lunes, 24 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 5


" Solo necesitas convencerte a ti misma. Cuando todo parece ir mal, camina hacia delante sin mirar a tu alrededor. Si las lágrimas intenta salir, déjalas libres, pero no permitas que vuelvan en un tiempo. Si quien está a tu lado tiene la mirada apagada o los pensamientos tristes, no dejes que te contagie. Ayuda a quien atraviesa una mala situación, pero no te metas en el problema. Piensa en ti misma por un tiempo, solo tienes  que observar y callar y todos esos errores que comenten los demás, asegúrate que no formarán parte de tu vida. Coge y condúcela a la dirección que tu quieras. Decórala con los colores que te gusten. Si estás confusa, pide consejo, pero no dejes que te hundan o te hagan cambiar. Si te levantas y dices "Buenos días", haz que lo sean. Cae en lo más profundo y oscuro, así, cuando salgas a flote y triunfes, lo harás con más fuerza"

Hoy he madrugado mucho. Es raro, porque ayer Dani y yo estuvimos hablando de One Direction hasta muy tarde. Es normal que eso pasara, porque Zayn y Harry nos hicieron RT en las fotos y Niall empezó a seguir a Dani también. Todo esto ya es demasiado, a veces, ni  lo asimilo.Creo que no hace falta decir que volvimos a parecer locas e hicimos cosas como rodar por el suelo.
Pero ha sido así. Un despertar repentino. He abierto los ojos y he dado vueltas en la cama hasta que me he dado cuenta de lo que me hacía falta: escribir. He ahí un poco de lo que acabo de poner finalizando un capítulo.
Todavía faltan dos horas para que Dani se levante. Las mañanas de los fines de semana las tiene libres, y como hoy es viernes, pasará el día de mañana y pasó conmigo. A quien voy a engañar, con Josh también.
Hace frío y las calles aún están oscuras. Llueve, pero muy flojo. Aunque sea pesada, lo repito: echo de menos el tiempo de España. Parece que estemos en pleno invierno y es muy triste.
Me preparo un vaso de leche con Coca Cao y acerco una silla a una de las ventanas del salón. La pequeña plaza está iluminada y algunas cafeterías ya han encendido sus luces y se preparan para los trabajadores que desayunan allí antes de comenzar el día. La cafetería dónde estuvimos con Harry y Zayn es una de ellas. El sonido del microondas pita y voy a por mi vaso de leche. Lo rodeo con las manos porque está calentito y la sensación es muy agradable. Me vuelvo a sentar junto a la ventana.Observo varias personas entrando en la cafetería. Atravesando la plaza aparecen dos chicas cogidas de la mano con vestidos bonitos, pero mal colocados. Las dos ríen felices con cara de haber asistido a la mejor fiesta de sus vidas.
Paro de escribir y me meto en Tuenti para ver si está mi madre o mi hermano, aunque es poco probable. No, ellos no están, pero si está mi prima Elena.
Yo: ¿Despierta a estas horas? ¡Vuelve a la cama!
Elena: ¡Amooooooooor! Yo quería hablar contigo de un importante detalle...
Yo: ¿ Cuál?
Elena: ¿Cómo que cuál? LAS FOTOS CON HARRY Y ZAYN Y LOS RTs A TUS TWEETS. ¡EXPLÍCAME ESO!
Yo: ¡SÍIIII! Vaya mierda que salga caro llamarte, pero te lo contaré todo  por aquí.
Guardo lo que llevo escrito y empiezo a explicarle todo lo que pasó a mi prima. Sí, es una gran directioner. Y además, he de añadir que la quiero mucho. No vive en mi pueblo,  vive en Málaga ( por si no lo había dicho, yo soy de Málaga, pero con 7 años me mudé a un pueblo de Jaén, Mengíbar), pero aunque solo nos vemos en verano, hablamos cada día y nos contamos lo que nos pasa. Ahora que estoy en Londres no creo que la cosa cambie, porque para mi es imprescindible hablar con ella cada día, aunque solo sean 2 minutos.
Por desgracia, no pudo acompañarme al concierto de One Direction, pero tuvo la oportunidad de ir al 2º concierto que hicieron los chicos en España con una de sus amigas directioners. También tuvo la suerte de encontrarse con los chicos en el centro de Madrid, pero aunque no pudo hacerse ninguna foto con ellos( había demasiadas fans empujando y gritando), Lou y Liam le firmaron la camiseta y ella les pasó su twitter en una hoja. Ahora la siguen, claro.
Elena: ¿Te das cuenta? Has estado en esa cafetería como si Harry y Zayn fueran tus mejores amigos.  YO TAMBIÉN QUIERO IR A LONDRES
Yo: Sí, me he dado cuenta, pero mira que me ha costado... Cariño, puedes venir cuando quieras, mi casa ( bueno, mi casa alquilada) tiene sitio para una más. 
Elena: Ojalá pudiera ir. Quizás en verano, o en Navidades. El caso es que he pegado un grito cuando me has contado todo esto y mi compañera de Barcelona, la que te dije, se ha despertado.
Yo: ¡Pobre!
Ella vive en Málaga en un piso cerca de la universidad que comparte con una chica de Barcelona ( según ella, la más maja) y dos de Sevilla.
Elena: Tengo que irme, pero espero que hablemos pronto, llevamos mucho sin hablar.
Yo: Es que estaba ocupada con la mudanza y tal. Adiós babe, te ¡quieroooo!
Elena: ¡Adióoooos! ¡Love you!
Mi prima se desconecta. Yo le dejo un mensaje a mi madre diciéndole que estoy bien y contándole resumidamente lo que me ha pasado. Le pido que se conecte antes de comer para que hablemos y me pongo con mi novela de nuevo.

Han pasado unas horas y veo a Dani  salir de su habitación. Se peina su abundante pelo rizado y me dice "Buenos días" lanzándome un beso de una forma tan rara que parece que se va a caer del sueño.
Se prepara el desayuno, coge una silla y se sienta a mi lado. Ahora que me doy cuenta, nuestra imagen es preciosa. Dos chicas mirando por la ventana vestidas con sus pijamas de inviernos anchos y calentitos. Afuera, las calles están mojadas y relucientes. Cada vez aparece más gente, lo que es sinónimo de que Londres se está despertando.
Dani se viste con una camiseta de manga larga de color blanca , unos pantalones cortos de color rojo, una chaqueta de cuero negra, unas botas del mismo color y unas medias a mitad de la pierna blancas. Lo remata todo con un pequeño lazo rojo haciendo de felpa en su precioso pelo.
-¡Esa ropa te queda ideal!
-¡Gracias! Es que hoy nos llevan a ver lo mejor de Londres y quiero salir guapa en las fotos.
- Pues vas genial. Me parece increíble que lleve casi una semana aquí y aún no haya visto el Big Ben, el London Eye y todas estas cosas que se hacen cuando estás en Londres.
- No te preocupes. Tenemos todo el fin de semana para ver Londres. Que digo, tenemos mucho más tiempo. Yo me quedo con los sitios y después hago de guía turística solo para ti.
-¡Gracias! Te quiero, guarra.
Sí, esos son nuestros motes cariñosos. Guarra, gilipollas... Son feos y suenan mal, lo sé, pero llevan más amor que cualquier "¡Hola guapa! ¿ Cómo estás, cariño?" de cualquier otra amiga.
Dani se va y yo me vuelvo a quedar sola en casa. Esta vez no voy a salir. Tengo demasiadas ideas para mi novela y tengo que escribirlas y ordenarlas.
Entonces mi móvil suena. Un número desconocido me llama.
-¿ Hola?- hablo en español.
-¿ Hola? ¿ Hablo con Marina?- La voz es de una mujer que, claro, habla inglés. Mierda, la costumbre me ha hecho contestar en español. Empiezo a hablar en inglés rápidamente.
-Sí, soy yo. ¿Quién es usted?
- Llamaba por el anuncio. ¿Que horarios tienes?
- Por las mañanas, de ocho a dos y media.
- Tengo que pensarlo un poco, pero creo que es un sí.
-¡Genial! Pero, dígame su nombre, dirección y lo que quiere que haga, claro.
- Me llamo Lisa y me gustaría que cuidaras a mis niños. Son una chica de 7 años y un chico de 13. Mi marido y yo trabajamos por la mañana, pero creo que deberías quedarte hasta las cuatro de la tarde si quieres que mi "sí" sea definitivo
- Hecho- no me lo pienso dos veces, necesito el dinero- Dígame su dirección y cuando quiere que nos veamos.
La mujer me indica dónde vive y quedamos para vernos el Domingo a las 4 de la tarde. Cuelgo y me doy cuenta de que ya mismo vendrá Dani y tengo que hacerle de comer. Guardo lo que llevo escrito ( que no es poco) y decido prepararle unos filetes con guisantes. Sí, tenemos suficiente comida para un mes o dos gracias a nuestras madres.
Por cierto, mi madre no se ha conectado ni me ha contestado al mensaje. Si no me equivoco, estará en el pueblo de mi tía Pilar, visitando a mi prima. Me pongo manos a la obra mientras preparo la mesa cuando veo que llega Dani muy emocionada y me abraza.
-¿ Qué ha pasado?
-¡Mira!
Me muestra un papel de una escuela de modelos. Parece ser importante porque si pasas el casting, sales en un importante show Londinense que emiten en un canal con mucha audiencia.
-¿ Cómo has conseguido esto?
- Había un hombre en la puerta de una cafetería mientras íbamos todos en grupo. Yo y varias compañeras teníamos que ir al servicio, así que entramos a esa cafetería y cuando salimos, el hombre me buscó y delante de todo el grupo me dio el papel y me dijo que quizás  llegaba a algo. Palabras textuales: " Tu talla parece ideal, tu pelo es estupendo y podemos hacerte mil peinados. Son tus dos puntos fuertes, pero sobre todo tu pelo. Tienes que pasar un casting con mucha competencia, pero sinceramente, deberías intentarlo"
-¡Dani, eso es genial!- nos volvemos a abrazar y saltamos juntas. ¿Veis? Os lo dije.Tiene algo especial que llama la atención.
Nos sentamos a comer y me cuenta todo lo que ha visto. Efectivamente, le han enseñado todo lo que yo estoy deseando visitar.¡Hasta se ha montado en el London Eye!
- Me das muchísima envidia...
- Mañana es Sábado. Todo nuestro. Voy a llevarte a todos esos sitios y vamos a hacernos mil fotos juntas, tantas como para rellenar un álbum entero.
- Sí, y esta tarde iremos a comprar cosas para decorar la casa. Podemos empezar por manteles para decorar un poco estas mesas de madera tan sosas, unas cortinas para aquella ventana que es la más grande, algún que otro cuadro...
-¿ Por qué? ¿ Nuestras madres nos han enviado dinero?
- No, aún no. Es que me han llamado para hacer de niñera para una niña de 7 años y un niño de 13. Me pagarán poco, seguramente, pero no puedo seguir en una casa tan sosa.
-¡ El día no puede ir mejor!
-¡ Lo sé! Pero escucha, el horario sería de ocho a cuatro de la tarde, por lo que cuando llegues debes hacerte tú la comida. Yo supongo que comería allí porque se la tendré que preparar a los niños. He quedado con la madre el Domingo a las 4 de la tarde.
- Todo me parece genial. Tía, nos está saliendo perfecto. Tu vas bien con tu novela, encuentras trabajo, a mi me proponen entrar a un casting para modelos...
- Conocemos a Harry y a Zayn, a ti te falta muy poco para estar con Josh....
- Joder, tía, es que no podía imaginarme una vida más perfecta.
Dani empieza a llorar emocionada. Yo me levanto y la abrazo. Ella se levanta conmigo y llora en mi hombro diciendo que es feliz. Al final, yo también acabo igual diciendo la misma frase. Es increíble lo bien que nos está saliendo todo. Paso a paso y con cuidado, pero muy bien.

Dani y yo volvemos a sentarnos junto a la ventana. Las dos hablamos  con nuestras familias y amigos. Mi madre esta vez si está conectada y, como todos, no se puede creer lo de Harry y Zayn. Ahora que lo pienso, pobre de mi familia. Han sido 6 años aguantando mi pasión por este grupo. Y los que les quedan. Mi hermano es el que mejor me entiende. A medida que va creciendo, más le van gustando.  Cuando yo tenía 16 años y fui a Madrid con Dani al concierto, él tenía 10 años, por lo que mi madre no le dejó venir conmigo. A los demás conciertos tampoco pudo ir, si no recuerdo mal, ambas veces por falta de dinero. Nunca os he hablado de mi hermano. Es una de las personas que más echo de menos. Cuando yo tenía 13 años y él 7 empecé a ponerle canciones de 1D. Él iba tarareándolas por todos lados y hasta me pedía que se las pusiera mientras jugaba o hacía deberes. Más tarde vio todos los video diarios y ya  se consideraba un Directioner Boy.  En el colegio le llamaban "maricón" y hasta llegaron a pegarle. Yo llegaba a casa más tarde del instituto y son muchas las veces que le veía llorando mientra les escuchaba. Era como verme a mi cuando me pasa algo: acudo a la música de 1D ( y por supuesto, de Gaga). Yo le abrazaba y él me lo contaba todo.
Ahora él tiene 12 años y está en 1º de ESO. Mientras que sus antiguos amigos pasan desapercibidos por los pasillos, él triunfa. Tiene novia directioner( no en serio, si no que hay feeling entre ellos) y unas 5 chicas más le han pedido salir. Sus nuevos amigos no tienen sus gustos musicales, pero le respetan. Según él, está convirtiendo a su mejor amigo en Directioner Boy. Pero, claro, sus antiguos amigos siguen insultándole. Pura envidia.
En el aeropuerto, diciendo adiós a mi familia y abrazando a todos, nuestro abrazo fue el más largo y sincero. Antes de separarme de él le susurré al oído " Live while you are young because you are beautiful" Me abrazó más fuerte.
Hora de desconectarse. Tengo que ir a casa de David y coger mi ropa. Voy a mi cuarto y preparo en una bolsa su sudadera y vaqueros, que por supuesto, le voy a devolver.
- Ponte guapa, que cuando vengas de allí te estaré esperando lista para salir.
- ¡Vale!
Abro mi armario y pillo una camiseta amarilla de mucho escote. Me la pongo con una azul cielo debajo para que no se me vea nada. Pantalones del mismo color y boitnes negros. Me miro al espejo para ver que me falta. Decido hacer como Dani y ponerme unas medias azules hasta la rodilla. ¡Ah! Y la chaqueta vaquera abrochada hasta la parte inferior del pecho, igual que Dani tiene abrochada su chaqueta de cuero. Me dejo el pelo al natural.
-¡Mira! Voy como tú, pero con colores más dulces. Tu entre el negro y el rojo vas muy... potente.
- Creo que a mi me pega más el estilo que llevas ahora mismo.
-Puede ser, pero bah, da igual.
Cojo la bolsa, llaves, móvil... Me despido de Dani y salgo. Decido coger el metro para no gastar tanto en el taxi.
Como el trayecto es largo, me pongo mis cascos con música y cierro los ojos, pero sin llegar a dormirme. Antes de cerrarlos me doy cuenta de que no está muy lleno, solo algunos grupos de chicos y varias personas que parecen ir a trabajar.
Salgo de la boca del metro y bajo una calle. Ya veo los edificios. El suyo era... el 7º, sí. Lo que no recuerdo es si era 7º A o 7º B. Que más da, llamo a uno de los dos.
Pulso el 7º A:
- ¿Sí?- Suena la voz de una niña.
- Hola, perdona, me he confundido, quise llamar al 7º B.
- No pasa nada.
Botón erróneo. Llamo al otro.
-¿Sí?- Esta vez reconozco su voz.
- Hola, soy Marina. Vengo a por mi ropa, me la dejé aquí. ¿Subo?
- Claro.- el pitido de la puerta suena. Yo empujo y paso adentro. Cojo el ascensor .Llego a su puerta. Me paro frente a ella y llamo al timbre. Tarda unos 20 segundos en abrir
- Hola.- me dice con una sonrisa.Yo mantengo mi rostro serio.
-Hola.
-Sabía que vendrías a por la ropa. Te la he dejado sobre una bolsa en el sofá. Pasa a por ella.
- Ah, gracias.
Rodeo el sofá y me encuentro una bolsa con todas mis cosas. Las saco y me doy cuenta de que las ha lavado.
-Gracias por lavarlas.
-No hay por qué darlas. ¿Que llevas en esa bolsa?
- Ah, sí- le doy la bolsa- toma, es tu ropa.
- Te dije que te la podías quedar. Además, esta sudadera te encanta.
- No. Insisto en que te la quedes.- antes de que pueda replicarme, sigo hablando- Me tengo que ir ya. Dani me espera en casa.
- Eh, espera. ¿ No te puedes quedar un poco? Tómate algo antes de irte, sé que el trayecto es largo.
Me quedo pensativa mirando al suelo.
- Vale, acepto. Pero, ¿ me dejas usar el baño?
- Claro, ya sabes dónde está. ¿Qué quieres tomar?
- Coca Cola.
- Venga, siempre tomas lo mismo. ¿No quieres nada más?
- Si te refieres a bebidas alcohólicas, no gracias. No bebo.
- Vale.
Entro al baño y cierro la puerta. Saco el móvil del bolsillo y le envío un WhatsApp a Dani:
Tardaré un poco más porque David me ha dicho de tomar una Coca Cola. En cuanto  me la beba salgo pitando de aquí.
Pasan unos segundos. Dani contesta:
Vale, pero no tardes mucho.Y ten cuidado con él, ya sabes lo que dijo Josh.
Me vuelvo a guardar el móvil. Tiro de la cadena y me lavo las manos, simulando haber ido al servicio de verdad. Cuando salgo encuentro a Josh en la cocina con un vaso de Coca Cola y unos dulces pequeños.
- Prueba estos dulces. Sé que no pegan con la Coca Cola, pero están buenísimos y deberías probarlos.
Mientras dice eso, me he bebido más de la mitad de la Coca Cola. Pruebo un dulce y sí, están muy ricos.
- Veo que tenías sed...
- Sí. Ya sabes, ir en metro, la gente, el calor...- Me termino de beber lo que queda- Creo que ya es hora de marcharme.- Salgo de la cocina y pillo la bolsa. Como la otra vez, me encuentro a David justo en frente mía. Otra vez demasiado cerca.
- Tu quieres y yo quiero. ¿Dónde está el problema?
-¿ Que yo quiero? ¿Yo? ¿ El qué, si se puede saber?
- Me quieres a mi.
- No, te equivocas. No soy como las otras furcias.
- No, tu eres mejor.
- Ah, pues lo siento.
Intento quitármelo de encima, pero antes de poder reaccionar me coge del brazo y me empuja contra la pared. Mientras con un brazo me sujeta, con la otra mano me desabrocha la chaqueta. Yo le pego patadas en las piernas y puñetazos en el pecho con la mano que me queda libre, pero es como si no sintiera nada.
- ¿Que haces, gilipollas? ¡Suéltame, suéltame ya!
-¡No! ¡Cállate! Yo sé que tú también quieres...
-¡No quiero, gilipollas, asqueroso! ¡Déjame en paz!
David me ignora mientras me mete la mano bajo las camisetas y sube hacia arriba lentamente. Me empieza a besa el cuello subiendo hacia arriba con sus labios.
- ¿Que coño haces? ¡Suéltame ya, imbécil, gilipollas, puto, asqueroso!
- Deja de insultarme- Dice, y me besa tan fuerte que me hace daño en los labios. El brazo que me tiene sujeto arde de dolor. Noto que la mano que había metido bajo mi camiseta está en busca de mi sujetador. Le sigo pegando patadas y puñetazos, pero de nada sirven. Le pego un gran mordisco en el labio y además le escupo en la boca. Se aparta con un grito de dolor mientras el labio le sangra muchísimo. En ese momento salgo corriendo, abro la puerta y empiezo a bajar escaleras mientras le grito " No me sigas o llamaré a la policía, hijo de puta" Varios vecinos salen de sus casas, pero yo continúo bajando escaleras a toda prisa sin hacer caso a nadie. En el 4 piso me paro a respirar y miro hacia arriba. Nadie me sigue. Cojo el ascensor para recorrer lo que me queda. Una vez en la planta baja, me miro a un espejo enrome junto a la puerta de salida. Me limpio la sangre en los dientes y en los labios, me coloco bien las camisetas y me abrocho la  chaqueta de nuevo. Me seco las lágrimas con el puño y salgo a la calle. Mejor cojo un taxi, porque no aguantaría que la gente del metro me mire mientras lloro.

Durante el trayecto, la conductora, una señora de unos 45 años, no se atreve a preguntarme nada. Simplemente observa como lloro silenciosamente. Al llegar, le pago y me dice: "¿Estás bien?"
- Ahora sí. He llegado a casa y ahora estoy bien.
Salgo del taxi y voy hacia casa. Abro la puerta. La cara de Dani al verme las lágrimas y el pelo despeinado, le hacen pensar lo peor.
- ¡Marina!- Me coge de las manos y mi mira a los ojos- ¿Qué ha paso ahora? ¿Ha sido David?
David. Al oír su nombre las lágrimas se multiplican. Dani me abraza mientras me acaricia el pelo con cariño.
- A ver, a ver, cuéntamelo todo, por favor, para de llorar. Si no me lo cuentas será peor.
Tardo unos minutos en tranquilizarme. Se lo explico  despacio y paso a paso. Ella aún me sostiene las manos. A medida que voy terminando la historia, se sorprende más y más. Le enseño el brazo morado que tenía sostenido sobre la pared y la sangre seca en la mano de haberme limpiado en el espejo. Además, el asa de la bolsa con la ropa también está rojo. Dani vuelve a abrazarme y me jura que esto no ha terminado aquí y que sea como sea, David irá a la policía. Había pruebas suficientes.
- Ese hijo de puta no se va a quedar tan a gusto. Le voy a hacer la vida imposible. Se va a acordar de nuestros nombres.
Dani me dice que me duche y que me ponga el pijama. Ya saldríamos mañana, hoy era mejor quedarse en casa. Yo le hago caso y me doy una ducha con agua caliente. Ya he parado de llorar y me encuentro mejor. Observo mi moratón en el brazo y también varias marcas de uñas marcadas en colo rojo.
Cuando salgo de la ducha ya con el pijama puesto y relajada, veo que Dani ha tenido el detalle de prepararme la cena. Un bocadillo de tortilla con queso fundido. Sabe que es una de mis cenas favoritas. Las dos hablamos del tema con más calma. Termino de cenar y me revisa la herida del brazo. Me la desinfecta  y me explica que ha tenido cuidado y ha  guardado la bolsa de la ropa con la sangre, por si hace falta para la policía. Con eso y la herida ya son 2 pruebas.
- Dani, díselo a Josh.
- ¿Debería?
-¡Ni lo dudes! El nos advirtió y tiene que saberlo. Además, hasta nos ayudará con la denuncia.
Coge el móvil y llama a Josh. Los dos se tiran charlando un buen rato. Más o menos oigo todo lo que dicen.
"¿Mañana, dices?. No, mañana no. Voy a pasar el día con ella. Sí, le voy a enseñar los sitios que he visto con la beca. Ella quiere salir y verlos de una vez. Quedamos el domingo los tres y que te cuente. Sí...vale, sí, luego te lo digo por WhatsApp. Adiós"

El resto de la noche hasta acostarnos lo pasamos en el sofá hablando de la situación de nuevo. Ella me preguntaba cosas, detalles. Lo hacía con  miedo a que empezara a llorar, pero ya me había calmado hace un rato.
-Escucha, yo no le tengo miedo a David. Más bien, creo que con la última frase que le dije es él quien  me teme. Estaba tan nerviosa y tan mal porque me he sentido mal, sucia, humillada...
- Pero tu no debes sentirte así. Esto no ha sido tu culpa.
-Lo sé. Tranquila, ya se me ha pasado todo. Solo necesito dormir.
-¿ Mañana te enseño Londres? ¿ O mejor lo dejamos para otro día?
-¿ Qué? Si claro, ¡tengo unas ganas de ver Londres increíbles! ¡No puedo esperar a mañana!
Dani sonríe al verme mucho mejor que unas horas atrás. Me acompaña a la cama, me tapa con la manta y me da otro gran abrazo susurrándome "Buenas noches".



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