miércoles, 17 de octubre de 2012

CAPÍTULO 14

Abro los ojos antes de que el despertador suene. Se oye  música una mañana más, pero, ¿quién la ha puesto?
Salgo al salón y como sospechaba, veo a Dani haciéndose el desayuno
- Casi no he dormido, tía, estoy de los nervios.
-¿Qué haces ya despierta? Vas a ir a la beca con unas ojeras enormes...
-¡Me da igual!- dice, saltando- ¡soy feliz!
Me preparo unos cereales y desayunamos juntas. Parecemos gilipollas con nuestra cara de sueño y una sonrisa de oreja a oreja.
Nicky Minaj suena mientras abro mi armario. Me dispongo a ponerme lo de siempre, pero, ¡que coño! Me siento bien, hoy es día para cambiar. Saco una camiseta de esas que tienen una manga holgada y enseñan en hombro de color gris con letras de colores, unos pantalones cortos amarillos y unos botines negros. Me aliso el pelo y me cojo el flequillo a un lado. ¡Perfecta!
-¿Dónde vas tan arreglada hoy?
-A limpiar, como siempre, pero es que joder, ¡me siento bien!
-¡Pues ala, disfruta!


Lisa me abre la puerta y me mira de arriba a abajo
-¿Y este repentino cambio de look? Espero que no sea porque vaya a venir un chico a verte, porque está totalmente prohibido que traigas a gente.
- Tranquila Lisa- río- es que pienso que cualquier momento es perfecto para ir guapa, ¿no?
En este instante, Lisa me acaba de quitar la etiqueta de " adolescente de sudaderas y vaqueros de por vida" y se nota en su mirada.
- Tienes muchísima razón. Me tengo que ir, aquí tienes la lista.
Acabo de ganar puntos con ella. Eso está bien. Abro el papel y me encuentro con todo lo que tengo que hacer. Que rollazo de trabajo, por dios.


Estoy en el metro de camino al colegio. Está tan lleno como siempre, así que entre codazos y frases como: "Perdone, ¿me deja pasar?" me hago un hueco. Antes de llegar a mi destino, el metro para en 2 sitios más. En uno de ellos, unos 15 hombres y mujeres vestidos con traje, chaqueta, faldas y camisa entran con aires de estrés y agobio. Entre todos ellos aparece una chica de mi edad, de piel morenita con ojos marrones y muy grandes. Su pelo es ondulado, por encima del hombro. Sufre varios empujones e intenta agarrarse a una de las barras, pero otro empujón la sacude y se choca con un hombre al que enseguida pide perdón. Parece que nunca se ha montado en un metro. Me recuerda a mi cuando me monté la primera vez en uno en Málaga y comprendo lo mal que debe estar pasándolo.
- Eh, chica, ven, hay sitio- le digo en inglés, aunque se nota que no es de aquí.
Me sonríe mientras intenta hacerse paso. Alargo el brazo y agarra mi mano, tiro de ella y cae sobre mi. Se agarra a la barra mientras intenta respirar.
-¿Hablas español?
-Sí.
- Lo suponía- reímos.
- Gracias por ayudarme, ¡casi muero!
- Estas cuatro paradas siempre van llenas, esta es una zona muy poblada de Londres.
- ¿Llevas mucho viviendo aquí?
-¡Que va! 2 semanas y pico, pero voy tomando nota de lo que veo.
- Yo llegué hace tres días. ¿Cómo te llamas?
- Marina, ¿ y tú?
- Ana. ¿De qué parte de España eres?
- De Málaga, pero me he pasado casi toda mi infancia y adolescencia en un pueblo de Jaén
-Yo soy de Sevilla
- Oye, ¿cuál es tu parada?
- Voy a recoger a mi hermano al colegio...
- Vale- le digo, cortándole la frase- yo también voy ahí.
-¿Qué haces aquí en Londres?
Le cuento lo del concurso, la editorial, la beca de Dani , el alquiler de la casa, y el nuevo trabajo.
-¡Qué fuerte! Enhorabuena por todo, se ve que vas camino hacia el éxito.
- Eso ya lo veremos... Ah, ya tenemos que bajarnos.
Le doy la mano y las dos salimos intentando no ahogarnos. Caminamos la calle que hay hasta el colegio y retomamos la conversación.
- ¿Y tú? ¿Por qué estás aquí?
- A mi hermano le hicieron unas pruebas de superdotado y este colegio se interesó por él.
-¿En serio? ¡Tu hermano tiene que ser muy listo!
-¡Lo es! ¡Y mucho! Está en 3º de la ESO cuando debería estar en 1º
-¡Joder!
- Sí tía, es sorprendente...
-Entonces, ¿tú y tu familia os habéis venido?
-Mi padre, mi madre mi hermano y yo. Aunque a mi me está costando un poco adaptarme, ya sabes, nuevo instituto, amigos, casa...
-¿Cuántos años tienes?
-17
- Uno menos que yo- le sonrío- imagino que es duro...
-¿Para ti no lo es?
- Un poco, porque ahora tengo que trabajar, tener cuidado con el dinero, cuidar una casa... Es como si ya fuese adulta. Pero el hecho de estar aquí me compensa. Además, vivo con mi mejor amiga y estoy escribiendo, que es lo que quiero hacer.
- Eres muy positiva
- Eso es que aún no me conoces bien
- El caso es que... a ver... yo también estoy muy contenta,¡estoy viviendo en Londres! Es como un sueño, pero me está costando asimilarlo...
- Lo harás, no te preocupes
Nos sentamos en un banco y pocos minutos después las puertas se abren. Molly corre hacia mi y me abraza.
- Vaya, ¡la tienes ganada!
- A ella y creo que también a los padres.
Reímos a carcajadas mientras que veo a un chico llegar.
- Hola Ana- se dan dos besos.
- Hola Rafa. Mira, esta es Marina, la he conocido en el metro y es española.
Nos damos dos besos. Es bastante alto, con el pelo negro en forma de cresta y los ojos castaños. Aparte de ser listo, el chico es muy guapo.
Busco a Jake con la mirada y la imagen de ayer se repite: La chica le da dos besos y se da la vuelta moviendo su precioso pelo mientras que Jake babea con la mirada fija en ella. Cuando reacciona, se dirige hacia mi.
- Hola Marina.
- Hola Jake
Hacemos las presentaciones rápidamente mientras bajamos la calle hacia la boca del metro.
- Ya nos conocemos- nos corta Rafa.- Me ha tocado en su clase.
-¡Ah, pues perfecto!
Durante el viaje hablamos de lo mismo: lo listo que es su hermano, lo guai que parece ser mi vida y los problemas que conlleva vivir en un sitio nuevo y diferente. Al bajarnos, nos damos los números de teléfono para quedar otro día y hablar.
- Entonces, ¿nos vemos mañana, no?
-¡Claro!
Entro a casa, les hago de comer y ayudo a Molly con algunos deberes hasta que llega Adam.


-Tía, he conocido a una chica española en el metro.
-Ah, ¿sí? ¿Cómo se llama?
- Ana. Se ve muy maja, aunque es muy tímida, pero hemos pillado algo de confianza y me ha dado su número.
Dani y yo estamos hablando a voces desde nuestras habitaciones. Hemos tenido una idea: sacar nuestros mejores modelitos al salón y allí hacer una especie de pasarela combinando todas las prendas posibles.
- Mejor dejamos de hablar en voz alta, que la señora Foster es capaz de llamar a la policía.
- Es verdad- dice, riéndose.
- Cuéntame cómo es esa Ana.
Le hablo sobre ella mientras nos empezamos a probar ropa. Pillo su vestido rojo ajustado. No, me hace demasiado pecho. ¿Y su vestido azul? Más de lo mismo, no. ¿La falda negra con la blusa blanca? ¡Por dios, no, parezco una señora de 40 años!
Ella se prueba mi falda roja con una camiseta de tirantes blanca, pero la camiseta le está grande del pecho. No le convencen unos leggins negros con una camisa verde marino, aunque le queda bien.
Nos pasamos la tarde probándonos cosas. Al final nos aburrimos y acabamos con los sujetadores en la cabeza como sombrero, haciendo pelea de bragas o nos amenazamos mutuamente diciendo que vamos a tirarlas por la ventana.
-¡Vamos a ponernos serias, que son las 18:13 y no tenemos ni idea de que llevar!
Entonces me acuerdo, ¡la blusa turquesa!
-¡Tía, tu blusa!
Me la pruebo y me quedo pensativa.
-¡Mi falda negra, tía!
Me pongo su falda. Se me queda genial, ajustada, por encima de las rodillas. Busco mis tacones de botines azules turquesa a juego con la blusa y me miro al espejo.
-¡Joder, me encanto!
Paseo delante de Dani imitando a una modelo profesional.
- Estás perfecta, ese azul te queda genial. Ahora es problema soy yo.
Llaman a la puerta.
- Ese es Josh.
Se pone una camiseta cualquiera y unos vaqueros y abre la puerta. Efectivamente, es él.
- Hola amor.- se dan un beso- Hola Marina. ¿Qué es esto que tenéis aquí? ¡Dios mio!
- Nos estamos probando ropa para esta noche.
- Oh dios mio, te vas a ir con uno de los cinco famosos y me vas a dejar...
- Tonto- le tira un cojín, pero él lo para.
- ¿Dónde están esos cuadros y cortinas?
Mientras que le voy indicando a Josh dónde poner los cuadros, Dani mira confusa el montón de ropa con ganas de tirarse del pelo.
-Tía, ya se, ¡ya se!
-¿Qué?
-Ese vestido blanco con el cuello azul marino de camisa, el que tu llevaste cuando conocimos a Josh, Mel...
-¡Ah, sí! Espera, espera.
Me meto entre varios montones de vestidos y saco al que se refiere.
-¡Pruébatelo!
Al poco rato sale con él puesto. Le queda incluso mejor que a mi.
Ahora solo falta peinarse y maquillarse ( poco, como siempre) Dani se deja el pelo al natural y yo me lo ondulo. Las dos tenemos un pelo precioso, igual de largo, solo que ella rizado y yo medio liso-ondulado, difícil de explicar, pero bonito.
Cuando salimos, Josh ya ha colgado todos los cuadros y está terminando con las cortinas.
-¡Que "apañao"!- le dice Dani en español.
-¿Qué?
Antes de terminar de hablar Dani le planta un besazo. Yo empiezo a recoger la ropa y ella me ayuda.
Josh termina con las cortinas. ¡Menudo cambio! Ahora la casa tiene más color, es más... nuestra. Despacio, va tomando la forma que queremos.


Joder. Joder. Joder. Son menos cuarto. Hacía tiempo que no estaba tan nerviosa. Me vienen a la cabeza recuerdos de noches enteras con los ojos como platos cuando era pequeña y al día siguiente había una excursión. Ahora es como volver a sentir el mismo cosquilleo en el estómago. Mi vicio incontrolable por los chicles de menta viene y busco por toda la casa. Durante muchos años, esa ha sido la única forma de tranquilizarme. Pero no hay. Mierda, mierda.
Dani intenta no destrozarse las uñas.Se ha bebido ya unos 5 vasos de agua. Josh se despide de nosotras deseándonos una buena noche.
Nos sentamos en el sofá y cerramos los ojos mientras nos hablamos:
- Hay que comportarse.
- Claro.
- Nada de parecer fans locas.
- Ya hemos cenado con ellos y al final estuvimos bien
- Joder, es verdad. Entonces, ¿por qué coño estamos tan nerviosas?
- Porque el otro día fue inesperado, ahora sabemos a lo que vamos.
- Respiremos.
- Es que vamos a cenar con nuestros ídolos.
- Así no ayudas.
- Por segunda vez.
-¡No ayudas nada!
El timbre suena. Los nervios se disparan. Las dos nos sobresaltamos. Nos paramos frente a la puerta y con los dedos cruzados, abrimos.
- Hola chicas. Vaya, ¡que guapas!- nos recibe Louis.
- ¡Hola Louis!- decimos al unísono. Nos damos dos besos y un abrazo y nos dirigimos a una furgoneta negra. Harry está al volante y en los asientos están sentados por este orden: Niall, Liam y Zayn.
- ¡Hola chicas!- Dicen todos. Nos sentamos y Lou se coloca a nuestro lado.
-¡Que guapas, dios mio!- Dice Niall, mirándonos de arriba a abajo.
- Venga ya, ¡miraos vosotros!
Nos reímos y Harry habla:
- Vamos a un restaurante bastante escondido para que no nos pillen las fans. Somos amigos del dueño.
- Pero...¿de verdad hay algún sitio dónde no os persigamos?- comento yo, pretendiendo ser graciosa. Que mal estoy...
Todos vuelven a reír, sorprendentemente
- Bueno, a veces si que nos descubren, pero han sido pocas.
La furgoneta corre por las calles de Londres, por las que pasean cada vez más personas. Si todos ellos supieran con quien estamos...
Lou juguetea con el pelo de Dani. Joder, que bien me cae, es como una bomba de risas. Niall, Liam y yo hablamos de la impresión que da cuando miles de fans te persiguen.
- Yo la primera vez me sentí raro, es decir, todas esas veces que te imaginabas ser famoso e intentabas tener la sensación de una persecución así... Una vez que la tienes, es muy raro- Explica Niall.
- La mejor sensación, sin duda, es sobre el escenario.- Dice esta vez Liam
- Totalmente de acuerdo.
- Cuando todas vosotras gritáis sin parar nuestros nombres y canciones sentimos el apoyo y que nos queréis.
Vaya un amor de persona es Liam. En todas esas entrevistas en las que les oído decir esto, yo pensaba: "Lo dicen por quedar bien, como todos los famosos" Pero, conmigo, ¿qué necesidad hay de repetirlo? Es decir, que lo dice de corazón. Oh dios, que feliz estoy.
- Pues es una alegría que me digáis eso. Tres días afónica después de vuestro concierto, merecieron la pena.
Se ríen y oigo que Harry también lo hace.
-¡Eh, tenías la oreja pegada, cotilla!- le dice Niall en voz alta.
- Mira que te gusta gritar, ¿eh?- se queja Liam.
Mientras ellos siguen a su rollo, miro a Lou y a Dani. Zayn se ha unido a tocar su pelo.
- Sí, es como el de nuestra Dani.
- Oye, ¿esto también se lo hacéis a Danielle?- dice ella, que no puede aguantarse la risa.
- Todos los días- le contesta Zayn- es que tenéis el pelo tan... Ah, no sé como explicarlo. Es genial.
Llegamos al restaurante. Lou y Harry se bajan y nos abren las puertas. Todos salimos en plan " dame la mano, princesa" con mucho cachondeo.
Entramos y le echo un rápido vistazo. No parece muy refinado, pero tampoco  informal. Está decorado con mesas y sillas de estilo moderno mezclando el color azul, verde y gris. Pues sí, me encanta.
-¡Hola famosos míos!- dice un hombre entrado en años con uniforme de cocinero- ¿Dónde están esas dos chicas que venían hoy?
- Aquí están- dice Lou, señalándonos.
-¡Menudas bellezas! Soy Tommas, un placer.
- Yo Marina- nos damos dos besos.
- Yo Danielle- repiten la acción.
- ¡Eres como la Danielle de Liam!
- Creo que se va a cansar de decírselo tantas veces- dice Liam, riéndose.
Nos sentamos en una mesa. El restaurante no está muy lleno. Además, no hay ningún famoso.
- Tommas es amigo de un familiar mío- explica Harry- Se me ocurrió traeros aquí, porque él nos guarda el secreto cuando venimos.
- Pero como estos de aquí son unos aburridos- dice Lou, señalando a cada uno de los chicos- a mi se me ha ocurrido la mejor idea.
-¿Cuál?
-¡Nos vamos de marcha!
-¡Así me gusta, party hard!- chocamos las cinco.
-Pero, ¿dónde?- pregunta Dani.
- A una discoteca cerca de aquí. Como estamos entre semana, no habrá mucha gente, así que no creo que haya problemas.
Niall hace un movimiento raro con los brazos mientras repite la frase "Party Hard" Me río tan fuerte que el restaurante entero me oye. Dani me pega y se ríe más fuerte que yo junto a los demás.
- Contadnos como os ha ido estos últimos días.- se interesa Liam
- ¿Sinceramente?- dice Dani
- Claro, ¿para que nos vais a mentir?
- Pues estábamos preocupadas porque mi móvil no sonaba con su número- señala a Harry, que ríe mientras se peina sus rizos
- Ha sido muy sincera.- apunto yo- Y además, ¡la han cogido como modelo en una revista!
-¿En serio?- todos se sobresaltan- ¡Cuéntanos!
- No es para tanto, es una revista poco leída...
-¡Algo es algo!- Exclama Lou.
Le contamos como fue la prueba, la inoportuna llamada de Harry y la última elección para la colección otoño-invierno.
- Me he dado cuenta de que no sois las típicas fans normales, una va para modelo y otra para escritora. Al final, ¡sois dos famosas más!- Razona Zayn
Dani y yo nos miramos con una gran sonrisa.
- Nadie sabe cuando va a hacerse famoso- digo yo- ¿vosotros os esperabais todo esto?
- ¡Que va!
- Pero aún no lo somos y no se sabe si lo seremos- continuo.
Terminamos de comer. La comida ha estado muy bien, pero soy una chica sencilla. Una hamburguesa con patatas de McDonalds me hubiera sabido igual de bueno.
- Adiós Tommas- nos despedimos.
- Espero volver a veros, chicas.
-¡Lo mismo queremos nosotras!
Ahora Lou se pone al volante y Harry se sienta a mi lado. Le empieza a tocar el pelo a Dani, que se sorprende de nuevo.
-¿Qué? ¡No quiero ser el único que se pierde la sensación!
Lou pone la radio y suena Taylor con "We are never ever getting back toguether." Canta en voz alta señalando el  "We" en el estibillo de la canción mientras yo le acompaño.
- Como llueva se nos estropea la noche, que la discoteca es al aire libre.- grita Zayn por encima de todas nuestras voces
-¡Pues bailamos bajo la lluvia!- le digo yo, mientras sigo.
De repente, noto que las grandes manos de Harry tocan mi pelo.
-Eh, ¿qué haces?
- Si te molesta, te dejo.
-¡Al contrario!
- Es que tu pelo también es genial, y me encanta su color castaño tan claro. ¡Y es muy largo!
Tiene razón, es larguísimo, incluso más que el de Dani.
- Que pelota...- le digo, riéndome y tocándole el suyo.
- Eh,pero mis rizos son más sexys.
- No te lo discuto. Oh dios, estoy tocando el pelo de Harry- digo, mientras coloco las dos manos sobre su cabeza y manoseo con suavidad. El hace lo mismo.
-¡Eh! ¿Qué hacéis? ¿Os despeináis mutuamente?- Liam se ríe tanto que casi se ahoga y empieza a toser. Niall se pone rojo mientras intenta ayudarle, pero tampoco puede por el mismo motivo.
Dejo de mirarles para fijarme en los ojos verdes de Harry. Por fin puedo observarlos con detenimiento y confirmar lo que ya sabía: son preciosos.
Bajamos del coche y una discoteca llena de luces nos da la bienvenida. Lou nos saca las entradas. Tenía razón: no hay mucha gente. Es más, no estoy cómoda. Bailar con tan poca gente me da mal rollo, además de que no soy de mucha fiesta y noches locas.
Lou no se lo piensa y salta a la pista cogido del brazo de Niall. Hacen el tonto y yo les miro. Me pido una Coca Cola porque no me apetece beber otra cosa y me uno con ellos, ¡que coño! Hemos venido a bailar y a divertirnos.
Dani charla con Zayn, Harry y Liam. Bueno, más bien lo que hacen es reírse de nuestros raros movimientos de baile. Vuelvo a por otra Coca Cola y abrazo a Dani.
- Tía, se me han ido todos los nervios.
- Y a mi, joder, son tan...geniales.
-¡Ven a bailar!
- No tía, sabes que no me gusta salir a bailar.
- Ni a mi tampoco mucho, pero venga, va, anímate.
- Me quedo con Liam y Zayn, que tampoco les apetece mucho.
- Bueno vale.- voy en busca de Harry- ¡A bailar, ya!
-¡A sus ordenes!
El ricitos se une con unos pasos raros de cojones. De la risa se me atraganta la Coca Cola y me mancho la blusa.
-¡Joder!- digo, pero sin enfadarme. No puedo, ¡no puedo!
-¡Eres un desastre, gilipollas!- me grita Dani desde la barra.
Le saco la lengua y me doy la vuelta para bailar de nuevo. Niall y Lou ya están medio borrachos.
-¿Así os ponéis cada vez que salís?
- Básicamente, sí.
Los cuatro bailamos como si nada nos importara. A veces me paro a observarlos y cada vez me río más.¡Están mal de la cabeza!
Unas chicas cuchichean detrás nuestra. Supongo que son fans y efectivamente, se acercan hacia los tres.
- Hola, ¿nos firmáis un autógrafo?
-¡Claro!
Las chicas, ya preparadas con una servilleta y un boli, hace una cola. Son tres y son bastante guapas. Me voy a por otra Coca Cola mientras terminan. Veo que una de ellas, al final de la mini- cola, se mete las manos en las tetas, se las pone muy arriba y se dirige hacia Harry. Le toca el pelo y él sonríe. Dios mio, que patética.
Vuelvo con otro vaso en la mano y una chica morena está de espalda esperando el autógrafo de Niall. Al darse la vuelta me la encuentro de frente. Venga ya, ¿en serio?
-¿Marina?
- Sí, soy yo.- está muy borracha y hasta apesta- Que casualidad.
- ¿Qué haces tú aquí, con los chicos, bailando? ¿Desde cuando eres amiga suya?
- Es largo de contar, Jo.
- De todas formas, dije que no hablaría contigo y así será.
- Muy bien, vete con tus amigas, te esperan.
Me lanza una mirada de odio y se da la vuelta. Sus amigas, corriendo, le preguntan por mi mientras ella suspira, intentando no pegarme del coraje que le ha dado verme. Yo cambio mi cara de asco por una sonrisa para los chicos.
-¿Quién era esa y por qué te ha dicho eso?- pregunta Niall curioso.
- Si yo os contara...
- Vamos a la barra con todos y nos lo cuentas.
Llego allí y le digo a Dani a quién acabo de ver. Se lleva una mano a su boca abierta mientras que Zayn y Liam me piden que les cuente qué pasa. Una vez más, repaso aquel odioso día, pero con menos tristeza que otras veces. Es imposible estar triste con One Direction en una discoteca.
- Menudo cabrón.- Dice Niall, cabreado.
- Joder, tía...- Zayn está pensativo.
- ¿Y quién es la gilipollas esta para decirte nada? Tú no tienes la culpa- razona Harry.
Cada uno hace un comentario dándome la razón y me siento muy apoyada. Decidimos irnos porque mañana ellos madrugan para gravar el disco, yo trabajo y Dani se va con los de la beca.
En el coche, Zayn se duerme sobre el hombro de Niall. Él habla conmigo sobre el tema, que ya está empezando a tocarme la moral de nuevo. Liam, que no ha tomado mucho ( aunque ya tiene sus dos riñones bien, debe controlar la bebida) conduce. Dani se ha sentado al lado de Niall y Harry de nuevo junto a mi.
Le indicamos a Liam por dónde ir una vez en el barrio y ya en la puerta de casa, se bajan con nosotras.
Pasamos de los dos  besos y nos abrazamos todos. Corro hacia Harry y hundo mis manos de nuevo en sus rizos.
- Te saludaré así cada vez que te vea.
- Pues perfecto.
Le abrazo y hago lo mismo con los demás. Niall y yo repetimos un paso de baile muy raro que nos hemos inventado. Liam y Zayn dicen que no con la cabeza mientras se ríen de nosotros. Lou cae en mi hombro dormido y yo le pego una torta cariñosa en la mejilla.
- Prometemos llamaros de nuevo, oficialmente tenemos una amiga escritora y otra futura modelo.- dice Liam esbozando una sonrisa
-¡Nosotras oficialmente somos amigas de One Direction!
Nos cuesta despedirnos, pero entramos en casa.
- Ven, anda, ven...- le digo a Dani mientas la abrazo cariñosamente. Sin decir ninguna palabra más, nos vamos a la cama. Son las 3:20 de la mañana. Me duermo con una última reflexión.

"Somos amigas de los chicos"




No hay comentarios:

Publicar un comentario