lunes, 31 de diciembre de 2012

CAPÍTULO 32.

Tumbada en el sofá miro Twitter e intento contestar a todas las menciones que tengo. También tengo a Harry en WhatsApp, que no para de preguntarme cómo hacer la fiesta.

Harry, pues no sé... Música, comida y un sitio espacioso.
Marina, tienes que ayudarme. No me ha dado tiempo a organizar nada con la mierda de las reuniones. 
A ver, eres Harry Styles, así que nadie tendrá problema en dejarte un local. Además, tu puedes pagar lo que te pidan.
Vale, ya sé que local coger. Lo alquilamos para una fiesta para Liam, está escondido y tal.
Muy bien, pues lo más importante ya lo tienes.
¡No! ¿Y los invitados? ¿Y la decoración? 
A ver, ¿Eleanor sabe que le vas a montar una fiesta?
Iba a decírselo.
Pídele a ella que se encargue de los invitados, ¿vale? Y yo puedo ayudar con la decoración. Niall que se encargue de la comida.
¡Es ideal para eso!
Lo sé, por eso,¡ que se ocupe de lo que más le gusta! Los demás y Dani que se encarguen de la música y listo.
¡Pues ya esta! Mañana quedamos tú y yo para ver el local y comprar las cosas.
¿No puedes quedar hoy?
Viene una amiga de Dani que se va a Alemania.
Pero después estarás libre...
Me quedo algo pensativa y al final asiento con la cabeza a mi misma.
Pues tienes razón. Esta tarde a las 5:30 en mi casa, ¿vienes con alguien?
Ahora lo hablo con Niall, Zayn y Liam. Gracias Marina, de verdad, eres la mejor :) xxxxxxxxxx
Sonrío tontamente mientras me levanto y me miro al espejo. Estoy presentable. Le enseño a Dani la conversación y con una mueca extraña, me dice:
-Son las 16:12, Amy no va a irse tan pronto.
-Pero yo no tengo confianza con ella, puedes quedarte tú hasta que se vaya.
-Bueno, vale.
El sonido del timbre nos despista y saco varios dulces que tenemos guardados para merendar mientras Amy y Dani se dan un abrazo. Yo me limito a darle dos besos.
-¡Cuánto tiempo!- Exclama ella.
-¡Ya ves!
Nos sentamos las tres en el sofá y ella comienza su relato.
-Resumiendo, una famosa revista Alemana que se está dando a conocer en el mundo se ha interesado por mi y yo no he dudado en decir que sí.
-¡Eso es! Las oportunidades hay que aprovecharlas al vuelo.- Le dice Dani, alegrándose por ella.
-Por fin, después de tantos años...Me teníais que haber visto en mi casa, llorando con el teléfono en la mano, justo cuando colgué la llamada... ¡Voy a cumplir la promesa que le hice a mi madre! Voy a ser modelo, y de las famosas, pero sé que soy diferente. Voy a cambiar el mundo de la moda.
-Seguro que sí...Nos alegramos mucho por ti, Amy.- Hablo al fin, sonriendo.
-Gracias Marina.
-¿Cuándo te vas?
-Mañana. Pero...quería despedirme de vosotras. Me habéis caído bien y tengo algo de tiempo libre...Todo esto está llendo muy rápido, he tenido que organizarlo  en menos de una semana. Todo muy acelerado, pero merece la pena.
-¡Por supuesto que sí! Posa igual de bien que siempre y métete a todos en el bolsillo.- Dani aporta sus palabras de ánimo.
-Algo que le estoy diciendo a toda la gente que conozco es que si tienes algo en mente y no se va por mucho que quieras, es que debes realizar ese "algo". Aunque imagino que vosotras sabéis eso mejor que yo, ¡habéis conocido a vuestros ídolos!
Reímos mientras asentimos con la cabeza dándole la razón, aunque... no todo está hecho. La vida está formada por sueños, y la felicidad consiste en ir cumpliendo cada uno, poco a poco, sin perder la esperanza. Yo tengo muchos sueños, una vez quise hacer una lista, pero me cansé. Los principales eran vivir un tiempo en Londres y en Nueva York, conocer a One Direction y a Lady Gaga y ser una escritora o cantante  famosa. Muchas veces he llorado pensando que puede que algunos no se realizasen como yo quería. Con algo de ahorro pude ir a un par de conciertos, pero ¿ es eso lo que reinaba mi mente? No, yo quería abrazarles, ser su amiga, bailar junto a ellos, tomarme fotos... Otras veces pensaba que con otro poco de dinero podría realizar un viaje, pero eso tampoco era mi deseo. Era vivir en alguno de esos dos sitios. Por eso, cuando detengo el tiempo a mi alrededor, cuando mi mente se atasca en un segundo de todas estas horas, semanas y meses, solo puedo decir "Gracias". No sé si al destino o a algo extraño, pero gracias a aquello que haya hecho que dos de mis mayores logros en la vida se hayan cumplido a la perfección.
Pero a parte de estos sueños, quedan más. Quedan muchos más. Y sin querer, remonto a tiempos pasados en los que me imaginaba con Niall en algún lugar, saliendo juntos... la fan y su ídolo se han convertido en la mejor amiga y su mejor amigo. El mismo sueño con distinto personajes. ¡Claro! ¡Me estoy dando cuenta ahora! Ese, ese es el mayor sueño, el que siempre he querido realizar...Las ganas de abrazar a mi amor platónico, de sentirle, todo eso está a pocos pasos de mi...Quizás, lo que más quiero es eso, aunque ahora lo vea con unos ojos totalmente distintos.
Miro a Amy mientras habla sin parar y finjo que la atiendo. Aunque no la conozca sé que ha luchado por lo que tiene y lo que le queda por conseguir. Con todo mi corazón le deseo que lo consiga, y algo dentro de mi me dice que lo hará. Todos se merecen conseguir su mayor sueño, porque estoy segura de que hasta los que menos ganas tienen de seguir despiertos, tienen uno.



Harry baja del coche y tras él lo hago yo, siguiéndole hasta un callejón con una puerta, de esos que hay en las películas de terror cuando el protagonista está atrapado. Saca una llave y tras abrirla, me indica que pase dentro. Girando sobre mi misma y con la cabeza alta, admiro lo grande que es el local.
-Tiene 3 habitaciones más, una de ellas es el baño.
-Joder, esto es enorme. ¡Me encanta!
-Sí, pero todavía falta la decoración y todo lo demás.
-Yo he pensando que como los cumple el 24, la decoración podría ser navideña.
-¡Sí, buena idea! ¿Ves? Te necesito para organizarlo todo, joder.
Me río mientras entro a las habitaciones, todas algo más pequeñas, pero aún así muy espaciosas.
-Vamos a por las cosas.- Me dice, y salimos de nuevo a la calle.
Del maletero sacamos, poniendo todas nuestras fuerzas, cuatro grandes altavoces y los ponemos cada uno en una esquina de la gran sala. Tras eso volvemos y y sacamos un par de escobas y recogedores, trapos y productos de limpieza.
-A las 19:00 tenemos que comprar las cosas.- Digo, intentando organizar el tiempo que tenemos.
-Vale. ¿Pongo música?
-Claro.
Harry conecta los altavoces y pone la canción "Dont you worry child" Siempre me han dado ganas de bailar con esta, así que al ritmo de las primeras notas musicales empiezo a barrer la sala principal mientras él va quitando el polvo. Por suerte, esto no está muy sucio.
Conforme la canción va avanzando acabo bailando como si estuviese en la fiesta, con la mente en otro sitio y las palabras retumbando con eco en la sala. Cuando me doy cuenta, Harry me está mirando mientras se ríe abriendo mucho la boca, hasta casi quedarse sin respiración.
-Ah, pues ya no canto.
-¡No, que cantas muy bien!- Dice, mientras viene a por mi.
-Mentiroso...¡Déjame!- Cada vez se acerca más, pocos metros me separan de él- ¿Qué pretendes?- Le digo esta vez, mirando su sonrisa pícara y misteriosa. Tiro la escoba al suelo y salgo a correr entre las habitaciones, que se conectan entre sí.
-¡No huyas, solo quiero abrazarte!- Dice, riéndose aún más.
-¡No, tu lo que quieres es matarme!
Acabo otra vez en el gran salón, corriendo de una punta a otra, hasta que me caigo tropezando con la escoba que había tirado hace un largo rato.
-¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!- Harry no puede parar de reírse, hasta acaba tosiendo y con lágrimas en los ojos. Yo me incorporo tocándome la rodilla, dónde me he dado el golpe. Me toco la cara, que adivino que ha adquirido un fuerte tono rojo gracias al sudor. Seguidamente mi mano recorre mi rostro hasta llegar al pelo, que tengo sudado y con las ondas aún más rizadas y encrespadas. Harry para de reírse al verme parada en el suelo tan callada. Algo preocupado, se acerca hacia mi.
-Marina, ya en serio, ¿estás bien?
-No. Me he hecho daño.
-Joder, ¿ de verdad? Lo siento..¿Dónde te has dado?
Intenta apartarme el pelo para mirarme, pero en ese momento me levanto y le abrazo para que se quede inmóvil. Cuando lo tengo atrapado empiezo a pegarle pequeñas tortas en la espalda, mientras grito mucho con mi voz chillona y suelto varias carcajadas malévolas.
-¡Eres un bicho! ¡Eres muuuuy mala!
-¡Más malo eres tú!
Mis brazos que tanta fuerza tenían al principio acaban siendo débiles y en un momento de despiste, Harry me paraliza y nos quedamos quietos, en medio de la sala, respirando profundamente y muy fuerte, a grande golpes de aire. Noto su sudor cayendo por su torso e imagino que él nota que estoy igual. Cierro los ojos porque me ha dado mareo, pero esta vez de verdad. El contraste entre el frío y el calor me relaja, pero aún así el mareo sigue.
Harry afloja sus brazos, pero cuando parecía que iba a soltarme, me da la vuelta y agarrándome de los hombros, se acerca a mi.
-¿Ha..?
No me deja pronunciar ni su nombre completo. Las palabras se quedan atrapadas en mis labios, que ahora besan los suyos. ¿O es al revés? El caso es que no me lo esperaba. Dios mío, ¿ qué es esto? ¿por qué? Es todo tan, bueno, tan loco que no sé como describirlo.
Sus labios dejan los míos y abro los ojos, que se encuentran con los suyos. Verdes, relucientes, mágicos.
-Lo siento.- dice, y se separa aún más de mi, dejando metros entre nosotros.-Joder, soy gilipollas.
-No, no lo eres...
-Tú no lo entiendes, Marina. Sí, lo soy. Soy un gran gilipollas- dice, mientras se quita varias gotas de sudor de la cara.- Por favor, vete.
Le hago caso y muy perpleja, abro la puerta y doy un paso.
-¿Me llamarás?- Le digo, aunque no sé muy bien por qué le pregunto esto.
Harry mira al suelo. A continuación pone los brazos en jarra y sin mirarme, contesta:
-Sí.

sábado, 29 de diciembre de 2012

CAPÍTULO 31

"Cuando me aceptas, aceptas mis defectos. Y esto es así, porque son parte de mi. Reconozco que no son pocos, y que no estoy orgullosa de todos ellos, pero una gran mujer me enseñó que nací así y soy perfecta. Si me dices lo que tengo que hacer o lo que hago mal me molesto, porque prefiero darme cuenta por mi misma y no que los demás me echen en cara lo que hago. También me enfado cuando alguien me dice algo que no me agrada o se mete conmigo o con mis gustos. Puedo cabrearme con todo el genio del mundo o simplemente poner una mala cara sin querer. Soy de esas que según el día una simple broma puede parecerme divertida o una putada muy grande. Grito para descargar mi ira, aprieto los dientes y los puños y resoplo como muestra de que algo me da rabia.  Todos dicen que me tomo las cosas muy a pecho y cualquier comentario puede encenderme hasta el punto de contestar mal cada vez que alguien me hable.
No solo mi mal genio es uno de mis defectos. Soy muy cabezota y siempre quiero tener razón y que las cosas salgan como yo quiera. Lloro a la más mínima porque soy muy sensible. Mi autoestima varía por días, pero supongo que son cosas de la adolescencia. Soy alguien pesimista, aunque a veces una chispa de esperanza brille en mi. Me quejo por todo. Soy muy torpe y la cosa más simple puede serme liosa.
Quizás tras haber dicho todo esto no quieras conocerme, pero, ¿y si haciéndolo descubres cuáles son mis virtudes?
O quizás si quieres saber cómo soy y comprobar si es verdad todo esto. Quédate con que mientras otros se callan, yo reconozco lo que soy"



Un sonido que me indica que alguien me habla por Tuenti interrumpe el principio de un nuevo capítulo en mi novela. Es mi prima Elena.
Elena: ¡Buenas noticias!
Yo: No me fío de ti. Aún no me has dicho la sorpresa, así que ahora me volverás a dejar con la intriga...
Elena: ¡No, esta vez no! Lo juro, de verdad. Además, la sorpresa la sabrás cuando esté allí en Londres, que por cierto, ya tengo los billetes.
Yo: ¿Ya? ¡La espera llega a su fin! ¿Cuándo vienes?
Elena: Esa es la buena noticia. Dentro de dos días podré darte un gran achuchón...
Yo: ¿DOS DÍAS? ¿TAN SOLO DOS DÍAS?
Elena: ¡SÍ, SOLO ESO, FALTA POCOOO!
Yo: ME VAN A PARECER DOS AÑOS, LO SÉ. 
Elena: Pero merecerán la pena, seguro :)
Yo: Oye, has dicho...¿billetes? ¿Vienes con alguien?
Elena: Sí, eso era lo otro que quería decirte. Voy a ir con la chica de Barcelona, con la que vivo. Se llama Cristina. No te preocupes por lo de dormir y eso, entre las dos pagamos un hotel.
Yo: ¡No! Tía, Dani duerme en casa de su novio y aquí hay un sofá y una cama.
Elena: Pero ya hemos reservado las noches.
Yo: Tenías que haberme avisado antes.
Elena: Bueno, ¿vamos a discutir por esto? Lo importante es que voy a ir allí.
Yo: ¡Exacto! Te echo mucho de menos...¿Cuántos días te quedas?
Elena: Y yo, primis, y yo. Pues van a ser cinco días.
Yo: ¡Pocos!
Elena: No me puedo permitir más...Por mí, me quedaba allí.
Yo: Ojalá...
Elena: Ah, Cristina te va a caer genial. 
Yo: No lo dudo :)
Elena: Ya me ha llegado mi entrada para el concierto. Qué rápido, ¿no?
Yo: Pues sí...Las envió Harry, así que imagino que se han dado prisa.
Elena:¡Jajajaja! Primis, tengo muchas ganas de verte.
Yo: Entonces pensamos lo mismo...Voy a hacer que sean los cinco mejores días de tu vida. Conmigo, Dani...Y LOS CHICOS.
Elena: ¡LO SÉ LO SÉ LO SÉEEEEE! Llevo 4 días que no duermo, te lo juro, estoy de los nervios.
Yo: Entonces...Cuando sea la noche de antes del vuelvo, te imagino saltando al ritmo de sus canciones.
Elena: Imaginas bien...Cristina te dice "hola" Es muy maja, te lo juro.
Yo: ¡Te creo! Seguro que nos hacemos buenas amigas.
Elena: Como cuando me presentaste a Dani, ¿te acuerdas?
Yo: ¡Como para no acordarme! Ese verano fue inolvidable...
Elena: ¡Qué fiesta nos montamos!
Yo: Una de mis mejores noches, sí señor.
Elena: Tenemos que repetir, allí en Londres.
Yo: CON LOS CHICOS.
Elena: ¡NERVIOS OTRA VEEEEEZ! 
Yo: ¿Acaso se habían ido? JAJAJAJAJA.
Elena: Aunque quisiera, no se van...Me voy, que llego tarde.
Yo: ¿A dónde?
Elena: Hemos quedado con un grupo muy majo que conocimos hace poco.
Yo:Que sociable mi prima.
Elena: ¡Ya ves! ¡Jajajajaja!
Yo: Kisses primi :)xx
Elena: Te quiero xxx
Y así nos despedimos. Yo sigo con el pijama puesto tras haberme levantado muy tarde. Ni siquiera he desayunado...Dani está en casa de Josh, así que estoy sola.
Decido cerrar el ordenador y ducharme. Una vez desnuda, el sonido de mi móvil hace que corra al salón a contestar una llamada. ¡Es Mel!
-¿Hola?
-Marina, soy Mel.
-¡Mel! ¿Cómo estás?
-¡Muy bien!
-Menos mal que has llamado. Si no, lo hubiese hecho yo...
-¡Jajajajaja! ¿Quieres quedar conmigo?
-Por supuesto...Tienes mucho que contarme.
-¡Y tanto! Y no solo de mi...De otras dos personas también.
-¿Qué?
-Ya verás...¿Cuándo puedes quedar?
-Por mi como si vienes ahora mismo.
-Vale, pues me visto y voy allí.
-Lo mismo digo, ¡sigo en pijama!
-Las mañanas de fines de semana son para estar así.
-¡Jajajajajaja! Un besazo, te quiero.
-Y yo.
Mel está totalmente cambiada. Más bien, está totalmente feliz. Antes no hubiese hablando conmigo por teléfono tan natural, y ni por asomo se hubiese despedido diciendo "te quiero"
Me ducho y me pongo una sudadera y unos vaqueros. Mientras me estoy secando el pelo suena el timbre y abro con el secador en la mano.
-Me has pillado con los pelos de león.
-¡Jajajajajaja!- Dice, mientas me abraza.
-Pasa, que voy a peinarme.
Me paso el cepillo haciendo que mi pelo se quede liso, aunque dentro de un rato las primeras ondas rebeldes aparecerán. Pongo Coldplay acordándome de que es su grupo favorito y empezamos a hablar.
-A ver, cuéntamelo todo.
-Pues...A ver como empiezo...
-Por el principio, o por el final, me da igual.
-Sabes que trabajo en la empresa de mi padre, ¿no?
-Sí.
-Pues de todas mis compañeras, siempre me he juntado más con 3 de ellas. Una es mi mejor amiga, y salimos juntas y eso...Como le conté que soy, pues eso, lesbiana, me ayudó a encontrar a alguien para...olvidarme de ti.
Noto que le cuesta pronunciar estas palabras. Imagino que es duro sincerarse con una persona que quieres en un gran cambio.
-Y me ha presentado a una chica que está en la misma situación que yo.
-¡Aaaaaarg!- Grito, en señal de alegría-¡Me alegro mucho, Mel!
La abrazo y ella me recibe algo nerviosa, temblando incluso. Parece que va a echarse a llorar.
-Mel, tranquila, ¿qué te pasa?
-Siempre me ha costado mostrarme a los demás...Por eso ahora estoy muy nerviosa. Puede que dentro de poco acabemos juntas y soy consciente de que es gracias a ti.
-No, no solo es por mi. Tú eres aquí lo principal. Te lanzaste a besarme, lo que significa que tenías algo claro.
-El caso es que estoy mucho mejor...Pero a la vez, destrozada. Mis padres sospechan algo, y últimamente son todo gritos y malas caras. Cuando se lo diga, no sé que pasará...
Al fin rompe a llorar y con las manos tapándose los ojos, respira en grandes golpes, intentando contenerse.
-Mel, tranquila, escúchame. Yo creo que lo mejor es que se lo digas a tus padres. Si les parece mal, pues es tu decisión y tienes 19 años, puedes hacer lo que quieras. Si les parece bien, ¡perfecto!
-No es tan fácil...
-Si de verdad te gusta esa chica, si de verdad ahora eres lesbiana y lo sabes, no te parecerá así.
-Gracias de nuevo, Marina.
-No, no las des.
Nos quedamos abrazadas un buen rato, como si así pudiésemos decirnos todo lo que se nos pasa por la cabeza. Yo pienso que es fuerte y que logrará lo que se proponga. Ella piensa...¿que estará pensando? Imagino que estará decidiendo cuándo va a comunicarlo en familia.
-Ahora quiero contarte lo de las otras dos personas.
Se da la vuelta y coge su bolso. De él saca un periódico y antes de que pueda cogerlo yo, se lo esconde.
-Adivina de quiénes se trata.
-¡Y yo que sé!...¿Dani y Josh?
-No.
-No será algo de mi con Harry o Niall...
-No, tranquila... Sé que no tienes nada con ninguno. Pero, ¡eres famosa!
-¡Lo sé! ¡Jajajaja!
-Bueno, ¿te rindes?
-Sí.
-David y Ana.
Llevo mucho sin saber de ellos...Desde que me despidieron de la gran casa. ¿Qué habrá pasado para que ellos salgan en el periódico?
-¿En serio?
-Y tan en serio. Mira...
Lo abre y pasa varias páginas, hasta que llega a una que se llama "Curiosidades" Ahí, en una foto, salen ellos dos. Sonrientes, abrazados, mirándose. La foto tiene el título de "Imita la escena de una  película española para enamorar a su novia"
Al fondo se ve colgando de un puente un gran cartel donde pone " 3 metres over the sky" Mi cara de asombro debe ser enorme, ya que Mel me mira mientras se ríe de mi. ¿En serio David ha hecho esto? ¿El mismo David que hace varios meses me hizo una grave herida en el brazo solo por tenerme en la cama ahora es el tío más romántico del mundo? No, no me lo creo. Pero...el texto me lo confirma.

CURIOSIDAD 1º:
Su novia, Ana Torres, le dijo que su película favorita es "Tres metros sobre el cielo" ,una película española basada en la novela del famoso escritor italiano Federico Moccia. David, el feliz chico de la foto, decidió reproducir la escena más famosa de la película en la realidad.

Una simple foto y un texto enano que hacen que aún abra más los ojos, que no quieren creer que sea él el de la foto.
-¿Marina?- Mel me llama, riéndose aún más.
-Dime.
-Te ha sorprendido, ¿verdad?
Tras un corto silencio, respiro, y cerrando los ojos, digo:
-Supongo que las personas cambian.
Ella asiente con la cabeza dándome la razón.
-Ya tengo que irme...Gracias de nuevo.
Sin decir nada la abrazo y observo como se marcha la chica de la sudadera amarilla, las mallas azules y las Supras.
Definitivamente, las personas pueden cambiar, por unas razones u otras, proponiendo que sea así o sin querer...El caso es que a mejor o a peor, todos experimentamos un gran cambio. Siempre.



Dani se encuentra en casa de Josh, pero por poco tiempo, ya que va a marcharse. Termina de arreglarse su largo pelo, que se ha cogido en una coleta alta, le da un beso a su novio y se marcha. A él le ha dicho que va con Marina de compras, pero en realidad va a reunirse con el causante de la primera mentira de la pareja: Liam.
Por un lado, ella se siente culpable. Le ha mentido, y encima quedando con un chico, pero, ese chico no significa nada. Solo es un amigo destrozado, roto, hecho pedazos, que necesita a alguien que le arregle. No sabe por qué razón la llama a ella, por qué razón la ha elegido como... mejor amiga, sí, eso es. Pero el caso es que necesita mucho, mucho apoyo, y no está dispuesta a dejarle tirado.
Salió de la sesión de fotos, con la revista de la última vez en mano y esquivando a los fotógrafos con una gran sonrisa ( pues eso de sentirse famosa, aunque canse, al principio siempre te hace sentir importante). Cuando el taxi la dejó en la puerta de la casa de Josh, recibió la llamada de Liam llorando, como la última vez, diciendo que no podía más, que necesitaba hablar con alguien. Le dijo que estaba en la casa de ellos, y allí se dirigió. Los chicos estaban o durmiendo o fuera con sus novias, así que estuvieron solos hablando durante horas de lo mismo: Él hecha de menos a Danielle y no puede creerse que la ruptura sea definitiva, que siente que se ha ido la chispa de su vida...Y por cada palabra había un abrazo y mil lágrimas.
Liam le hizo prometer que volvería al día siguiente, mientras que todos estaban en una cena del grupo con Paul y varios más del equipo, hablando de viajes y demás cosas. Él se escaparía un rato y estarían en la casa, de nuevo solos, pero de día. Dani va a cumplir su promesa.
Una vez en la puerta, llama al timbre y como si él estuviese justo detrás esperándola, abre al segundo. Se dirigen al jardín y mientras comen y beben algo, Dani hace de psicóloga una vez más:
-A ver...¿cómo estás hoy?
-Pues igual que ayer...Solo que no estoy llorando.
-¿Has vuelto a hablar con ella?
-No.
-Liam, entiendo que estés así, pero cuando todo pase, ¿qué piensas hacer?
-¿Cuándo pase el qué? ¿Mis ganas de quererla? No, eso no se va.
-No me refiero a eso...Digo que no vas a estar toda la vida llorando por ella. La seguirás amando, la añorarás, pero quieras que no estarás mejor, lo superarás un poco.
-¿Tu crees?
-Pues claro que lo creo, aunque ahora tú no puedes verlo. La pregunta es: cuando llegue ese momento, ¿ lucharás por ella, o la dejarás ir?
-Todo lo que quiero es estar con ella, así que supongo que lo primero.
-Pues si esa es tu decisión, creo que deberías ir actuando.
-¿Cómo?
-Espera unos meses o unas semanas  y llámala, queda con ella... No va a decirte que no, y así, acercándote más y más, caerá de nuevo.
-Es muy fácil decirlo.
-Pero aún falta tiempo, aún te quedan malos ratos que pasar.
-Júrame que tú no te irás.
-Jurado.
Dani le muestra el dedo meñique, para que él junte el suyo y hagan una promesa. Con este jueguecito de niños, Liam consigue mostrar una leve sonrisa y Dani queda satisfecha.
La hora de comer llega y ella decide ir a casa de Marina. Se despide de él y por el camino, vuelve a pensar en su pequeña culpabilidad. La cuestión es: ¿Por qué está mintiéndole a Josh? Y la respuesta es clara...Sus celos. Al fin ha encontrado un defecto de su chico perfecto, quizás sea el defecto más grave: los celos. Él no lo dijo directamente, pero se enfadó cuando Liam llamó la primera vez y ella se marchó. Cuando volvieron a quedar para cenar juntos, sus palabras, el tono en  que las pronunciaba y sus gestos delataban su cabreo. Esa es la razón por la cual Dani apoya a su amigo en secreto, pero seguirá apoyándole, le parezca bien o no a Josh.


-¿Marina?
-Dani, ¿qué haces aquí? ¿No comes con Josh?
-No...Más bien, he escapado de él.
-¿Cómo?
Mientras hacemos macarrones entre las dos, me explica todo lo que está pasando con Liam y cómo está actuando ante Josh.
-Tía, creo que no lo estás haciendo bien.
-¿Y qué hago entonces? Tía, es muy celoso...
-Pero debe comprender que tienes más amigos y que te necesitan, porque para eso están los amigos. Yo creo que la próxima vez que Liam te diga de quedar para hablar de Danielle, se lo debes contar.
-No sé tía...
-Haz lo que veas, solo es un consejo.
No le veo intenciones de querer contarle nada, pero allá ella...De todas formas, no creo que eso influya mucho, porque son totalmente perfectos. Pongo la mesa con varios cubiertos, dos vasos, Coca Cola... Y nos sentamos a comer, mientras vemos la tele e intentamos traducir lo que dice el presentador de las noticias , que habla a la velocidad de la luz. El juego se hace divertido y acabamos gritando las frases con la boca llena mientras nos atragantamos y bebemos para no ahogarnos.
-¡Esa frase la he dicho yo antes!
-No, la he dicho yo, lo que pasa es que me he puesto a toser.
-Claro, si hablas con la boca llena.
-¡Eh, que tu haces lo mismo!
Entonces recuerdo lo de mi prima Elena y se lo cuento. Noto que sonríe y que tiene ganas de verla, al igual que yo. También muestra curiosidad por Cristina, ¿cómo será? ¿será directioner? Aunque todo esto lo sabremos dentro de poco.
Su móvil suena, tratándose de Amy la llamada. Nada más ver el nombre, coge el teléfono.
-¡Hola, Amy!...¿Qué?...Pero, ¿es en serio?...Pues claro que quiero despedirme de ti...Ven dentro de un rato, ¿recuerdas dónde está mi casa?...Vale, sí. Marina está aquí también...Ah...Adiós.
Cuelga y la miro extrañada. ¿Despedirse de ella?
-¿Qué quería?
-Despedirse de mi, ¡porque se va a Alemania!
-¿Alemania? Ala....¿y eso?
-No me ha dicho nada más, viene dentro de un rato para contarnos y despedirse.
-Mi prima llega, ella se va.
-Pero ella se va para siempre, o al menos para mucho tiempo.
Así que recogemos la mesa y esperamos a que venga Amy, para que nos cuente su repentino viaje y para decirle adiós, aunque yo no tenga mucha amistad con ella. Esta vez mi móvil es el que suena, pero con un mensaje. ¡Es Harry!
Marina, tienes que ayudarme. El cumple de Lou es dentro de tres días, quiero hacerle una fiesta sorpresa.
¡El cumple de Lou! Claro...De repente, me da la sensación de que los momentos Larry van a volver. Me percato ( aunque ya lo sé) De que toda directioner quiere vivir estos momentos junto a ellos y yo tengo la suerte de poder verlos. Son momentos únicos que demuestran que no todos cambian por la fama o el dinero, que aún queda la amistad y la felicidad de estar haciendo lo que más te gusta con tu mejor amigo.
 Y otra cosa me viene a la cabeza...¡Mañana es el cumple de mi hermano!




miércoles, 19 de diciembre de 2012

CAPÍTULO 30.

-¡Joder, es muy tarde! ¡Me voy, que mañana madrugo!- Digo en voz alta, haciendo que todos se callen.
-Esta vez trabajas a las 12:00. ¿Eso es madrugar?- Pregunta Liam, con una sonrisita.
-Para mi, sí.
-Vaya, alguien que me entiende- Dice Eleanor, extendiendo la mano para que le choque las 5.
-¿A dónde va la señorita del pijama de elefantes?- Dice Harry, apareciendo detrás mía.
-¿Pijama de elefantes? Quiero saber eso.- Me dice Zayn, curioso mientras se ríe.
-Ya te lo contará el ricitos...Harry, hoy si me voy.
-Sabes que no.- Dice, agarrándome por la cintura y levantándome por los aires.
-¡Harry, no!- Le grito, mientras suelto grandes carcajadas.
-¡Harry, que va a potar la pizza!- Dice Lou por encima de mis gritos, haciendo que al final todos riamos.
-Sabes perfectamente que cuando tú o Dani vengáis aquí, es para quedaros a dormir.- Dice Niall, poniéndose de acuerdo con el ricitos.
-Marina, quédate, pero esta vez que Niall te deje un pijama...El de Harry te estaba demasiado enorme.- Comenta Zayn, acordándose del otro día.
-Pero...
-No, ni pero ni nada. Perrie y Eleanor se quedan, pues tú también.
Miro a Harry y tras bajar la mirada, la dirijo a Niall.
-Anda, déjame un pijama.
-¡Bieeeeeeen!- Dice el irlandés, mientras me abraza.
-Pero con la condición de que me dejéis dormir ya, estoy muy cansada.
-¡Totalmente de acuerdo!- Dice Perrie.- Creo que ya está bien por hoy, ¿no? Mirad la hora que es, pues, ¡buenas noches!
Perrie y Eleanor se dan la mano y suben las escaleras, comentando algo que ya no logro oír entre las risas.
-Ahora voy, Ele.
-Lo mismo digo, Perrie- Dicen Zayn y Louis.
-Pues yo aún no tengo sueño. Me quedo aquí un rato más- Nos dice Liam.
-¿Quéeee?- Le grito, mientras le pego con un cojín- ¡Fuera de mi sofá, tengo sueño!
-Marina, ¡no vas a dormir en el sofá!- Me dice Niall.
-La otra vez dormí aquí y no es para nada incómodo.
-Pero ya estamos en Diciembre y el frío se nota. No vamos a dejar que duermas ahí.
-Entonces, ¿dónde duermo?
-Te recomiendo que conmigo no- Habla Harry- No sabes lo que puedo llegar a moverme por la noche.
-A mi me pasa lo mismo que a Harry, Marina.- Dice Liam, que sigue mirando la tele mientras come palomitas.
-Pero si quieres recibir más de mil patadas, por nosotros...- Vuelve a hablar Harry, bromeando.
-Nosotros dormimos con Ele y Perrie- Zayn se señala a él mismo y a Lou.
-¿Entonces, duermo con Niall?- Digo, mirándole. Él se ríe mirando al suelo y tras echar una rápida mirada asesina a todos, posa sus ojos sobre mi y me dice:
-Venga, que yo también voy a dormirme ya. Buenas noches a todos.
-¡Buenas noches!- Digo, subiendo las escaleras algo confundida entre tantas miradas y risitas.
-A ver que vais a hacer...-Nos dice Harry como buenas noches.
-Dormir- Niall se gira y tras hacerle la peseta, continúa subiendo las escaleras.
Vale, me estoy poniendo muy, muy nerviosa. En pocos minutos se ha decidido que duermo con Niall ¿Cómo coño he llegado hasta aquí? Abre la puerta y entramos en su increíble habitación llena de objetos en los que me gusta perderme. Abre su armario y tras revolver varias cosas, me dice:
-No uso pijama, puedo dejarte una camiseta y un pantalón de chandal.
-Mientras sea cómodo, a mi me da igual.
Me lanza una camiseta gris de manga larga y unos pantalones de chandal negros. Cuando llegan a mis manos una nueva duda aparece ante mi: ¿me cambio delante suya?
-Puedes ir al baño a cambiarte si quieres...Aunque a mi no me importa que lo hagas aquí.
-A mi tampoco- Digo, aún más nerviosa y acelerada. ¿Por qué coño acabo de decir eso?
Sin mirarle a la cara, me quito los vaqueros y los pongo sobre una silla cercana. El gran jersey de lana me tapa hasta las rodillas. Tras ponerme el pantalón, procedo a quitarme la camisa, rápidamente e imitando naturalidad. La camiseta me queda igual de grande que la que me dejó Harry, pero es muy cómoda. Él mientras deshace la cama, imagino que igual de nervioso que yo e intentando hacer que esto sea normal.
Ahora le toca a él desvestirse, y lo hace mientras yo miro al suelo para quitarme las Converses. Me da por mirar de reojo y le veo sin camiseta, con su cuerpo delgado, su piel clara y algunos músculos definidos.
Por fin terminamos de ponernos la ropa cómoda y los dos entramos en la cama. Tras taparnos hasta arriba por causa del frío, decido decir algo, ya que llevamos un rato callados.
-Buenas noches- Aunque lo que digo, tampoco es que sea lo más original del mundo.
-Buenas noches, chiquitaja- Dice él con una sonrisa que hasta parece relajada y apaga la luz.
 Y aquí estoy yo, con Niall Horan, metida en la cama un frío día de diciembre, en un nulo intento de dormir. Miro al techo pensando qué puedo decir para romper el hielo, ya que sé perfectamente que él tampoco está durmiendo. Como si tuviésemos telepatía, él logra articular unas palabras.
-Esto es raro.
No lo hubiese expresado mejor. Gracias a que ha dicho esto, ahora sé que está en la misma situación de corte y extrañeza que yo.
-Veo que estamos pensando igual.
-¿ Y pensaste que alguna vez ibas a dormir con unos de tus ídolos?
-Lo he soñado, pero tenía muy en cuenta que nunca iba a hacerse realidad.
-La vida...da muchas vueltas.
-¡Ya veo, ya!- Él se ríe y descargamos algo de tensión.
-¿Has hablando con Liam?- Digo, encontrando al fin un tema común de conversación.
-No me ha dicho nada que tu no sepas...Está destrozado, aunque lo disimule muy bien delante de los demás.
-Sí, hoy parecía muy normal...
-Ya ha hablado con todos, para que estén al tanto, pero conmigo pasó varias horas llorando...No puedo ver a Liam así, la verdad. Imagina que ahora Dani lo deja con Josh y viene llorando a contártelo todo.
-No quiero ni pensar lo mal que estaría. Creo que son las dos mejore relaciones que he conocido en mi vida.
-¿Liam y Danielle y Dani y Josh?
-Sí. Dani y Josh son tan...Oh, perfectos....Y Liam y Danielle más de lo mismo...Siempre he querido tener una relación como la suya. Y no pensaba que lo iban a dejar nunca.
-¿Qué relaciones has tenido?- Pregunta, algo curioso y dándose la vuelta para mirar hacia mi lado.
-Pues...Solo he tenido un novio.
-¿Solo uno?
-¿Te extraña?
-Sinceramente, sí.
-¿Por qué?- Esta vez la que sonríe soy yo.
-Pues...a ver...- noto en la oscuridad que baja la mirada y bajo las sábanas mueve las manos. Hasta con la poquísima luz que hay, puedo notar destellos de sus brillantes ojos- Eres muy simpática, buena amiga, eres genial... Y aparte, eres muy guapa. No sé, esperabas que hubieses tenido más.
Me quedo aún más paralizada de lo que estaba cuando le oigo decir esto. ¿Qué coño le contesto yo ahora? Por suerte, él sigue hablando:
-¿Y qué pasó?
-Pues haciéndote un resumen, duramos 7 meses y le dejé yo porque le pillé con otra.
-Hijo de puta.
-Pero es que se fue con otra porque tenía mucha prisa por follar, y como yo no quería hacerlo todavía, pues se buscó a una cualquiera.
-Cuando hablas así de mal, es porque te cabrea- Dice, mientras se ríe.
-Sí, y mucho. Pero eso no significa que no lo tenga superado. Pasó hace varios años.
-Cuando vaya a España de nuevo, si paso por tu pueblo, me lo presentas.
-¿Para qué? ¡Jajajajajaja!
-Tú déjame a mi, que se le van a quitar las ganas de follar, hablando malamente...
-¡Jajajajajajaja!- Pego una gran carcajada y él me tapa la boca para que no despierte a los demás.
-Lo siento- Esta vez me limito a sonreír.
-Está loca, chiquitaja- Me revuelve el pelo y cierro los ojos, bostezando en señal de cansancio.
-¿Tienes sueño?
-Sí, debería dormirme ya.
-Sí...Mejor dejamos la cháchara. A mi me ha dado frío.
Al decir eso, le abrazo y hago que se ría. ¿Cuántos impulsos raros me van a dar esta noche?
-¿Mejor?
-¡Sí! Oye, ¿dormimos así?- Propone él, y creo que es lo mejor que me han propuesto en la vida.
-¡Vale!
-Pero mejor te abrazo yo, que tu eres muy pequeña y tienes los brazos muy cortos.
-¡Eh!- Otra vez vuelto a elevar el tono y me vuelve a poner la mano sobre los labios.
Mete uno de sus brazos detrás de mi cuello y con su mano sobre mi nuca hace que apoye la cabeza en su pecho. Echa la otra mano a mi cadera y yo rodeo su espalda con un brazo, poniendo el otro encima suya. De esta manera, quedamos totalmente pegados y abrazados.
-Ahora sí, buenas noches, chiquitaja.
Me río antes de decirle "buenas noches" y al fin, el silencio se mezcla con la oscuridad. Ahora que hemos finalizado la conversación, me doy cuenta de que estoy viviendo la mejor noche en lo que llevo de vida. Una tenue luz de varios colores entra en la habitación iluminando un trozo de suelo y pared, y con ella, los ruidos exteriores. Las figuritas, banderas y miles de objetos me saludan y me cuentan una historia, y Niall...me abraza. Y yo le abrazo. Y todo es perfecto.
Cierro los ojos pensando en  lo que acaba de pasar en tan poco tiempo y que quizás, el único "impulso raro" que me falta es besarle.




Una canción sonando en mi móvil me despierta. Me gusta ponerme canciones de despertador, y como las cambio cada día, nunca me canso de ellas. Esta vez me he levantado con "Stand Up".
Buenos días. No, buenísimos días, mejor dicho. Me doy cuenta de que me he despertado con los brazos extendidos en el lado de Niall, señal de que se ha levantando dejándome así. Un sol resplandeciente entra por el mismo balcón que ayer mostraba luces de varios tonos. Es raro que en diciembre haya un sol así de fuerte, ¡empiezo el día de maravilla!
Me miro en un espejo que me llega hasta la cadera y me percato de mis pelos de león y mi ropa descolocada, pero a parte de eso, hay algo en mí que brilla, que me ilumina. Mi sonrisa. Sincera, amplia y alegre.
Bajando las escaleras veo a Harry y a Niall hablando, mientras Zayn busca algo en la nevera. Me doy cuenta de que comentan algo, que además, me suena:
-¿Abrazados?- Pregunta Harry.
-Sí- Contesta Niall.
-Qué romántico todo- Dice Zayn, burlón.
-Buenos días.- Digo, haciendo que todos se callen y me saluden.
-¿Has dormido bien?- Me pregunta Zayn.
-¡Pues sí!- Digo, con una sonrisa que no disimula nada.- Bueno, ¿me dais algo para desayunar?
Niall me coge de la mano y me lleva a una de las mesas del salón, la que está cerca del gran cristal que da al jardín. En ella hay un par de tostadas con zumo.
-Te lo debía, por lo del otro día.
Le doy un beso en la mejilla cogiéndole la cara con ambas manos y me siento a comer mientras miro por la ventana. Hoy es uno de esos días en los que parece ser que nada, absolutamente nada, puede quitarme la lucidez de mi rostro.
-Marina, son las 11: 20, ¿no llegas tarde?
-¡Tienes razón, Harry!- Me bebo el zumo y salgo corriendo de nuevo a la habitación. Me pongo la ropa que llevaba ayer, ya que es la única que tengo, y vuelvo a bajar rápidamente al salón.
-¡Me voooooy! ¡Adiós! ¡Despedid a los demás por mi cuando se despierten!
-¡Adiós Marina!- Dicen todos casi al unísono.
-Ah, Harry, dame las entradas, para que las envíe por correo.
-No te preocupes, ya lo hago yo.
-¿De verdad?
-Sí, déjame un mensaje con la dirección, ¿vale?
-¡Gracias! ¡Adióooooooos!
Cierro la puerta y salgo rápidamente a llamar al primer taxi que pase.




-Hola, Dani.
-¡La chica invisible!
-¿Qué? ¿Qué dices?
-Llevo sin verte desde ayer por la noche, y no tengo ningún mensaje tuyo ni nada. ¿Dónde has estado?
-¿Pues dónde iba a estar? En la casa de los chicos, en la cama de Niall, trabajando...
-¿Cómo, qué, cuándo, dónde? ¿En la cama de...?
-Sí, Dani. En la cama de Niall. ¡Durmiendo!
-¡Já! Durmiendo... Yo que me lo voy a creer...
-¡Dani! ¡Que no te cuento nada!
-No, ven aquí ahora mismo.
Se sienta en el sofá tirándome del brazo, obligándome a sentarme junto a ella. Me voy al principio: Harry diciendo que me quede y Niall negando que iba a dormir en el sofá. Tras varios comentarios raros de Dani y una pequeña descripción de mis sentimientos alegres, maravillosos, esperanzados, nerviosos y de todo un poco, ella me pregunta algo que al fin puedo decir que sé.
-¿Le quieres?
-Sí.- Y esta vez no dudo nada en contestar.
Me da muchos abrazos, varios besos en ambas mejillas, grita como yo hice  cuando ella me contó que estaba con Josh... Y al fin, logro que me hable de algo que no seamos yo y Niall.
-¿Me acompañas esta tarde a una sesión de fotos? Nos van a repartir revistas con la última sesión que nos hicimos.
-¿Al final te quedas en la Revista In?
-Sí, tía, me van a pagar...¡Y no es la mierda que me iban a pagar al principio!
-Entonces todo va bien, menos mal...Cuando me echaron, pensaba que lo íbamos a pasar mucho peor.
Mi móvil interrumpe nuestra conversación. Es John, el de la editorial:
-¡Marina, mi joven escritora! ¿Cómo te va?
-¡Pues genial!- Le digo, y no miento.
-Te llamo porque quiero verte. Esta vez quiero que vengas con los 5 primeros capítulos de la novela en un pen- drive. Los voy a leer para ver cómo escribes y si coincide lo que estás haciendo  con lo que me dijiste que ibas a escribir. Además, necesitamos hablar de tu fama.
-¿Mi fama?
-Oh, venga ya, que sales en todas las revistas de adolescentes por ser la posible novia de Harry Styles o Niall Horan.
-Ya te adelanto que en ninguno de los dos casos dicen la verdad.
-Lo imaginaba...Bueno, quiero verte hoy.
-¿Hoy?
-Sí, dentro de una hora y media exacta. Así que, ve preparando esos 5 capítulos. ¡Adiós, Marina!
Me cuelga antes de que pueda decir nada y le informo a Dani de que acaban de joderme los planes.
-Te prometo que si salgo antes de que tu termines, me acerco a ver si me dejan entrar.
-Mal, ¿eh? Muy mal. Primero me abandonas y te vas con los chicos y ahora no vienes a verme...Mala amiga...
-Anda, déjate de cachondeo, que me voy a ducharme.- Digo, mientas ella finge estar enfadada.
Me ducho y con una toalla liada al cuerpo y otra a la cabeza abro el armario para decidir que ponerme. Acordándome de la última vez  en la que llegué con ropa muy informal por culpa de la tardanza, me pongo unos vaqueros ajustados azul marino, una blusa blanca y esos tacones blancos tan altos que tiene Dani y que me pongo yo, ya que los necesito más. Decido pasarme la plancha en el pelo y tras preparar un bolso con lo básico y abrazar a Dani, salgo a la calle camino al gran edificio.
 El metro me recibe algo lleno, por lo que con la cabeza mirando al suelo, me guío entre los asientos, todos ocupados, y me coloco junto a una de las puertas, para salir mejor. Al levantar la cabeza, unos conocidos ojos azules me sorprenden:
-¡Mel!
-¡Marina! ¡Cuánto tiempo!
Nos damos un gran abrazo y en seguida noto por qué no la he reconocido antes. Ha dado un cambiazo espectacular: La misma chica que hace unos meses llevaría un moño como peinado, falda bajo las rodillas y camisa, ahora luce un bonito vestido de manga al codo, no muy corto, pero sí ajustado, unos tacones casi tan altos como los míos y un pelo largo y libre.
-¡Estás...estás cambiada!
-Sí, poco a poco...He cambiado, sí.
-¡Pero a mejor, a muchísimo mejor! Me alegro por ti.
-Me siento algo culpable.
-¿Qué? ¿Y eso?
-Pues, debía haberte llamado y agradecerte que me has cambiado.
-Oh, venga ya, Mel. Yo solo te dije que fueras quien querías ser.
¿Te parece poco? Y además, debías haber sido la primera en enterarte de que...
Hace un silencio acompañado de una bonita sonrisa.
-¿De qué?
-De que hay una chica. Aún no somos nada, pero...
Doy un pequeño grito de felicidad por ella y le cojo ambas manos mientras sonreímos, pero, por desgracia, las puertas del metro se abren y tengo que bajar antes de que la avalancha me aplaste.
-¡Corre, vete!
-Por favor, llámame.
-Lo haré, no te preocupes.
Salgo y corro unos metros hasta por fin respirar algo de aire que no sepa a sudor. ¡Mel tiene una chica! Y aunque me haga la humilde, sé que es, en parte, gracias a mi. Ha sido muy valiente...Sobre todo con su familia, ya que supongo que se lo habrá contado... ¿O no? ¡Ah, tengo que hablar con ella!
Una vez en el gran edificio, le digo a la recepcionista mi nombre y me dice la planta donde John me está esperando, aunque sé perfectamente cuál es. Subo en el ascensor transparente ( desde pequeña me han llamado la atención estos ascensores) Y una vez arriba, frente a la puerta, miro el reloj. En el minuto justo llamo a la puerta.
-¿Sí?
-Soy Marina.
-Puntual...Como siempre. Pasa.
Creo que se sorprende un poco al verme hoy tan bien vestida.
-Siéntate, Coca Cola, ¿no?
-Vaya, tienes buena memoria.
-Sí, dicen que tengo memoria fotográfica.
Se sirve un café, deduzco que es el cuarto que se toma, ya que hay otros tres vasos sobre la mesa. Tras eso saca una Coca Cola de la nevera y me la sirve en el mismo vaso rojo.
-¿Tienes el pen?
-Claro- Digo, mientras me lo saco del bolso.
-Ah, perfecto. Eres una de las personas que menos problemas me da.
-Vaya, gracias.
-Bueno, ya te enviaré un correo diciendo qué tal...Vamos al tema principal: te estas haciendo famosa. No sé si es verdad que estás con algunos de esos dos chicos...
-Te aseguro que no.
-Bueno, a mi eso me da igual. Solo quería decirte que ahora te van a acribillar a preguntas, a entrevistas, y te pagarán por hacerlas, así que dirás que sí. Te recuerdo que firmaste que no harías público nada de la novela hasta que no la hubiésemos puesto a la venta.
-No lo haré. Y sí, lo recuerdo.
-Bien, bien. Así me gusta. ¿Te han hecho ya alguna entrevista?
-Bueno...El ABC me preguntó sobre mi vida y cómo empecé a interesarme por la lectura...Y acabaron preguntándome sobre mi supuesto noviazgo.
-¡Jajajajaja! No pierden oportunidad, ¿eh?
-¡Exacto! Me quedé muy sorprendida... Ese se supone que es un periódico serio.
-¿No has pensado que quizás no eran ellos?
-¿Cómo?
-Que no eran los de ABC. Que era una revista o cualquier sitio así haciéndose pasar por ellos.
Abro los ojos mientras asiento con la cabeza. ¡Claro! Ya me parecía a mi que era muy raro...Pero, bah, tampoco dije nada del otro mundo.
-Marina, eres muy ingenua. Te falta...picardía.
-Puede...
-Pero llegarás lejos. Lo veo.
-Ojalá tengas razón.
-¡Siempre la tengo!- Se levanta, tras decir esta frase en un tono más elevado y con su sonrisa convincente e hipnotizadora, me dice:- Un placer hablar contigo, como siempre.
-Lo mismo digo, John. ¡Hasta pronto!
-¡Adiós, Marina!
Vuelvo a coger el ascensor y bajando pienso en John y en su personalidad de tipo adinerado de película americana. He de reconocer que me encanta como es, lo tiene todo muy claro y suele acertar con cada cosa que dice. Una vez en la calle vuelvo a pillar el metro y me dirijo al estudio para ver si puedo entrar y ver a Dani. Como si fuese a encontrarme de nuevo a Mel allí, miro a todos lados, pero como era de esperar no la veo. Me siento muy orgullosa de ella, porque teniendo en cuenta el sitio donde trabaja y su familia, está venciendo a lo que digan o han dicho.
Menos mal que el metro va más vacío y puedo sentarme, ¡los tacones me están matando! Me los quito disimuladamente pero en seguida tengo que volver a ponérmelos porque la parada está al lado. Cruzo la calle y a lo lejos noto una gran cantidad de gente, pero me extraña que estén todos a la puerta del estudio. Se ven muchas luces que parecen como flashes de cámaras de fotos...¿Cámaras de fotos? ¿Qué pasa, se han salido a hacer la sesión fuera? Conforme me voy acercando me doy cuenta de que son lo que menos me esperaba pero la opción que más posible era: periodistas. En una esquina veo a todos los acompañantes que suelen venir a ver a las modelos y entre ellos a Josh. Sigilosamente me acerco a él:
-¡Josh!
-¡Marina! Ven, anda ven- Me dice, mientras me mete en un callejón y me lleva a la puerta trasera del estudio.
-¿Qué haces? ¿Qué ha pasado? Todos estos no estarán aquí por Dani...¿no?
-Bingo- dice, con un tono de resignación- Y como te vean a ti, vas a tener que salir corriendo. Nos han echado a todos pensando que somos periodistas.- Esta vez su tono cambia a uno molesto.
-Joder...Entonces, ¿no podemos ver a Dani?
-No.
-Pues...¿Te vienes a casa? Podemos esperarla allí.- Le propongo, ya que hace mucho que no le veo.
-Bueno...No- dice, tras pensárselo un poco- Mejor me voy a casa, estoy muy cansado. No es por ti..
-Ya lo sé Josh, no me des explicaciones. ¿Me ayudas a salir de aquí disimulando?
-Sí, mejor será
Me coge la mano y damos la vuelta al estudio saliendo por la otra esquina, pero desafortunadamente las cámaras nos acaparan y ni siquiera sé por qué, pero por un momento me siento alguien y hasta saludo a varios fotógrafos con una sonrisa. La misma sonrisa que lleva en mí desde anoche.




Josh apaga la tele y resoplando, mira su reloj. ¿Por qué está tardando tanto esta sesión? Son casi las dos de la mañana y Dani aún no ha vuelto. Preocupado, la ha llamado, le ha enviado varios mensajes y hasta unos cuantos de voz. Se levanta y con su plato y vaso en mano, se dirige al fregadero y tras fregarlos y colocarlos, se pone el pijama y sin saber que hacer, vuelve a encender la tele.
Con la vista ya borrosa y los párpados pesados, mira una vez más el reloj. Ha pasado media hora más. En el baño se echa agua para hacer a su mente que se despeje, pero de poco sirve porque el sueño se empeña en vencer. Está muy preocupado, tanto que decide ponerse unos vaqueros, una camiseta y salir al estudio a buscarla. Pero una vez vestido, la puerta al fin se abre y aparece la persona por la cual lucha contra la noche.
-¡Dani!- le coge las manos, sin dejarla ni siquiera saludar- ¿Dónde has estado?
-Josh, lo siento mucho, pero han sido muchísimas fotos esta vez. Cada vez son más duros...
-Estaba muy preocupado.
-Lo siento, Josh. Venga, vamos a la cama, estoy muy cansada.
Juntos se ponen el pijama y se meten en la cama, que les protege del frío diciembre. Dani, a pesar de lo tarde que es, no puede dormirse. Quizás porque acaba de estar con Liam y le preocupa el estado de su amigo, o quizás porque es la primera vez que miente a Josh.



domingo, 16 de diciembre de 2012

CAPÍTULO 29

"Empiezo diciéndome a mi misma que no pasa nada. Intento convencerme de que todo me da igual, de que pase lo que pase y digan lo que digan, voy a seguir con la sonrisa de siempre. Pero no. No soy de esas personas que no oyen las palabras malas, de esas que dejan pasar un mal acontecimiento para olvidarse de él al poco tiempo. Es más, pienso que esas personas no existen, que solo son mentiras andantes que fingen ser fuertes y que quizás lo son, pero no totalmente.
Creo que...He tomado una mala costumbre: aguantarme mis lágrimas. Antes no lo hacía y no importaba donde estuviese, de mis ojos salían todos los males que pasaban por mi cabeza. La consecuencia es que todos me juzgaban, ya fuese para bien o para mal...Odio que la gente sepa que algo malo me pasa. Yo confío en quien yo quiera.
A veces es como si todo lo que desee, todo lo que cambie mi rutina de severos ratos, no vaya a ser mío nunca. Aparece ante mí la ocasión de estar alegre, burlona y alejándose despreocupadamente de mi, como suele pasar.
¿Y sabes qué? Que estoy muy harta de que cada cosa me salga del revés. y por mucho que lo intento nada cambia y no sé si alguna vez lo hará"


El sonido del timbre interrumpe mi escritura. Abro la puerta esperando que fuese Dani, creyendo que se le ha olvidado algo, pero no. Es Liam, y está llorando.
-Hola, Marina.
Casi le cuesta media vida pronunciar estas palabras. Sin decir nada le hago pasar cogiéndole la mano y le abrazo. He aprendido que cuando estás así de roto por dentro, es lo mejor que pueden hacerte.
-¿Danielle?
-Sí.
-¿Otra vez?
-Sí...
Respira aún más rápido y yo le acaricio el rostro, haciendo que se calme, que respire.
-Siéntate, por favor, y relájate, ¿vale?
-Vale..
Se sienta en el sofá y yo le llevo un vaso de agua bien fresquita, ya que él no puede estar más cálido. Al tocarle el rostro, casi me quemo la mano.
Dani abre la puerta, la cierra, deja el bolso sobre la mesa y despacio, se sienta a su lado, dándole otro abrazo que hace que vuelva a revolucionarse.
-Liam, no, que ya estabas calmado. Respira...bien, así, respira. Toma- le ofrezco varios pañuelos- Ahora cuéntanos, despacio y sin volver a alterarte.
Cierra los ojos siguiendo mis indicaciones. Se bebe el vaso entero de agua y empieza a contarnos qué ha pasado esta vez.
-Bueno, aquella vez que hablamos, pues fue bien...Todo acabó en un abrazo y un beso, bueno, varios...
-¿Entonces? Liam, los dos sois perfectos, nada podría ir mal.- Comenta Dani.
-Lo sé, joder, lo sé- Dice, llorando de nuevo, acelerado- Es lo mejor de mi vida, ¿Por qué tienen que estar así las cosas...?
-¡Liam, que te calmes, coño!- Le exijo, tras lanzar una mirada fulminante a Dani para que se calle.
Vuelve a repetir todo lo de antes y prosigue:
-Pero ese mismo día hicimos el trato de que a la próxima amenaza que se salga de lo "normal" si es que recibir amenazas puede llamarse así, lo dejaríamos...Definitivamente. Pues hoy me ha llamado llorando y al oírla así me he ido corriendo, faltando a la reunión y hemos quedado en ese parque, ya que no está muy a la vista de todos...
-Y entonces habéis cortado, ¿no?
-Sí...
La noticia llega sin sorprendernos, ya que no esperábamos otra cosa.
-¿Por qué no os dais un tiempo? Hay veces que funciona, daros un mes, o varias semanas...
-Dani, hemos hecho eso ya 5 veces en lo que va de año. La primera vez fueron 2 semanas, la segunda solo 2 días, la tercera, cuarta y quinta decidimos llegar al mes.
-Pero, al final siempre volvíais, ¿verdad? Eso significa que esta vez también lo hará.- Le digo, intentado poner algo de esperanza en sus ojos.
-No, esta vez es definitiva. Lo sé, lo ha dicho, lo he aceptado...Bueno, no, aún no. Simplemente, no me lo creo. Pero, ¿sabéis qué es lo que más me duele?
-¿Qué?- Preguntamos Dani y yo al unísono.
-Que ella se ha pasado todas estas veces llorando porque algunas fans ,que ni siquiera se pueden llamar así, le están diciendo que se muera, entre otras muchas cosas, solo por estar conmigo. En momentos como estos no quiero ser Liam de One Direction, quiero ser Liam Payne, novio de la bailarina Danielle Peazer.
-Pero Liam, hablas como si...como si fuese culpa tuya, y no lo es. Es de esas chicas envidiosas que no tienen otra cosa que hacer que meterse en Twitter e insultarle.
-Sé que la culpa no es mía, pero lo hacen por mí...Y eso me duele, y le duele a ella.
-Entonces...¿piensas intentar volver con ella, o dejarla ir?- Pregunta Dani.
-Ahora mismo lo único que quiero es volver hacia ella, pero quizás después de tantas veces, esta vez la deje ir...No lo sé, pero seguramente no podré conmigo mismo y la llamaré mil veces.
-Yo te recomiendo que ahora llegues a casa, intentes dormirte y al levantarte, ya más calmado, pienses en lo que quieres.
-La quiero a ella.
-Lo sabemos...
-Dani, Marina...Simplemente deciros que gracias. Os conozco desde hace unos meses, y como fans que sois, podríais estar deseando que corte con ella...Pero no, me animáis a seguir y encima, nos queréis juntos.
-Liam, que sepas que por cada insulto, hay cien chicas apoyando vuestra relación. Chicas como nosotras.
-También lo sé. Y también lo sabe Danielle. Es por eso y por mi amor a la música que no me voy del grupo, porque sé que destrozaría a muchas directioners, que no haría bien ni para ellas ni para mi...
El silencio nos envuelve, pero no es un silencio incómodo, sino uno que lo dice todo, que él tiene razón y nosotras le apoyamos y que los tres queremos encontrarnos con todas esas indeseables y decirles cuatro cosas, o cinco, o seis...
-Bueno, creo que es hora de marcharme...-Se levanta y también lo hacemos nosotras- Gracias otra vez.
-No pasa nada, Liam. Descansa, ¿vale?- Le dice Dani.
-Ah, por favor, no se lo digáis a nadie aún. Quiero ser yo el que lo diga. Vosotras y Niall sois los únicos que lo sabéis.
-No te preocupes, nosotras como si nada- Le aseguro, y tras esto, se marcha. Con algo más de ánimo, espero.
Dani y yo nos miramos.
-Parece ser el fin.
-Sí, el triste fin. Ese que ninguna directioner quieren para Danielle y Liam.
-¿Pero por qué? Son perfectos, son la pareja que todos adoran.
-Pues no todos...
-Sí. Sabía que había gente asi, pero vivirlo tan cerca...Pobre Danielle. Vamos a ponernos de su parte, debe de estar harta.
-Ya ves...Oye, ¿Y Josh?
-Estábamos en el coche cuando ha llamado Liam y me ha dicho que me vaya, pero muy cabreado.
-Pues no, ¿sabes? No. Si un amigo te llama llorando, lo menos que puedes hacer es ir a por él.
-Pero yo lo entiendo en parte...Estábamos a punto de salir...
-Pues yo no lo entiendo. Espero que ahora cuando llegues allí se le haya pasado el enfado.
-Ahora que lo dices, me voy ya. Es hora de cenar, a ver si aún quiere salir.
-Pues venga, adiós.
Vuelve a coger el bolso que había dejado hace un rato en la mesa y se va. Joder con Josh, pensaba que era algo más...Comprensivo. Bueno, lo importante es que la quiere. Y eso es indiscutible.
Me ducho y me pongo el pijama, ya más relajada. Cojo el portátil para seguir escribiendo cuando mi móvil suena. Son WhatsApps de Harry.
¿Ya no quieres verme? Pues lo siento, voy para tu casa.
Sonrío para mis adentros y vuelvo a dejar de lado la novela.
¿Cómo? ¿No nos vemos un día y ya no quiero verte? Por mí perfecto que vengas, pero,¿ a qué se debe esta inesperada visita?
Pues que tengo que darte una noticia. Te la iba a dar Niall, pero no puede ir, así que voy yo. 
Pues muy bien, porque un día sin tocarte los rizos se me hace un año.
Oh, el mejor piropo que me han dicho en la vida.
¡JAJAJAJA! Anda, ricitos, aquí te espero.
Dejo el móvil pero no vuelvo a escribir. Ya no puedo concentrarme. Pienso en cambiarme de ropa, pero, ¿y qué? Él me ha visto recién levantada y yo a él en boxers. Así que le recibiré con mi pijama feo que me está grande. Pero eso sí, mejor hago la cena y cenamos juntos.

-Buenas noches, señorita Marina.
-Déjate de tanto cachondeo y pasa, anda.
-Adoro el vestido de princesa que llevas puesto.
-Eh, si no te gusta mi pijama de mini elefantes, fuera.
-¿He dicho que no me guste? Es el mejor pijama de mini elefantes del mundo.
Le abrazo y nos tocamos el pelo, como siempre. Nunca pensé que Harry Styles, el ligón de One Direction, iba a ser tan cariñoso.
-¡Me has hecho la cena! Qué amor de amiga tengo.
-Para que veas, te recibo con el mejor pijama de ositos y encima te hago la cena.
Empieza a comer mientras yo saco algo de beber.
-Bueno, ¿y eso que me tenías que decir? Niall me dejó esta mañana con la intriga, venga, dime.
-¡Déjame tragar lo que estoy comiendo!
-¡Noooooo!-Digo, mientras le pego pequeños puñetazos sin fuerza.
-A ver, ¿cuándo es el cumple de tu hermano?
-Dentro de unos días, ¿por?
-Tenemos su regalo.
-¿Ah sí?
-Si, vamos a ir a España...
-No será verdad...
-Sí, vamos a dar varios conciertos...
-No, Harry, no puedo aceptarlo.
-¿Me dejas terminar de hablar?
-Sí, pero que...
-Déjame terminar. Le vamos a reservar una entrada a él y a la persona que tú quieras, tu madre, tu padre...Así que piénsalo y rápido, que si quieres que lleguen a tiempo hay que enviarlas ya.
-Harry, no, yo...A ver, es que quiero comprarle algo por mi misma...
-Marina, no seas tonta. ¿Qué mejor regalo que este para un Directioner Boy?
Me quedo mirándole directamente a los ojos, cosa que me encanta hacer. Me he dado cuenta que soy de esas personas que no temen mirar a la gente a los ojos, como si mi mirada no pudiera transmitir nada y nadie pudiese descifrar lo que siento a través de ella. Joder, me gustaría estar allí para ver como mi hermano grita, y salta...
-Vale, Harry. Las acepto.
-Sabía que lo harías.
-Pero dime una cosa.
-¿Qué?
-¿De quién ha sido la idea?
-Marina, esa pregunta se responde sola. ¿Quién sabía de nosotros lo del cumple de tu hermano?
-Niall...
-Ahí tienes quién.
Sonrío una vez más. Es...Joder, es un amor. En poco tiempo ya me conoce demasiado, ya sabe lo que quiero, sabe como y quién soy. Todos estos detallazos, estas noches y tardes...Dani tiene mucha, mucha razón. Le quiero, joder. Le quiero.
-Marina, ahora yo soy el que pregunta.
Mierda. Sé lo que va a decirme. ¿Cómo reacciono? ¿Le miento, se lo niego?
-Dime.
-Te gusta Niall. ¿Verdad?
Al final limito a sonreír, dejando un claro sí. No se podrá adivinar qué siento a través de mi mirada, pero al fin y al cabo, soy muy transparente.
-Te prometo, Marina, que haré lo que pueda para que acabe contigo. Eres la mejor Directioner y amiga que he tenido en mi vida, te lo juro, y eso que no nos conocemos desde hace mucho...
-No, Harry. No, ni se te ocurra decir o hacer nada. Deja que el tiempo haga lo que tenga que hacer.
-¿No piensas intentar nada?
-No.
-Pues...
Se queda algo callado, pero completa la frase.
-...Pues vale. Es tu decisión. Bueno, yo ya me tengo que ir. Liam ha venido llorando...
-Lo sé. Anda, ve allí con él. Os necesita más que nunca.
Nos levantamos y abro la puerta.
-Yo tampoco sabía que iba a llegar a apreciarte tanto, Harry.
Tras un abrazo lleno de verdades, cierro la puerta y decido irme directamente a la cama.



La tostada calentita me sienta genial, junto con el vaso de leche casi ardiendo. Hoy veo al chico que me va a dar trabajo, Darien. No quiero pensar en volver a coger una fregona o una escoba, pero...Es lo que hay.
Me pongo un jersey que me está de vestido, unos vaqueros y unos tacones. No sé, hoy me apetece ir algo más...potente. Decoro mi pelo con un gorro rojo a juego con el jersey y salgo a la calle, con el móvil en la mano twitteando y siguiendo a todos los que me piden que les siga de vuelta. Aún no asumo esto de que miles de personas se interesen por mi de forma tan repentina.
Pido un taxi y le doy la dirección a la mujer cincuentona que lo conduce. Mientras, le cuento a mi madre mediante un mensaje lo de las entradas para el concierto. Últimamente solo hablo con ella así, ya que no coincidimos en el chat de Tuenti. Se me ha ocurrido la brillante idea de que mi prima Elena fuese al concierto con mi hermano, ya que tiene 19 y puede llevarle perfectamente, pero...A ver que dice la jefa.
Llegamos a una calle llena de gente, muy viva, como si se tratase de una del centro de Londres, aunque estamos alejados de allí. Será que la decoración navideña me hace pensar que es así. Salgo del taxi y me paro frente a la puerta de un edificio de 10 plantas. La de este chico es la 3ª. Llamo al timbre correspondiente y la misma voz ronca que me recibió por teléfono me contesta:
-¿Sí?
-Hola, soy Marina, la del anuncio.
-Ah, hola Marina, pasa.
La puerta vibra y solo un empujoncito hace que esté dentro. Cojo el ascensor y una vez en la 3ª planta, busco su puerta y tras unos segundos, llamo.
-Hola Marina, encantado.
Un chico joven me abre la puerta con una sonrisa. Tiene el pelo largo y negro, cogido en una cola, los ojos grisáceos y se le notan varios kilos de más.
-Hola Darien, encantada también.
Nos damos dos besos y me invita a pasar. En seguida me doy cuenta de que aquí tendré que trabajar mucho más que en la otra casa. ¡Que desastre!
-Este es el salón.
Hay cosas tiradas por todos lados, pero sobre todo hay revistas, periódicos, y cosas de noticias y sucesos. En el sofá, en la mesa, encima de la tele...
-Ven, te enseño las habitaciones.
Primero entramos en una muy pequeña con un ordenador, una impresora, y cuatro cosas más ordenadas. Creo que es lo único ordenado de toda la casa.
-Aquí te agradecería que no entrases mucho, ya que sé dónde está casa cosa y lo tengo todo organizado a mi manera.
-Lo que tu mandes- Le digo, con una sonrisa.
-Este es mi cuarto. Aquí puedes entrar todo lo que quieras.
Esta habitación es algo más espaciosa, con una cama, un espejo y un armario. La sencillez abunda en esta casa. Tiene camisetas y vaqueros tirados por todos lados, al igual que tiene papeles de todos los colores en el salón.
La cocina y el cuarto de baño están algo más limpios, pero de todas maneras...Voy a sufrir mucho aquí.
-Bueno, eso es todo, Marina. Esta es mi casa. Sé que le hace falta mucha limpieza...
-Pero para eso estoy yo aquí, ¿no?
-Sí, gracias por todo.
-Gracias a ti. ¿Cuándo tengo que venir?
-¿Mañanas o tardes?
-Actualmente, prefiero las mañanas.
-Pues por las mañanas de 10:00 a 14:00. Te aviso de que casi no nos veremos, ya que estoy fuera  todo el día.
-Bueno, la casa estará genial para cuando tu vuelvas.
-Es que estudio periodismo y estoy de un lado para otro... Y bueno, este es el resultado.- Dice, soltando una carcajada y extendiendo el brazo indicando que contemple el panorama- Te pagaré 250 euros al mes. ¿Cómo lo ves?
-Lo veo genial- Digo, aunque miento. ¡Antes eran 450! Pero claro...Trabajaba más horas y la familia tenía dinero.
-Pues encantado de nuevo y mañana nos vemos a las 10:00.
Me abre la puerta y tras darnos otros dos besos, cojo el ascensor y una vez en la calle, sonrío. Pues no ha sido tan difícil. Además, sonrío por otra cosa: Me encanta la casa. Está desordenada con cosas que a saber cuanto tiempo llevan sin limpiarse, pero lo que es la casa es genial. El salón tiene un ventanal enorme con unas vistas parecidas a las del balcón de Niall, las habitaciones son pequeñas, pero con los muebles colocados de la mejor manera son muy acogedoras, la cocina tiene lo justo y el sitio no está mal. Pero sobre todo me ha enamorado el salón, que es de estos típicos de películas americanas en Nueva York, con el suelo de parquet y sobre todo ese ventanal que me ha dejado contenta con donde voy a estar al fin y al cabo.
Otro taxi me deja en casa y al abrir vuelvo a estar sola. Se acerca la hora de comer, así que decido prepararme algo. Me apetecen macarrones. Mientras se hacen vuelvo a coger el móvil y me encuentro con que mi madre ha respondido al mensaje:
Me va a costar no decirle a Alfonso lo de las entradas. Va a dar el mayor grito de su vida. Ha intentado ir al concierto las tres veces que han venido a España y tú más que nadie debes entender lo triste que es, ya que has sentido lo mismo con concursos y demás historias. Lo de la prima Elena me parece bien, ella es mayor y la conozco, así que ya solo hay que hablar. Por favor, dale las gracias a los chicos de mi parte. Al principio no me creía que fueran tus amigos, que todas esas caras que han pasado por la pared de tu cuarto ahora están allí contigo...Pero veo que no, que la realidad es así. Sobre todo dale las gracias a Niall. Un beso de todos nosotros.
¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! En cuanto termine de comer, hablo con Elena por WhatsApp. Pongo los macarrones en un plato y me siento a comer mientras veo la tele. Me doy cuenta de que entiendo absolutamente todo lo que dice el presentador de las noticias y me sorprendo de mi misma, aunque no debería hacerlo. Desde pequeñita me apuntaron a una academia de inglés con profesores nativos, por eso cuando llegué aquí no me costó casi nada hablar con nadie. Ahora que estoy totalmente adaptada, doy por hecho que hablo inglés a la perfección.
¡Mi prima está conectada en el chat!
Yo: Primibabe, tengo que decirte algo muy importante.
Elena: No me asustes,  ¿es bueno?
Yo: Es una de las mejores cosas que te van a pasar en mucho tiempo. Exceptuando Londres, claro.
Elena: ¡DÍMELO YA!
Yo: No, ahora debería callarme, como tú, que me dejaste con la intriga el otro día.
Elena: Joder, tía, es que yo aún estoy preparando la sorpresa...
Yo: Bueno, está bien, te perdono.¡Jajajajajaja! ¿Qué te parece si te llevas a mi hermano a ver un concierto de la famosa banda británica irlandesa One Direction?
Sonrío a la pantalla del IPhone mientras espero su respuesta, imagino que en mayúsculas en señal de felicidad.
Elena: ¡OH DIOS MÍO, DIOS MÍO DIOS MÍO, AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRGGGGGG PRIMA, TE QUIERO, TE QUIERO , TE QUIERO. ¿ESTO ES ENSERIO? ¿EN SERIO?
Lo sabía.
Yo: Sí, es enserio. ¡Jajajajaja! Mira, esto es el regalo de mi hermano, ¿vale? Me van a regalar una para él y otra para la persona que elija, y me he acordado de ti. No le digas NADA a mi hermano y habla con mi madre de esto, ella ya lo sabe. Hoy Niall me da las entradas y en cuanto las tenga en mis manos las mando para que lleguen allí lo antes posible.
Elena: Joder, me tengo que ir, pero ya. Adiós primibabe, todo leído y entendido, otro día lo hablamos con más calma. TE QUIEROOOOOOO. MUCHO. NO LO OLVIDES.
Se desconecta con mucha prisa y yo llamo a Niall para darle la noticia:
-¿Sí?
-Niall, ya sé para quien va a ser la segunda entrada.
-A ver si adivino...¿Para tu prima Elena?
-Tío, esto es increíble...¿Cómo lo sabes? Joder, ya me das miedo. ¿Tanto me conoces?
-Es la segunda persona de la que más hablas después de Dani ¡Jajajajajaja! Ya tengo las dos entradas, ¿Quieres venirte a casa?
-¡Sí! Hace días que no veo a los demás y ya tengo ganas.
-Están aquí Eleanor y Perrie, dile a Dani que se venga.
-Está en casa de Josh, pero le dejo una nota. ¡Voy para allá!
Cuelgo y escribo una nota enorme para que la vea bien. La dejo en el frigorífico y decido ponerme unas cómodas Converses en vez de los tacones que llevo actualmente. Me peino y me vuelvo a poner el gorro. Llaves, dinero para el taxi ( paso de coger el metro), móvil y todo listo. ¡Al fin veo a mis chicos de nuevo!


-¡Marina! ¡Por fin apareces por aquí!- Perrie me abre la puerta, tan amable como siempre. Nos damos un gran abrazo y paso dentro.
-¡Marina, chiquitaja!- Dicen todos, y me abrazan al igual que ha hecho Perrie. Eleanor también lo hace, aunque en realidad no tenemos confianza y pensábamos en darnos dos besos.
-¿Cómo va la famosa Marina?- Pregunta Lou.
-Pues acaba de conseguir trabajo de nuevo.
-¡Bien! ¿Quién ha sido esta vez?
-Un chico llamado Darien. ¡Su casa es un desastre, pero ya tengo dinero!
-¡Jajajajajaja!
Provoco las risas de todos y me siento en el sofá. Liam está allí,  se le ve mucho mejor que ayer.
-Hola Liam, ¿Cómo estás?
-Mejor, gracias Marina. ¿Quieres tomar algo?
-No, ahora mismo no.
Alguien me tapa los ojos con dos entradas. Me doy la vuelta y veo a Harry, con su sonrisa, sus rizos y sus ojos... Tan perfecto como siempre.
-¡Aquí están!
Niall aparece también comiendo un dulce y con la boca llena, me dice:
-Hemos intentado coger entradas VIPS, pero lo único que hemos podido coger es en primera fila.
-Demasiado habéis hecho. Que sepáis que estáis cumpliendo dos grandes sueños.
-Y estamos contentos de ello.- Asegura Liam.
-¿Cuándo es el concierto?
-Es para el año que viene, día 24 en Madrid.
-Me lo apunto.
-¡Marina!- Zayn, que estaba en el jardín, viene y me abraza.- Veo que ya tienes las entradas.
-¡Sí! Gracias otra vez, en serio. Es que no sé como explicaros cómo se siente una directioner al recibir esto. Imaginaros a mi prima y mi hermano. Ella ya lo sabe y por pocas muere de la emoción.
-¿Hablas de tu prima Elena, la que dices que tiene los ojos parecidos a los míos?- Dice Perrie, sentándose en frente mía.
-¡Sí! Las dos sois guapísimas. Me recuerdas mucho a ella.
-¿Cuándo cumple tu hermano los años?- Pregunta esta vez Lou.
-Dentro de pocos días, espero que las entradas lleguen a tiempo.
-Lo importante es que lleguen- Dice Harry.
Acabo hablando de mi hermano y mi prima y al final les cuento mi vida, la que ya se saben Harry y Niall. Bueno, Niall lo sabe todo y más. Dani me envía un mensaje diciendo que ha vuelvo a irse con Josh a pasar el día, ya que ayer no pudieron, así que me espera una tarde con mis locos. Y quizás, hasta una noche.







domingo, 9 de diciembre de 2012

CAPÍTULO 28

Buenos días, para quien sea así. Hoy iré a despedirme de Lisa, y tras pasar en esa casa toda la mañana, veré a Jake y a Molly. Va a ser muy duro despedirse de Jake.
Me pongo esa sudadera super calentita del rosa fluorescente, unos vaqueros claros y unas Converses. Salgo de mi cuarto y me sobresalto un poco al ver a Niall en el sofá, ya que no me acordaba de que ayer se quedó a dormir. No puedo evitar esbozar una sonrisa como buenos días para él. Pongo música y sale "Irresistible", de ellos. Cuando suena su solo, siempre me emociono.
En la cocina preparo unas tostadas con zumo. Ya sé perfectamente qué le gusta tomar en las mañanas. Pongo un mantelito en la mesa frente al sofá, lo coloco todo y subo el volumen de la música.
-¡Buenos días!
Le pego unos cuantos tortazos suaves y consigo que mire. Me doy cuenta de que aunque sus ojos están casi cerrados, su azul reluce igual.
-¿Me quedé dormido aquí?
-¿Qué te parece?- Le pregunto como respuesta.
-Me has dejado en el sofá, en vez de llevarme a la cama...Muy bonito, ¿eh?
-¡Perdone señorito, pero esta chiquitaja no puede coger a un tío que come como un elefante!
Se sienta tapándose con la manta que le eché ayer. Pongo la calefacción y le señalo el desayuno.
-Con este detallazo, te perdono.
Me levanto y pongo "Summer Love" antes de que suene otra canción. Es de mis favoritas, sin duda.
-¿Te tienes que ir?
-Sí, voy a despedirme de Jake y Molly y a que me paguen.
-Ah...Yo por la mañana no tengo nada que hacer.
-Puedes quedarte aquí si quieres.
-¿Te fías de mi?
-Si te comes el frigorífico, me lo tienes que pagar.
Se ríe con la boca llena de pan y hace que yo también lo haga.
-Voy a ver si han contestado a los anuncios.
Pillo el portátil y me meto en las varias páginas dónde colgué anuncios. No me lo puedo creer...¡60 personas interesadas!
-¿Decías que te iba a ser difícil...?
-Ya veo que estaba equivocada...
-¿Sabes por qué esto está así, no?
-Supongo que es porque soy famosa.
-Supones bien.
Decido cerrar la página y mirarlo todo esta tarde con Dani. Son las 7:40, debería irme ya. Pero...tengo una idea.
-Niall, dices que no tienes que haces nada, ¿no?
-¿Quieres que vaya contigo para que los niños me conozcan?
-Chico listo.
Guardo la manta, recojo el desayuno y apago la música. Me despediré a lo grande. Quizás estos buenos días no sean tan malos.
Salimos a la calle y empezamos a caminar, ya que si cogemos el metro nos arriesgamos a otra avalancha como la que hizo que nos conociésemos. Por el camino me enseña las fotos que Harry le ha enviado. Son las que nos hizo mientras Lou, él y yo nos tirábamos mutuamente a la piscina. Algunas son preciosas y muestran los bien que lo estábamos pasando, pero en otras mi cara parece que va a romper la pantalla del móvil.
-¡Mira como sales aquí!- se ríe a carcajadas, haciendo que se vaya el poco sueño que tengo- ¡Mira, mira! ¡Qué cara!
-¡Oye, que tú tampoco sales como un modelo!
-¡Metirosa! Mis directioners dicen que salgo perfecto en todas las fotos que me tomo.
Me quedo callada mirando al frente con una sonrisilla. Tiene razón, sale perfecto en todas las fotos.
-Mienten todas.
-Mientes tú.
-Puede...
-¡Já! Te pillé.
-Bueno, a callar ya, que aquí es.
Toco el timbre, por última vez, imagino, y Lisa abre mientras su sonrisa de bienvenida se desvanece cambiándose por unos ojos totalmente abiertos.
-¿Eres Niall Horan?
-Encantado- dice, tendiéndole la mano- He venido a darle una sorpresa a Jake y a Molly.
-Pues sí, va a ser una buena sorpresa...-tras decir esto, me mira- Hola, Marina.
-Hola Lisa.
-Pasad...
Entramos y Niall mira a todos lados, confirmando que tenía razón al decir que la casa es enorme.
-Bueno, Marina, me tengo que ir ya...Has sido genial estos meses, una pena decirte adiós...
Nos damos dos educados besos y antes de irse, le suelta un sutil "encantada" a Niall antes de desaparecer.
-¿Qué haces hasta que llegan las 2:30?
-Limpiar...Pero como comprenderás, hoy paso de hacer eso. Hoy voy a enseñarte la casa.
-Como si fuera tuya...
-¡Pues mira!
Comienzo el divertido juego llevándole al salón.
-Me costó mucho dinero y varios mese decorarlo...¡Ya vés! El sofá es de piel auténtica, la mesa grande viene directamente de Francia- le describo los muebles hablando con un tono presumido que hace que se ría de mi- ¿Qué te parece si vamos a la cocina? El horno lo diseñó un diseñador muy famoso...
-¿Desde cuando los diseñadores diseñan hornos?
-Desde que lo digo yo, osea.
Entre risas y comentarios pijos le enseño la cocina y  el cuarto que tiene Adam como oficina. Subimos las escaleras y una vez en la segunda planta, le llevo a la habitación de juegos.
-Mira- le digo, abriendo el gran armario de las casas de muñecas- Con esta casa y esos muñecos- le señalo sus muñecos, que están colocados junto a las barbies que hizo que utilizara para jugar- Molly me ordenó que fuese tu novia y viviera contigo.
-¿En serio?
-Sí.
-¡Jajajajajajaja! ¡Qué niña!
-Y esas Barbies son Perrie, Eleanor y Danielle.
-Que imaginación tiene ¿no?
-Pues la verdad es que sí...
Salimos de allí y le llevo al cuarto de Molly, lleno de colores rosas de todos los tonos, aún más muñecas y sobre todo, posters de ellos por todos los lados posibles.
-Me da la sensación de que la chica se va a emocionar mucho
-Te puedo asegurar que Jake se va a poner aún más contento.
Le llevo al cuarto de él, que tiene un poster a tamaño real ocupando casi toda una pared.
-¡Ala, si soy yo! ¡Un doble! Quiero una foto.
Posa junto a la parte de su foto con la misma postura y le tomo una. El rato se nos ha pasado rápido, ya que es hora de ir a por Jake y Molly.


Niall se queda en el taxi que hemos pedido, para que no se den cuenta de que está ahí. Ana llega y me abraza, pero le digo que me voy en taxi y le cuento un poco lo que ha pasado, y que no nos volveremos a ver...al menos en este metro. Rafa y ella se van, así que cojo a los niños y bajamos la cuesta.
-¿No me compras ninguna revista?
-No, cariño. Creo que hoy te va a gustar más la sorpresa que tengo.
-¿No nos vamos en metro?- Pregunta esta vez Jake.
-No, vamos en taxi. Mira, es aquel de allí.
Una vez abajo, Niall mira por la ventana de su parte del asiento, ocultando su rostro. Molly va a sentarse, pero me mira dudosa.
-¿Quién es...?
-Un amigo que nos acompaña, tranquila.
Los dos se montan y yo ocupo el asiento del copiloto. Le indico al taxista la dirección y sin avisar ni nada, Niall gira la cabeza y les saluda.
-¡Hola!
Saltan en su asientos acompañados por dos grandes gritos. Le explico rápidamente lo que está pasando al taxista para que no se alarme mientras que Molly abraza a Niall con todas sus fuerzas y Jake se queda paralizado mirándole, si saber que hacer.
-¡Eres Niall Horan! ¡No me lo puedo creer! ¡Eres tú!- Molly no para de gritar, haciendo que todos nos agobiemos en un espacio tan pequeño. Sobre todo Niall, que tiene claustrofobia.
-Molly, tranquila, ¡déjale respirar!- Le digo, consiguiendo que se quite de encima de él, pero sin dejar de abrazarle.
-¿Dónde están los demás?- Le pregunta.
Niall respira con los ojos cerrados y tras una sonrisa, le responde:
-No lo sé, cielo. Estarán en casa aún.
-Quiero verles.
-Lo siento, pequeña, pero no pueden venir. Otro día estoy seguro de que les conocerás a todos, ¿vale?
-Vale. Pero tú no te vayas.
-¡Jajajajajaja! Solo puedo estar aquí un rato...
-Bueno...
Una vez en casa Molly le coge del brazo y sin soltarle ni por un momento, se lo lleva al cuarto de juguetes, a su habitación, y le enseña todas las cosas que unas horas antes le había enseñado yo.
Decido hacerles varias fotos con mi IPhone mientras recorren la casa. Jake está super nervioso, no sabe que hacer, que decir, como pedirle un autógrafo o algo.
-Jake, ¿estás bien?
-Estoy en shock.
-Te entiendo, pero...¡Pídele una foto o lo que sea!
-Es que no he terminado de reaccionar. Niall Horan está en mi casa...
Me acerco a Niall y se digo en voz muy bajita que intente entablar conversación con Jake:
-Jake, ¿me enseñas tu cuarto?
Él, en vez de contestar, le da un abrazo que Niall recibe con fuerza y felicidad. Yo hago fotos desde todos los ángulos. Jake se separa y empieza a llorar mientras sonríe.
-Gracias por hacer que sea feliz escuchando vuestra música. Me habéis ayudado mucho, díselo a los chicos.
-Se lo diré, no te preocupes.
Adam llega y todos bajamos las escaleras.
-¡Niall Horan!
-Sí...
-Un placer, Niall.
Antes de que Adam empiece a hablarle durante horas con su tono lento y su voz grave,le digo que tenemos prisa y abrimos la puerta.
-Marina, ¿os hago una foto a todos juntos?- Propone Adam.
-Es una buena idea.
Le doy mi Iphone y nos colocamos entrelazando nuestros brazos. Niall con uno coge a Molly, que grita al elevarse por los aires, y todos sonreímos listos para el flash.
Por el camino le envío todas las fotos a Jake por WhatsApp. Niall coge su móvil y abre Twitter.
-¿Vas a twittear?
-Sí, mira.
Sube la foto en la que salimos todos y pone: Gran sorpresa que ha preparado @MarinaLoves1D para estas dos preciosidades. 
En seguida me llega la notificación a mi IPhone.
-¡Ah, que casi se me olvida!
-¿El qué?
 Guardamos nuestros móviles y seguimos caminando. Ya falta poco para llegar.
-¡El cumple de mi hermano es el viernes! ¿Qué le regalo?
-¿Qué le gusta?
-Vosotros.
-¿DirectionerBoy?
-Exacto.
-Vaya, yo pensaba que había menos...
-Pues no, hay más de los que creéis.
-Pues hazle algún regalo de nosotros.
-¡Es que eso llevo haciendo todos los años! Camisetas, sudaderas, libretas, posters gigantes....
-Pues entonces no sé que decirte...
-Tengo pocos días para pensarlo...Tampoco me puedo pasar con el dinero. O sí...Total, tengo 60 personas que me ofrecen trabajo.
-Ala, salió la estrella.
-Eh, que 60 personas te digan que le limpies la casa no es de estrellas.
-Pero salir en las revistas sí.
-En parte. Yo no canto, ni soy modelo, ni nada.
-Pero eres escritora.
-¿Eso es ser una estrella?
-Según a quien le preguntes.
-¿Para ti lo soy?
Hago esta pregunta sin querer, conforme se ha creado ha salido.
-Pues claro que sí, chiquitaja.
Una vez más vuelve a revolverme el pelo, a sonreírme...quizás, a hacer que me guste un poquitín más.

Entramos en casa y saludamos a Dani, que ya ha llegado.
-Acabo de ver tu tweet...Jake y la peque tienen que estar flipando.
-Ya vés...
El móvil de Niall suena y mientras él contesta yo le cuento a Dani la reacción de los niños con todo esto. Al rato, él cuelga y nos dice:
-Me tengo que ir. No creo que esta tarde podamos quedar.
-¿Por qué?
-Tenemos una reunión...Y es de las largas. Esto es lo que no me gusta de mi trabajo, que coñazo.
-¡Que lo pases bien!- Dice Dani, sarcásticamente.
-Seguro...Ah, Marina, creo que ya sé que le puedes regalar a tu hermano.
-¿Sí? ¿Qué?
-No te lo puedo decir todavía. ¡Adiós!
Sale por la puerta sin dejarme articular ni una palabra más. ¡Joder con las sorpresitas! ¡Primero mi prima, y ahora él!
-Tía, ¿sabes qué?- Dani llama mi atención.
-¿Qué?
-Hay 3 revistas que se interesan por mi.
-¿3 revistas? ¡Tía, que fuerte! ¿Qué vas a hacer?
-Pues no tengo ni idea, porque las tres me ofrecen más dinero que en la que estoy ahora, pero para que no vayan dicen que me van a pagar más...
-Tía, ¿ves lo que hace la fama? Tenemos que aprovechar todo esto.
-Pues sí. Voy a ver cuánto me suben y me iré con la que mejor me pague.
-Por supuesto. Ah, lo de los anuncios...Tenemos 60 personas interesadas.
-¡60! ¿Cuánto tiempo vamos a estar para elegir a una?
-Ni idea, pero, ¿y si empezamos ya?
Nos sentamos en la mesa grande con el portátil. ¡El número ha subido a 82! Miramos rápidamente los mensajes de las 10 primeras y no encontramos con más o menos lo mismo: padres y madres con hijos ( sobre todo chicas) que necesitan a alguien que limpie mientras no están.
-Joder, todos estos nos quieren para que hagamos que sus hijos conozcan a One Direction...
-Lo sé... a ver si encontramos a alguno que nos quiera para trabajar, no por eso.
Seguimos buscando hasta llegar a la persona número 23. Es un chico de 35 años que trabaja y necesita a alguien que mantenga su casa en condiciones.
-Este no parece ser una madre histérica por su hija.
-Vamos a llamarle.
Marcamos su número y varios minutos después una voz ronca contesta:
-¿Sí?
-Hola, soy la chica del anuncio.
-Ah, hola, eras...¿Marina, no?
-Así es. ¿Y tú eres...?
-Darien. ¿Cuándo puedes quedar?
-Mañana mismo. Cuanto antes, mejor.
-Bien, pues mañana a las 12:00 en mi casa.
-¿Dónde está tu casa?
-Ah,- se ríe- perdona, perdona...
El chico me da su dirección y cuelga con una risa más. Ya sé un rasgo de su personalidad: es despistado.
Dani decide no contestar a ninguno, ya que las revistas están ocupando su tiempo ahora.
-¿Qué planes tenemos para hoy?
-Yo he quedado con Josh a las 19:00.
-Tengo ganas de ver a los chicos.
-Pero Niall ha dicho que no pueden quedar.
-Ya...
-¿Comemos por ahí?
-¡Vale! Vamos al McDonalds.
-Sitio perfecto.
Cogemos dinero, móvil y llaves y nos vamos. El metro nos recibe mientras escuchamos música dirección al Mc Donalds, con mucha hambre y ganas de hablar.
-Tía, ¿cómo vas con Josh?
-Pues bien, ya está muchísimo mejor desde lo de su madre.
- Se ha recuperado rápido entonces.
-No, aún no lo ha hecho. Solo que ya puede dormir solo o despertarse sin sentir a nadie a su lado.
-¿Te levanta con un buenos días princesa? ¡Jajajajajaja!- Le digo, en tono burlón y cursi.
-No, pero un día me trajo es desayuno a la cama...Jo, es que es demasiado mono.
-Eso también lo he hecho yo, eh.
-Ya, ya, si yo te quiero mucho.
-No, ahora no vale,
Me doy la vuelta y miro por la ventana mientras ella me repite que me quiere y las dos explotamos en risas.
-Cuando tu estés con Niall, ya me abandonarás a mi, ya.
-Eso has dicho de tooooooodos los chicos que han pasado por mi vida y aquí estoy, yendo contigo al McDonalds en Londres.
-Pero Niall es distinto.
-Pero si no le gusto.
-¿Pero tú eres tonta?
-No, la tonta eres tú, que ves amores donde no los hay.
-¿Crees que lo de Alice es verdad?
-¿Lo de la italiana? Sí.
-Lo hace para pasar tiempo contigo.
-Dani, no inventes. Me ha descrito de pies a cabeza como es y hemos pasado horas buscándola.
-Lo que yo te digo...
-¡Dani!
Nuestra parada llega y bajamos. Una vez en la cola del McDonalds empezamos a hablar de lo que queremos pedir. Yo siempre escojo esa hamburguesa con salsa de queso, me encanta. No está muy lleno, pero lo suficiente para quedarnos sin sitio, así que pillo una mesa mientras ella coge las bandejas.
Me recorro el local y me siento en una mesa cercana a una ventana que da a la calle. Como ya habréis notado, me gusta mucho la calle, el bullicio de la gente, la vida. Por eso siempre escojo mirar hacia fuera.
Veo que Dani coge con cuidado las bandejas y viene hacia mi. Saco el móvil y le hago una foto para twittearla.
No nos hace falta pagar mucho para comer bien, ¿Verdad @DanielleLoves1D?
-¡Eh! ¿Me has hecho una foto?
-La he twitteado.
-¿Cuántos RTs has recibido ya?
Vuelvo a sacar el móvil y me quedo paralizada: ¡6.010 RTs!
-Tía, ¿cómo hemos llegado a esto? Hace unos meses, si recibía 3 RTs me parecía una barbaridad.
-Yo tampoco lo asumo muy bien. Bueno, Mrs Horan, esta es tu hamburguesa, ¿no?
Se la quito de las manos mientras admiro su sonrisa traviesa.
-¿Vas a estar así todo el día?
-¡Eh, que no te he dicho nada! Mrs Horan, Mrs Malik, nuestros motes de siempre...
-No, tú te empeñas en que Mrs Horan es real.
-¿Acaso no quieres que lo sea?
- No es lo mismo que antes, tía. Ahora somos amigos y no me gusta que me digas eso porque estamos más cercanos y ya no lo veo tanto como amor imposible.
-Pues por eso, que estáis más cercanos, que sois amigos y que no lo ves como amor imposible. Te gusta de verdad.
-No...
-Sí.
¿A quién quiero engañar? ¿A Dani? No, no puedo. Además, ella me suele mostrar la verdad. A veces, como ahora, adivina lo que siento. Niall me gusta, pero no de esa manera enloquecida de mirarle a través de la pantalla del ordenador con el sueño de pedirle una foto. No. Me gusta de esas veces en las que un solo "Hola" suyo me hace sentirte especial. Como todos hemos sentido alguna vez, imagino, solo que yo llevo años sin sentir esa sensación. Desde aquel chico cabrón, el que ya dije.
-Vale, sí.
-¿Ves? Conmigo no puedes...Marina, eres tonta. A él también le gustas.
-No, a él le gusta la "italiana perfecta"
-¡No existe!
-Yo creo que sí.
-Oye, que cabezona eres. Deja de llevarme la contraria.
-Anda, come y calla ya.
-No quieres aceptar esa dulce verdad...
-¡A comer he dicho!
Nos reímos aportando aún más felicidad a este alegre sitio lleno de familias, grupos de gente y parejas que ríen al igual que nosotras, pero con diferentes motivos. Alice, la italiana...¿existe, o no? Lo que me ha dicho Dani me está haciendo dudar mucho. Es verdad que Niall da señales de que le gusto. Me acaricia el pelo, me da besos en la mejilla y en la frente, me abraza cada dos por tres, me sonríe...Ha confiado en mi para buscar a la italiana, cuando podría haber confiado en Liam...Pero Harry es igual de amable conmigo: me abraza, me sonríe, me saluda acariciándome el pelo...¿Él también me quiere? No, venga ya...Si Alice es real o no, lo descubriré con el tiempo, pero está claro que yo no pienso decir nada.
Por fin cambiamos de tema y acabamos hablando de que tenemos que decorar aún más la casa, de que esta tarde Josh la llevará de paseo por ahí, ya que hace mucho que no quedan, de que yo escribiré mientras ella no está y de cómo va mi novela...
Salimos de allí a las 5:14 con tanta charla y una vez en la calle esperando el metro, Dani twittea una foto mía caminando sin que me de cuenta. El caso es que hasta he salido bien.
De camino a casa tras haber comido en el McDonalds. ¡Todo ideal!
En seguida recibe un número de RTs parecido al que yo he obtenido antes y hasta hay gente que se atreve a preguntarnos que le sigamos. Ni que fuésemos cantantes o actrices...
Una vez en casa nos duchamos, pero yo me pongo el pijama y ella un vestido rosa que le hace estar sexy y adorable a la vez. En nada son las 19:45 y ella se va en busca de Josh, con quien pasará una maravillosa tarde y quién sabe, quizás una mejor noche.



Vuelvo a coger el metro para ir a casa de Josh. Bueno, creo que ya puedo llamarla mi casa, al menos en parte. El día de hoy está yendo muy bien, la verdad. El trabajo que nos han mandando hacer en la beca está resultando muy divertido con mis compañeros, luego la comida con Marina y ahora con Josh. Marina...¿es gilipollas, o no quiere ver lo que pasa? Está claro que no existe ninguna Alice, que Niall solo quiere pasar tiempo con ella. Al menos he hecho que reconociese que le gusta. Soy como su madre o su hermana mayor, pero el caso es que ella para mi también lo es así. Hizo que reconociese que me gusta Josh, me regañó cuando no le besé, me dio fuerzas para quedar con él la primera vez...Y esto no es lo único que tengo que agradecerle.
Bajo del metro, subo las escaleras y salgo a la calle. Saco la copia de las llaves que me hizo Josh y abro la puerta.
-¿Josh?
-Un momento, ya salgo.
La cierro y dejo el bolso sobre la mesa, esperando de pie a que aparezca. Sale de su cuarto y sonrío al ver lo guapo que se ha puesto. Lleva un jersey marrón claro con unos vaqueros y unas Vans marrones oscuras. Me encanta su estilo, despreocupado y a la vez arreglado. Me encanta él, es tan perfecto... ¿Quién iba a decirme a mi que yo, la chica normalita e invisible, acabaría con un castaño claro de ojos azules? El sueño de toda chica, es mi realidad. Y además, estoy empezando a ser modelo...¡Yo, modelo! Es que aún no me entra en la cabeza. Esto ha levantado mi autoestima a límites infinitos.
-¿Nos vamos?
Me besa y como siempre, recibo sus labios con una sonrisa. Nos montamos en el coche y la música de la radio empieza a sonar junto con la de mi móvil.
-¿Quién es?
-Es Liam...¿Le habrá pasado algo? Llevo varios días sin hablar con él.
Decido eliminar mis dudas y contesto:
-¿Sí?
-Dani, necesito hablar contigo.
-Te noto mal. ¿Ha pasado algo?
-Sí, es Danielle otra vez.
-Me dijiste que lo habíais arreglado.
-Pero acabamos de pelearnos otra vez...Y los chicos están el la reunión...
-¿Tú no has ido a la reunión? Niall dijo que era importante.
-Me he escapado porque ella me ha llamado. Por favor Dani, ven, estoy en el parque, en ese a que nos llevásteis...
-Liam, estoy con Josh.
Él, alarmado, me mira muy confuso. Creo que teme que me vaya a ir, pero no quiero hacerlo.
-Joder Dani, es que necesito a alguien, y no me voy a presentar en la reunión llorando, y por favor ven...
-Vale- le digo, viendo que su voz se eleva y su respiración se acorta- Pero cálmate, ¿vale? Podría verte cualquiera. ¿No querrás fotos por todo Twitter de ti llorando, no? Ve a casa, allí está Marina, y le explicas lo que ha pasado mientras voy.
-Joder, gracias, de verdad, Dani...Te quiero.
-Y yo, Liam, ya voy.
Cuelgo y miro a Josh que suelta el volante y apaga la radio.
-Te vas.
-Josh, entiéndelo, está llorando solo en un parque, los chicos están en...
-Vale, que no me des más explicaciones. Vete.
-Josh, te quiero. Mañana nos vamos solos, ¿vale? Y nadie nos interrumpirá.
Consigo que muestre una leve sonrisa y tras darle un beso vuelvo a dirigirme al metro, por 4 vez en el día de hoy.