sábado, 24 de noviembre de 2012

CAPÍTULO 25

Dani ha alcanzado un estado total de confusión. La primera respuesta que se le ha pasado por la cabeza ha sido un "sí", pero después se ha acordado de esa persona tan importante de la que ha prometido no separarse nunca: Marina. ¿Le molestará? ¿La dejará muy sola? Abandona sus pensamientos al percatarse de que esa otra persona importante, Josh, espera una respuesta.
-Josh...
-Respetaré tu decisión digas lo que digas.
-Y...¿y si te digo que no sé que decir?
Él se ríe mirando al suelo por unos instantes y volviendo a levantar la cabeza.
-Por una parte, sabía que era muy precipitado que me dieras una respuesta inmediata. Piénsalo y cuando tengas algo, me lo dices.
-Gracias por ser así de comprensivo. Bueno, gracias por ser así de todo. Gracias por ser tú.
Creo que no hace falta explicar cómo pasaron el resto de la noche, entre arena, besos, agua salda y ganas de todo.



Me estiro sobre el sofá achinando los ojos para después abrirlos totalmente. Me los rasco, quitándome algunas pestañas caídas y me siento. Tengo un cansancio increíble, me quiero volver a dormir.
Otra vez vuelvo a encontrarme en medio de la soledad. Dani sigue con Josh  y Niall se fue ayer, dejándome a mi en busca de la italiana. Estuvimos juntos unas cuantas horas, mirando fotos, leyendo tweets, mandando mensajes diciendo "Eh, creo que te conozco" e inventado historias para averiguar si alguna de esas desconocidas es la chica de la mirada de miel y el pelo castaño de rayos de sol. Después se tuvo que ir a unos ensayos para una próxima actuación en un show televisivo, por lo que me pidió que siguiera y como consecuencia de eso, caí rendida en el sofá.
No me encuentro bien. No me refiero en cuanto a salud, si no...Es decir...Lo de Niall me ha sorprendido. Es verdad que yo he tenido de esos "amores" de belleza infinita que intentas buscar como sea, pero al fin y al cabo son solo eso: belleza. No me gusta para nada que Niall, mi Niall, haya caído en la sonrisa de una chica solo por que esa sonrisa es hermosa...No, no lo entiendo, uno no se puede enamorar así. Y...me da rabia. Sí, me da mucha rabia ¡Soy directioner! Todas nosotras nos ponemos algo tristes, aunque sea un poquito, cuando vemos a nuestros chicos felices con sus novias. Luego la mayoría terminamos queriendo a esas chicas y tomándoles cariño, pero...Al principio siempre duele, y más cuando ayudas a uno de ellos a buscar a ese "amor"
Y Dani...¿dónde coño está? Antes, cuando me encontraba así, solo tenía que girar la cabeza y mirarla, ella de encargaba del resto. Pero...últimamente ni eso, joder. Josh me la está quitando.Sí, vale, es feliz, y me alegro muchísimo por ella, pero ¿y yo? Me siento sola.
Alargo la mano y cojo el móvil que está sobre la mesa. Aparecen varios mensajes de Niall preguntando que si tuve suerte y varios tweets y mensajes de mi prima y mi madre. Voy contestando a todo cuando la puerta se abre. Por fin, por fin esa persona que necesito.
-¡Dani, joder, por fin!
-¿Por fin?
-Pues que necesito hablar contigo. ¿Otra vez habéis estado en la playa?
-Sí...Me ducho para quitarme la arena y te cuento, ¿vale? Y me cuentas tú a mi.
Lo que menos quiero hacer ahora es escuchar como Dani es feliz con alguien que la aprecia y que además, me la quita, pero debo hacerlo. Ella lo hace y yo lo voy a hacer, porque la quiero y estoy alegre por ella.
Primero me deja que le cuente todo lo que se me pasa por la cabeza con el tema de Niall.
-Lo entiendo, tía, todas nos ponemos algo mal cuando vemos a nuestro amor platónico con novia, pero al final a casi todas nos caen bien.
-Exacto, eso es, pero ¿ y de dónde ha salido esta? Solo la quiere encontrar porque es guapa, a mi que no me venga con chorradas de "enamoramientos" de miradas.
-Bueno, a lo mejor es verdad...
-No, Dani. Nadie se enamora en un rato.
Termina dándome la razón y comienza con su relato. Lo que me imaginaba: todo perfecto, ideal, lleno de cariño y cosas especiales. De verdad, Josh es una persona genial y no quiero que se separen, ¡nunca! Pero yo tampoco quiero que se vaya de mi lado.
-¿Y por qué te ha hecho todo esto? ¿Algo que celebrar?
De repente para de hablar mordiéndose levemente los labios. Su expresión cambia a una entre seria, divertida y misteriosa, como queriendo ocultar algo.
-¿Hola?
Parece que va a decir algo cuando mi móvil suena con un número privado. Decido cogerlo y la voz de una chica me saluda.
-Hola, me llamo Marta Fernández y trabajo para el diario ABC. ¿Está Marina Gijón?
-Sí, soy yo. ¿Qué desea?
-Ah, hola Marina, encantada. ABC sabe sobre ti y tu historia sobre el concurso y la propuesta de la editorial  y queremos hacerte una entrevista telefónica. ¿Aceptarías la propuesta?
-¡Claro!- Digo, entusiasmada. ¡Mi primera entrevista!
-Muy bien, pues apunta la hora y la fecha, que será mañana. ¿Te viene bien?
-Perfecto...



Respiro profundamente y entro a mi cuarto mientras ella charla con ese número privado muy contenta. No quiero decírselo aún. ¿Cómo se lo tomará? Creo que bien...Pero, ¿ y si no es así? Me he dado cuenta de que me estaba esperando cuando he abierto la puerta...No, no se lo digo. No acepto a lo de Josh y punto. Pero, ¿por qué no decírselo? Yo dormiría en casa de él, me levantaría, estaría con ella por las tardes y noches y volvería para dormir. ¡Fin!... Sea la respuesta final sí o no, tengo que contarle el por qué de todo lo de ayer. La maravillosa noche.
Salgo al salón de nuevo, dispuesta a decirlo todo y a aceptar su opinión.
-¿Quién era?
-¡Del ABC! Dicen que saben sobre mi y quieren hacerme una entrevista por teléfono.
-¡Tía, tu primera entrevista! Así empiezan las grandes, sí señor.
-Bueno, no me cambies de tema, ¿ a que se debe lo de ayer?
Retomando el relato, intento tranquilizarme. Respiro y comienzo a hablar despacio.
-Josh me ha propuesto que me vaya a vivir con él.
Al terminar la directa frase, su expresión de alegría se convierte en una confusa y extraña.
-¿Qué?
-Pero, a ver, no estaría todo el día con él...Solo por la mañana y para dormir, las tardes me iría contigo...
-¿Ya le has dicho que sí?
-No, antes quería hablar contigo.
-Y...¿tu quieres decirle que sí?
-Claro, tía. Sabes que le amo, que le quiero mucho.
Me doy cuenta de que intenta mantenerme la mirada, pero no puede. Baja la cabeza mientras se limpia lo que parecen ser lágrimas con sus dedos.
-Eh, tía, no, por favor, no llores...Le digo que no, ¿vale? Pero no llores, por favor.
-Dani- dice, sorbiendo por la nariz y levantándose- Necesito pasear para despejarme y estar sola. Ahora hablamos.
Sin mirarme más, abre la puerta y tras un "Adiós" se va. Estar sola...Ese es el problema.



No me lo puedo creer. Mis pensamientos han cobrado vida, ¡se va, mi Dani, mi Danielle Robles! Ella, la que prometió sin palabras, solo con hechos, solo siendo la mejor, que nunca lo haría. Juntas hicimos ese pacto, pero ¿dónde ha quedado? Ya sé que está enamorada, y que quizás esté creando un drama de esto. Solo se va a dormir con él, como lleva haciendo estos días, pero si estos días he estado sola, ¿qué pasará cuando se lleve todas sus cosas? Ya no serán nuestras noches, ni nuestras mañanas, y por mucho que ella diga, entre quedada y quedada, ni siquiera tendremos las tardes. Sé que esto supondrá un posible final, y no quiero. ¿Eh? NO QUIERO. No parece ella, la chica de la que pienso "¿Cómo puede ser tan buena?" No está haciendo nada malo, no, solo se ha enamorado, y no estoy enfadada con ella, ni con Josh. Estoy enfadada con el amor, que poco a poco pretende separar esta gran amistad.
Han sido muchos años planeando vivir juntas. Yo en Málaga y ella en Jaén, llamándonos, soñando con cada palabra. Y ahora que tenemos nuestros minutos juntas, ¡PUM! Adiós a todo.
No sé por qué, pero empiezo a correr. La gente me mira, seguro que ya han formado varias historias en su cabeza. "La ha dejado el novio" "Se ha peleado con sus padres" O quizá, simplemente, les de igual a todos. El caso es que no sé a dónde voy, no sé que hago, solo corro y lloro...Y pienso en ella.
¿Voy a tener que volver a llamarla por teléfono para contarle mis cosas? ¿Sabiendo que está a pocos kilómetros de mí? Es muy triste, y siento una extraña impotencia...
Hablando de mi vida...¿Y ahora, a quién tengo? ¿Quién sería la persona que con un abrazo, varias palabras y una sonrisa me calme? Ella es perfecta para eso, porque ella es perfecta, a secas. ¿Mel? ¿Amy? ¿Ana?No, nunca...
Entonces en mi cabeza aparece una persona con la que ya tengo amistad, pero que con esto, quizás, se haga más fuerte.
Paro a un taxi. Esta es la segunda vez que me monto en uno llorando, pero esta vez para mi es aún peor. Le digo una dirección y sin decir una palabra, comienza el recorrido. Intento dejar de llorar, pero solo de pensar en ella no puedo parar de respirar fuertemente y sorber por la nariz. Aunque el camino es corto, a mi se me hace eterno, pero por fin el coche para y le pago al taxista.
Salgo y ante mi está la gran casa que por dentro es mejor aún. Me dispongo a llamar cuando me doy cuenta de que  puede que me abra otra persona, así que cojo mi móvil y, algo torpe porque aún no se usarlo, busco el número de la única persona que ahora podría animarme.
-¿Digame?
-Harry...
-¡Marina! ¿Por qué lloras? ¿Qué te pasa?
-Necesito contártelo...
-Y yo quiero que me lo cuentes, pero ya. ¿Dónde estás?
-Abre la puerta.
Oigo un "píi" que mi indica que ha colgado y unos minutos después la puerta se abre. Se sorprende al verme la piel roja y mis ojos mojados. Pero, en vez de decir nada, me abraza. Justo lo que necesitaba.
Me tiro un rato llorándole en el pecho mientras él me acaricia el pelo y me apega más todavía a su cuerpo.
-Marina- me susurra, despacio- ¿Qué te ha pasado?
-Pues...que lo he perdido todo.
-¿Y qué es todo?
-Dani.
Con esta profunda frase, me vuelve a abrazar al notar que mis lágrimas se multiplican.
-Ven, vamos al jardín.
-Pero...¿Quién hay dentro?
-Solo están Niall y Lou. No te preocupes, si no quieres que les cuente nada, no lo haré.
Sin decir nada atravesamos el salón y salimos al jardín. Se sienta en el borde de la piscina y me hace una señal para que me siente.
-Tranquila, yo no voy a tirarte al agua.
Hace que saque una pequeña sonrisa y me siento a su lado.
-¿Tú y Dani os habéis peleado?
-No, no es eso. Es que últimamente solo está con Josh, duerme con él, desayuna con él, y luego por las tardes entre quedada y quedada, yo ya ni existo. Y quizás no lo entiendas, porque es inexplicable, pero ella es lo más grande que tengo, y no quiero que se vaya...
-A ver ,a ver, a ver. No exageres, Marina, que por dormir con él no significa que vaya a dejarte sola.
-No es solo eso. Es que él le ha dicho que se vaya a vivir con ella. Y llevamos muchos años planeando vivir juntas porque las dos estudiábamos en sitios distintos y ahora que ya pasa poco tiempo conmigo se va a ir...
Me acelero hablando, haciéndolo cada vez más alto y entrecortando mis palabras. Harry me vuelve a abrazar
-Eh, eh, cálmate, ¿vale? Lo entiendo, lo entiendo todo muy bien, porque...¿sabes qué? Yo he pasado lo mismo con Lou.
-¿Sí...?
-Claro. Cuando empezó a salir con Eleanor yo me sentí a veces muy solo. Por eso te digo que sé perfectamente por lo que estás pasando. Pero, si ella es feliz, alégrate, no llores.
-Pero si me alegro. Por Dios, si es que es la mejor del mundo y se merece lo mejor del mundo. Además, Josh es tan...Josh es perfecto para ella.
-Joder, es que te admiro.
-¿Me admiras?
-Sí. Yo cuando Lou se iba con Eleanor  no paraba de decir que la culpa era suya, que me deja solo, aunque luego recapacité. Y tu sigues pensando que es la mejor.
-Es que lo es.
-Yo creo que debes dejarla ir, porque ella sabe perfectamente que tu la aprecias y no te va a dejar. Sí, os veréis menos, pero ten en cuenta que ahora hay otra persona que también la quiere como tú.
Lo que me ha dicho Harry es lo que yo ya sabía, pero necesitaba a alguien que me confirmase que tengo razón. Ya he parado de llorar un poco, pero no del todo. Harry me sonríe y vuelvo a morir con su mirada de ojos verdes tan intensos. Miro a el agua de la piscina, que nos refleja y pienso que estoy muy agradecida de lo que acaba de hacer: Ejercer de mejor amigo.
-¡Cotillas! ¿Qué hacéis ahí, con la oreja pegada? Haced el favor de venir y darle un abrazo a nuestra Marina.
-Eh, tranquilo, que ya íbamos, pero queríamos enterarnos de todo.
La voz de Lou me hace girarme con mi rostro algo más alegre. Niall también está ahí y  es el primero en llegar y abrazarme.
-No llores, chiquitaja. Te queremos mucho, ¿vale?- Me dice en voz bajita. Tras eso me da un cariñoso beso en la frente y otro en la mejilla, para seguir abrazándome. Mientras, veo que Lou se sienta junto a Harry.
-Lo siento si te hice daño o te dejé solo.
-No, Lou, lo siento yo. Porque me lo tomé mal cuando debí alegrarme. Eleanor es una chica genial.
-Tío, que te quiero.
Los dos se abrazan y acaban llorando en silencio, menos escandalosos que yo.
-Al final voy a tener que llorar yo también.
Niall contempla la escena junto a mi, sin soltarme. Sus abrazos, sus besos...Niall, gracias a ti también. Lou y Harry son iguales que Dani y yo, pero en masculino. Lou levanta la vista y suelta a Harry para abrazarme a mi.
-¿Quieres mi opinión?
-Claro.
-Deja que Dani se vaya. Si ella te quiere, que estoy seguro de que es así, no te va a dejar sola. Levántate y ve a por ella ahora mismo.
-Gracias, Lou. Gracias a todos. No sé como lo hacéis, pero al final habéis hecho que esté mejor.
Uno por uno me abrazan regalándome una sonrisa y salgo de allí aún llorando, pero esta vez de la alegría por todo el apoyo recibido.



-¿Dani...?
Abro la puerta con la esperanza de encontrarla ahí, pero no está. La busco y la encuentro en su habitación, escuchando música mientras llora sobre su cama.
-Perdóname, Marina. Soy gilipollas.
-No, no lo eres, y perdóname tú. Josh te ama y tu le amas, y yo sé que nunca me dejarás sola. He sido tonta por dudar de ti, por favor, vete con él.
-No tía, tú tenías razón. Hemos venido con la idea de vivir juntas, de...cumplir nuestro sueño. Y ahora voy yo a irme...No, no pienso hacerlo.
-¡Nuestro sueño no dejará de cumplirse! Tía, por favor, vete. Vete y disfruta de él.
-No.
-¡Sí!
Me tiro en la cama y la abrazo muy fuerte. La imagen de Harry haciendo lo mismo viene a mi mente y lloro aún más.
-Hagamos un trato.- Dice ella.
-A ver.
-Yo paso las noches con él y las mañanas. Lo demás, estoy aquí. No me llevaré mis cosas, no me moveré.
Me lo pienso por unos segundos. Estaríamos como hasta ahora: Noches con su amor, resto del día con su amistad.
-Es lo más justo
-Es lo mejor.
-Lo siento
-No, lo siento yo.
-Que te quiero.
Y nos volvemos a abrazar, llorando a mares. Sí, somos unas pavas que lloran por nada, unas exageradas al más mínimo problema,  pero el cariño que sentimos mutuamente no lo tendrá nunca nadie en el mundo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario