa, esa puta pregunta es la que aún no tiene respuesta.

He llamado a Darien para decirle que no puedo ir a su casa a limpiar porque me encuentro fatal, y no miento. El caso es que debería estar contenta. Harry, un chico atento y alegre, el famoso que se interesó por dos de sus fans hasta el punto de hacer de una de ellas su mejor amiga, el de los ojos brillantes y la sonrisa enormemente hermosa, las ondas perfectas y las manos grandes, que te acogen mejor en un abrazo. Un chico así  me ha besado, y encima la escena era tan...¡perfecta! Los dos corriendo con música a nuestro alrededor, divertidos, juguetones, sudados...Nos paramos y ¡pum! beso.
Pero desde hace mucho más tiempo, otro chico genial anda por mi mundo: Niall. El tipo cariñoso, el que se preocupa por mi, el que me revuelve el pelo y me dice "chiquitaja" con tanta alegría que sus palabras desprenden amor, el del rostro iluminado por su sonrisa y el pelo de rayos de sol.
Ahora siento como si me encontrase en una guerra en la que uno de los dos debe ganar. Y cuando quiero pensar en otra cosa, me viene a la cabeza las palabras de Harry. Se insultó a sí mismo y me echó de allí, como si al verme se sintiese más culpable aún, pero, ¿culpable de qué?
Mi móvil suena y al ver que es de mi madre pongo parte de atención en el mensaje que me ha enviado.
Le he dado  la entrada a tu hermano, ve a Tuenti, te ha dejado un mensaje.
Al fin consigo esbozar una sonrisa y conecto el ordenador. Ahí está el símbolo verde de un sobre, que indica que alguien me ha dejado un mensaje. Al abrirlo y ver solo letras en mayúsculas, adivino que la sorpresa le ha gustado.
MARINA MARINA MARINA MARINA MARINA MARINAAAAAAAA ¿ QUÉ HAS HECHO? ¿QUÉ HAS HECHOOOOO? QUE ME HAS REGALADO  UNA ENTRADA PARA IR A VERLES, A ELLOS, ES QUE NO ME LO PUEDO CREEEEEER. MARINA, TE QUIERO, MARINA, MARINA, MARINA, MARINAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA TE QUIEROOOOOOOOOOOOOOO ES EL MEJOR REGALO, POR FIN, POR FIIIIIIIN.
Al final acabo riéndome  imaginando su cara mientras escribía el mensaje. Le contesto con un "Veo que te ha gustado, JAJAJAJAJAJAJA. Feliz cumpleaños :) xxxxx" Y vuelvo a cerrar el ordenador. Como si este descanso de pensamientos negativos me hubiese iluminado, cojo el móvil, voy a WhatsApp y abro el icono donde pone "Ricitos", dispuesta a decirle algo, lo que sea. Pero solo ha sido un momento de valentía que se ha esfumado rápido.
Decido ducharme y empezar a preparar la comida, pero antes de hacerlo Dani abre la puerta y como suponía, mis ojos siguen enrojecidos y mi cara parece fuego.
-¿Qué te ha pasado?- Dice, cogiéndome del brazo y sentándome, como siempre que quiere que le cuente algo. No, no estoy sola, la tengo a ella. Los momentos de depresión me hacen pensar cosas que no son así.



Salgo de la ducha y Dani tiene los platos en la mesa y la comida preparada. Me siento y ella también lo hace, poniendo la tele antes de hacerlo.
-¿Estás más calmada?
-Sí.
Como era de esperar, al volver a hablar del tema con ella he vuelto a llorar desconsoladamente mientras  me abrazaba y me decía que no tenía por qué comportarme así. Su consejo ha sido que no busque a Harry, sino que espere a que él venga a por mi. Si me ha besado, no soy yo quien deba hablarle, es él, para que luche por lo que quiere, si es que quiere algo. Pero la pregunta sigue sin respuesta.
Para cambiar de tema le cuento lo del mensaje de mi hermano y se lo enseño a través del móvil, provocando también su risa. Hace tiempo me dijo que iba a montar una fiesta con sus mejores amigos, los justos para estar bien y celebrarlo. Me lo imagino gritando en la cara de ellos con la entrada en la mano y a su novia abrazándole mientras le hace saber que tiene mucha suerte. Siempre me ha caído bien esa chica, aunque nos hemos visto pocas veces.
Mientras leemos una y otra vez el mensaje, el móvil empieza a vibrar y la pantalla cambia de color para dejar entrar una llamada. Es él. Es él. Es él.
Es Harry.
Me levanto de la mesa mientras toso atragantada y Dani me ofrece su vaso para que me la aclare. Respiro profundamente mientras la miro y deslizo el icono verde para descolgar.
-¿Sí?
-Hola, Marina.
-Hola, Harry.
Noto su voz algo más baja de lo normal, y por supuesto su tono derrocha tristeza.
-Quería decirte que si puedes volver a quedar conmigo esta tarde, para...La fiesta de Lou.
"La fiesta de Lou, ya, claro" Pienso, mientras sigo mirando a Dani.
-Sí, puedo.
- Pues esta tarde a las 16:00 me paso a por ti, para comprar las cosas y llevarlas al local y tal.
-Vale...Adiós.
-Adiós.
Llamada finalizada. Como si hubiese estado aguantando la respiración, suspiro profundamente mientras caigo en la silla medio muerta.
-Hemos quedado esta tarde para terminar de preparar la fiesta de Lou.
-¿A qué hora?
-A las 16:00
-Intenta sacarle el tema, para aclarar dudas.
-Cuando me ha vuelto a llamar es porque quiere hablar del tema.
-Tienes razón.

Recogemos la mesa y decido irme a dormir un rato hasta que llegue la hora de vestirme. Dani se sienta con el portátil en el sofá y promete despertarme si me duermo.
Me tumbo en la cama y miro al techo. Cierro los ojos y apoyo la cabeza algo más abajo, acomodándome. Cambio mi cuerpo y lo pongo de perfil, que es como suelo dormir siempre, pero nada. Me pongo para el otro lado, mirando a la ventana, luego vuelvo a ponerme mirando a la puerta y al final acabo con la mirada fija en el techo, como al principio. Ni estando en un SPA de lujo podría relajarme hoy.
Mi móvil vuelve a sonar por tercera vez en el día  con un WhatsApp, y para ponerme aún más nerviosa, es de Niall.
Chiquitaja, llevo ya varios días sin verte, ¿dónde te has perdido?
Sonrío a la pantalla y contesto rápidamente, ansiosa por estar hablando con él.
No, estoy aquí, tu lo que quieres es que me pierda, ¿verdad? ¡Já! Te pillé.
¡Nooooooo! Mira que eres tonta... Venga, que te hecho de menos, vamos a quedar esta tarde.
Le contesto que no puedo, pero no le digo ni por qué ni que voy a ir con Harry, como si me siéntese mal al hacerlo.
-¿Y mañana puedes?
-Mañana viene mi prima, tengo que ir a recogerla, pero después voy a vuestra casa, para presentárosla.
-Bueno... Tendré que esperar un poquito más. Oye, no soy el único que te echa de menos, Zayn y Lou te saludan y te dicen que vengas ¡YA!
-¡JAJAJAJAJAJAJAJA! Anda, me tengo que ir. Un beso de mi parte a todos, os quiero xxx.
-Y nosotros a ti, chiquitaja xxxxxx.

Creo que cada vez le quiero más, pero sigo estando confusa y sin saber qué contestar a la puta pregunta. Me visto y salgo al salón para despedirme de Dani...No sé por qué, pero creo que esta tarde será muy larga.




Marina se ha ido y Dani se prepara para hacerlo también. Se pone unos shorts marrones acompañados de unas medias y unas botas bajas. De arriba se decanta por un jersey de punto con mucho escote, que se tapa con un pañuelo de tonos amarillos y marrones también. Se coge el flequillo a un lado y tras revisar que está todo apagado y bien, se va.
El metro está medio vacío, pero supone que se irá llenando conforme va parando. Sigue pensando en Marina y en lo afortunada que es, pero a la vez lo mal que debe sentirse. Sabe perfectamente que Niall es a quien quiere, pero un chico como Harry crea dudas a cualquiera.
Aunque lleva pensando en esta situación desde que Marina se lo ha contado, ahora que no está empieza a recordar la movida que tiene entre Josh y Liam. No sabe por qué, pero sigue sintiéndose culpable. Ahora se supone que está con Marina de compras, pero una vez más la verdadera persona con la que va a pasar parte de la tarde es él, Liam James Payne, uno de los famosos más reconocidos que se siente inútil gracias a haber perdido...todo.
Mirando por la ventana como el paisaje pasa velozmente, recuerda cómo intentó contarle que se está viendo con Liam ayer por la noche a Josh, analizando cada palabra:

-Josh- Dijo, sentándose a su lado en el sofá, con un trozo de pizza en la mano para él.
-Dime- Le respondió, cogiéndolo mientras sonríe.
-Ayer hablé con Liam.
La sonrisa de Josh se desvaneció y mirando fijamente la pantalla del televisor, continuó la conversación.
-¿Y..?
-Está fatal...Yo le estoy dando todo el apoyo que puedo.
-Liam se hace mucho la víctima. No digo que no esté dolido ni mal, sino que lo que más miedo le da es quedarse solo, por eso se interesa tanto por ti.
Antes de que Josh terminase de decir esto, Dani giró bruscamente la cabeza y le lanzó una mirada fulminante. Él, tranquilo y sosegado, la miró también y subió los hombros, como si quisiera decir "es así, llevo razón"
-Liam está dañado de verdad, y si me ha elegido a mi es porque le comprendo y le doy consejos.
-Para eso tiene a más gente, ¿no ves que es famoso?- dice, mirándola casi con...¿superioridad?- Anda, que empieza la peli.
Y los dos acabaron mirando a la televisión de nuevo, cada uno con diferentes pensamientos y separados, cuando semanas antes se hubiesen estado abrazando sonrientes.

Pero eso no va a hacer que Dani deje de verle. Al contrario, ahora han tomado por costumbre quedar cada día, y nota perfectamente cómo va mejorando, como cuando está con ella consigue olvidar a Danielle por varias horas.
Al fin su parada. Baja y se dirige a la casa de ellos, pero se encuentra con la sorpresa de que Liam ya está en la puerta esperándola.
-¡Hola!- Le dice, sonriente.
-¡Hola, Liam! Qué contento te veo, ¿no?
-Puede que sí.
-Así quiero que estés- Dice, mientras le abraza.
-Vamos.
-¿A dónde?
-Me he dado cuenta de que vienes para oír mis penas. Eso no siempre va a ser así, vamos a tomar algo, invito yo.
Dani sonríe mientras le coge los mofletes y le dice "que mono eres". Liam le da la mano y salen de allí, dirigiéndose a su coche. Los dos se montan y por un momento, Dani se olvida de todos: de Marina, de Josh, de Danielle...Por un momento, solo se siente con Liam.




Harry ha llamado a casa, y tras un "buena suerte" de Dani, he abierto la puerta. Ayer nos habríamos abrazado diciendo gilipolleces, pero hoy parecía haber un escudo entre nosotros que ha hecho que sonriamos. Solo un simple movimiento de labios.
Ahora estoy con él en el coche. La música suena en la radio haciendo que no haya un total silencio, aunque sí que lo hay por parte de nosotros. No sé de dónde saco fuerzas, pero al final hablo.
-¿Dónde vamos a comprar las cosas?
-Aquí- Dice, mientras dirige su dedo a mi ventana y señala una gran tienda.
Aparca y apaga la radio. Nos bajamos y ambos mirando al suelo, entramos en la  tienda. No me puedo creer que esté tan incómoda con Harry, con mi Harry, con mi ricitos...Ahora parece un desconocido, joder. No quiero que estemos así, ¿por qué tanto drama? Fue solo un puto beso, un puto descuido, un jodido desliz...Yo, al menos, voy a comportarme como siempre.
Miro al frente y le adelanto, poniéndome en cabeza en un gran pasillo.
-No puede faltar un árbol de navidad, pero no uno, sino muchos, en todos los lados.
-Ajá- Dice, noto que algo sorprendido porque estoy... hablándole.
-¡Mira, mira!- me dirijo a un muñeco de nieve echo con cartón-piedra blanco- De estos también hay que comprar unos cuantos.
Cojo al menos 6 árboles de navidad, ya que no son muy grandes, y los echo en el carro. Cojo dos muñecos de nieve y preparo otro carro, ya que son más grandes. Entramos en otra sección y empiezo a echar cosas a los carros como si fuese a acabarse la tienda. Ambos acaban llenos de color y brillantina, tan pesados que tenemos que ayudarnos mutuamente a moverlos de un pasillo a otro.
-¡Mira que reno más mono! Y eso, esto le va a encantar...Estas bandejas son ideales para poner comida. ¡Ah, mira eso! Me encanta, de verdad...
Veo que con cada comentario mío Harry sonríe. Comportarme como una loca compulsiva de las compras está sirviendo para algo. Cuando veo que han pasado casi dos horas, miro a los carros y a Harry sonriendo entre ellos dos. Nos miramos y en mitad del silencio, digo:
-¿Y esto quién lo paga?
Estalla en carcajadas y al fin respiro tranquila: sí, he conseguido romper la tensión.
-No creo que tengas dinero ni para pagar la mitad de todo esto.
-Yo tampoco lo creo.
Salimos de la tienda y lo metemos todo en el maletero y en los asientos de atrás. Nos tenemos que poner varias bolsas en las piernas, ya que tanta cantidad de cosas no caben en el coche, y salimos para el local.
Una vez allí, empezamos a colocar cosas con música puesta.
-¿Quién ha escogido la música?
-Zayn.
-Dj Malik, cómo no. La ha escogido muy bien.
-Sabía que él era el mejor para esto.
Los dos nos reímos mientras sacamos aún más objetos del maletero y una vez todo fuera, lo colocamos meticulosamente, mirando en qué esquina quedaría mejor esto, o en qué sitio pegan estos colores...
-Niall viene dentro de hora y media con la comida. La ha organizado con el chef del restaurante al que fuimos.
-Entonces seguro que será buena, porque me encantó.
-¡Jajajajaja! No lo dudes.
-¿Y los invitados?
-Eleanor me ha pasado la lista completa, solo queda repasarla y avisar a unos cuantos que no me ha dado tiempo.
Me giro para verle hablar y le veo colocando cosas, sudando al igual que ayer mientras se quita las gotas que caen por su frente.
-Lou te importa mucho, ¿verdad?
-Eso es lo mismo que si te pregunto "Dani te importa mucho, ¿verdad?"
Vuelvo a sonreír y sigo ordenando y visualizando dónde va a ir casa cosa. Al final, el gran salón queda perfectamente navideño.
-Ya solo quedan las habitaciones- Digo, entrando en una de ellas.
-No nos va a dar tiempo...
-¿Qué dices? Como si tenemos que quedarnos aquí toda la noche, Lou tendrá su fiesta.
-Ayer teníamos que haber decorado el salón, así hoy lo tendríamos todo mejor planeado.
-Ya, pero ayer...
Y me callo, porque no hay nada más que decir. Los dos sabemos perfectamente lo que pasó, lo que no sabemos es por qué.
Me atrevo a mirarle directamente, pero él no. Sin embargo, me habla.
-Marina...
-¿Qué?
-Pues...sobre lo de ayer,  quiero pedirte perdón.
-¿Por el beso?
-Sí. Y por cómo te hablé tras él.
-Harry, no entiendo qué mal tiene un beso. Y sí entiendo que me hablases mal, los nervios...
-No, Marina. Hay más, hay...otras cosas. He estado pensando y quiero dejar claro que entre nosotros no pasa nada, al menos por mi parte. No sé que pasó, pero... el caso es que quiero que lo olvidemos.
-Sí.
-Tampoco quiero que pienses que te he utilizado para después olvidarte...
-No, no, Harry, lo entiendo. Por mi parte tampoco hay nada. Yo también quiero olvidarlo y que estemos como siempre estamos.
-Entonces, ¿estás de acuerdo?
-Totalmente.
-Gracias, Marina... Y perdón otra vez.
-No te perdono, porque no tienes que pedir perdón.
Yo en una pared y él en otra, con confeti y cosas brillantes y de colores vivos en las manos, hablándole al suelo o al techo, mostrando que no somos nada más de lo que parecemos.
-Marina.
-Dime.
-¿Me abrazas?
Ambos tiramos al suelo los objetos y recorremos la sala, hasta quedarnos en medio, abrazados, siendo los grandes amigos que queremos ser. Harry empieza a llorar y yo le acaricio el pelo, intentando calmarle.
-Eh, Harry, eh...No llores, no ha pasado nada, podría haberle sucedido a cualquiera.
-No, Marina, es que hay más...
-¿Más? ¿Más qué?
-Lloro porque soy gilipollas, a parte de por haberte besado, por otra persona.
-Harry, no te entiendo muy bien. ¿Me lo puedes explicar?
-Ese es el problema, no puedo.
Apoya aún más la cabeza en mi hombro, que acaba húmedo por sus lágrimas.
-Me siento muy mal, yo no soy así.
-No voy a obligarte a que me lo cuentes, pero sí a que te animes y dejes de llorar, porque eres una persona maravillosa...
-Marina.- Dice de repente, interrumpiéndome y separándose de mi.
-¿Qué?
-Te prometo, te juro, que haré lo que sea para que acabes con quien de verdad te gusta.
Esta vez la que mira al suelo soy yo, pronunciando su nombre en un tono parecido al silencio.
-Niall...
-Exacto- Dice, cogiéndome de la barbilla para subirme el rostro.- Todo.
Vuelvo abrazarle agradecida de sus palabras. Al final todo a salido bien, los dos estábamos igual de confusos y ahora...Ahora parece ser que nuestro distanciamiento solo ha durado varias horas. La pregunta tiene una clara respuesta: Es Niall quién ocupa mis pensamientos, y lo será... Quizás no para siempre, porque nada es infinito, pero si por mucho, mucho tiempo. Ahora es otra pregunta la que me tiene intrigada.

¿Quién es esa persona por la cuál Harry se siente culpable de haberme besado?